El Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género ha decidido entregar su XIX premio anual a Gisèle Pelicot por la valentía mostrada para afrontar el proceso judicial seguido en Francia por las agresiones sexuales sufridas durante una década y haber logrado desplazar la carga de la “vergüenza” sobre los agresores, convirtiéndose así en un ejemplo para todas las víctimas de este tipo de delitos. También ha sido galardonada la Fundación Mujeres, por el trabajo que viene realizando desde hace más de veinte años en defensa de la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.
La decisión ha sido adoptada por los representantes de las instituciones que integran el Observatorio, quienes además han decidido conceder la mención especial “Soledad Cazorla” a Ana María Pérez del Campo, experta en Derecho Matrimonial a cuyo tesón en la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres separadas y divorciadas se deben los avances conseguidos hoy.
El Observatorio está integrado por el Consejo General del Poder Judicial, que ostenta la Presidencia, el Ministerio de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, el Ministerio de Igualdad, el Ministerio del Interior, la Fiscalía General del Estado, las Comunidades Autónomas con competencias en materia de justicia, a través de turnos rotatorios anuales (en este ejercicio ha correspondido al Principado de Asturias), el Consejo General de la Abogacía Española y el Consejo General de Procuradores de España.
Gisèle Pelicot, ejemplo de coraje
En la XIX edición de los premios, el correspondiente a la labor más destacada en la erradicación de la violencia de género ha correspondido a Gisèle Pelicot por la valentía mostrada durante el proceso judicial que ha concluido con la condena de su marido a 20 años de cárcel y la de otros cincuenta hombres a penas de entre tres y quince años de prisión por delitos de agresión sexual.
Durante diez años, Pelicot fue violada por decenas de hombres a los que su marido, con el que estuvo casada cincuenta años y del que se separó en 2024, facilitaba para que abusaran sexualmente de ella. Las agresiones, que eran grabadas en vídeo, se producían mientras Gisèle Pelicot estaba inconsciente como consecuencia de las fuertes dosis de medicamentos que su marido le suministraba.
Con este galardón, el Observatorio ha querido premiar a Gisèle Pelicot por la fortaleza y la dignidad con la que, sin ocultar su identidad ni su imagen, ha afrontado el proceso judicial, convirtiéndose así en un símbolo de la lucha contra la violencia de género y en un referente para las víctimas de este tipo de delitos. El ejemplo de esta mujer, que solicitó de forma expresa que el juicio fuera público, así como la emisión de los vídeos para que la “vergüenza” recayera sobre los agresores, ha servido también para concienciar a la sociedad sobre el uso y los peligros de la sumisión química.
Fundación Mujeres, por la igualdad de oportunidades
El premio a la institución ha recaído en la Fundación Mujeres, una organización no gubernamental sin ánimo de lucro que desde 1994 ha puesto en marcha proyectos en los ámbitos social, político, económico y cultural para lograr una real y efectiva igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Desde 1999 la preside Elena Valenciano.
Surgió como iniciativa de un grupo de mujeres feministas que querían trasladar a la vida cotidiana los avances legislativos en materia de igualdad. Hoy, con más de veinte años de historia, destaca por sus campañas de sensibilización y educación en igualdad, formación y lucha contra la violencia de género, apoyo a las mujeres para su incorporación al mundo laboral y creación de microempresas, además de apoyo al desarrollo de planes de igualdad en instituciones públicas y empresas.
Fundación Mujeres también ha sido pionera en la creación de redes internacionales de empresarias para intercambiar experiencias y apoyar relaciones comerciales con mujeres africanas. Finalmente, destaca su trabajo a favor de huérfanos/as de la violencia de género. La Fundación Mujeres impulsa junto a la familia de la fiscal Soledad Cazorla, primera Fiscal de Sala contra la violencia sobre la mujer, el Fondo de Becas Fiscal Soledad Cazorla Prieto, que se presentó el 19 de febrero de 2016.
Ana M. Pérez del Campo, una vida dedicada a lograr la igualdad real
Finalmente, el Observatorio ha decidido otorgar la mención especial “Soledad Cazorla” a Ana María Pérez del Campo, activista pionera en España en la lucha por los derechos de las mujeres durante la dictadura y la transición y especialista en Derecho Matrimonial y Práctica Procesal.
Víctima de maltrato psicológico y físico desde el inicio de su matrimonio, a principios de los años sesenta, con apenas 25 años, se fue de casa con dos hijas y embarazada de la tercera e inició su separación ante los tribunales eclesiásticos, proceso que se alargó durante nueve años. En 1974 se diplomó en Derecho Matrimonial por la Universidad Pontificia de Comillas. Un año después, participó en la I Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Ciudad de México. Tras ese encuentro y otro celebrado en Berlín posteriormente, tuvieron lugar en España las Primeras Jornadas Nacionales por la Liberación de la Mujer, evento que marcó el inicio de la agenda feminista durante los años de la transición.
Fruto de su trabajo en defensa de las mujeres fueron medidas como la gratuidad del servicio de información jurídica e información para trámites de separación, que terminaría cristalizando en la fundación de la Asociación de Mujeres Separadas (denominada posteriormente Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas). Esta asociación negoció con el gobierno de la UCD un borrador para el proyecto de ley de divorcio, que fue aprobada en 1981.
En 1991, puso en marcha el primer centro de atención integral a las víctimas de violencia de género y entre 1998 y 1999, junto a otras organizaciones de mujeres que trabajaban en el estudio de la violencia de género y en la atención a las víctimas, planteó la necesidad de una ley integral contra este tipo violencia, que entendió como un problema de Estado que debía afrontarse con políticas públicas en todos los ámbitos.
A lo largo de su carrera, ha participado en numerosos organismos que promueven la igualdad y la lucha contra la violencia de género, así como en jornadas y congresos, y ha formado parte de equipos docentes en másteres y posgrados de la UNED y de la Universidad Complutense de Madrid.
Es autora del libro «Una cuestión incomprendida: el maltrato a mujeres”, en el que a partir de su experiencia personal y de la adquirida durante años, Ana María Pérez del Campo analiza los orígenes de la violencia, la diferencia entre igualdad real y legal y examina la violencia sobre la mujer desde diferentes prismas, así como sus consecuencias para las mujeres y para sus hijas e hijos.