El programa de educación afectivo sexual del Principado Ni ogros ni princesas es la única iniciativa de este tipo en España que cumple con ocho recomendaciones internacionales recogidas por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y la que obtiene mejores resultados.
Una investigación publicada recientemente en la revista científica Heliyon evaluó los programas de educación sexual desarrollados por las comunidades autónomas en los centros educativos durante el curso 2021-2022. El programa de Asturias destaca por su alta calidad y por su amplia oferta, con tres programas voluntarios y cuatro materias específicas de libre configuración autonómica (una para cada nivel de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).
Los ocho aspectos que aborda el estudio son los siguientes:
- Selección de personal educador capacitado y motivado para impartir el currículo.
- Formación de calidad y asistencia proporcionada a las personas educadoras en gestión, orientación y supervisión continua.
- Materiales que permitan realizar sesiones secuenciales durante varios años.
- Intervenciones de educación integral en sexualidad. La propuesta de Asturias destaca en este aspecto porque incluye varios temas y no se centra únicamente en la prevención de riesgos.
- Puesta en marcha de programas que incluyan al menos doce sesiones.
- Empleo de métodos pedagógicos basados en la participación activa del alumnado.
- Evaluación de seguimiento.
- Análisis del impacto de la intervención.
Las consejerías de Educación y Salud impulsan el programa Ni ogros ni princesas, destinado al alumnado de Secundaria, junto con el Instituto Asturiano de la Mujer. El curso pasado, esta iniciativa se desarrolló en 61 centros educativos, el 64% de la red pública en esta etapa.
Esta iniciativa se basa en el protagonismo del profesorado y el alumnado, y en la colaboración y el apoyo de personal sanitario y comunitario que imparte talleres externos.
Entre los autores de este estudio figura uno de los coordinadores del programa Ni ogros ni princesas, circunstancia que se declara en el artículo, en el que también se indica esta persona no participó en las evaluaciones de los programas de Asturias.