Nuria Colomar, estudiante del Grado en Enfermería de la Universidad Camilo José Cela (UCJC), ha llevado su Trabajo de Fin de Grado (TFG) a un nivel internacional, pues ha desarrollado un protocolo de atención prenatal en Calcuta, India. Durante dos meses de prácticas en el Instituto de India para Madres y Niños (IMC), Nuria ha trabajado directamente con las comunidades más vulnerables, identificando necesidades clave y proponiendo soluciones prácticas para mejorar la salud de madres y recién nacidos.
“Quería que mi TFG tuviera un impacto real y significativo, y gracias al apoyo de la UCJC y la colaboración con el IMC, pude contribuir a optimizar la atención prenatal en esta región”, explicó Nuria. Su proyecto se centró en identificar brechas en la atención primaria y diseñar un protocolo que busca reducir los riesgos asociados al embarazo, promoviendo prácticas más seguras y efectivas.
El proyecto ha contado con el apoyo cercano de su tutor, Jaime Barrio, quien viajó a Calcuta durante una semana para trabajar junto a Nuria en la implementación y validación del protocolo. “La experiencia en terreno permitió a Nuria observar de primera mano las necesidades de la población y adaptar su propuesta a las realidades locales. Esto no solo enriqueció su formación, sino que también resultó en un proyecto con un impacto directo en la comunidad”, destacó Jaime.
Entre las actividades realizadas, Nuria lideró entrevistas con profesionales de la salud y trabajó junto al personal del IMC para establecer nuevas pautas de atención prenatal. Estas medidas buscan garantizar un seguimiento más eficaz y personalizado para las mujeres embarazadas, mejorando significativamente sus condiciones de cuidado.
Un ejemplo de compromiso e impacto social
El éxito del proyecto de Núria es una muestra de cómo los estudiantes pueden aplicar su conocimiento para generar cambios positivos a nivel global. Además, su experiencia pone en valor la importancia de fomentar iniciativas internacionales en la formación académica.
“Este trabajo me permitió entender cómo pequeños cambios en los protocolos pueden marcar una gran diferencia en comunidades que enfrentan tantos desafíos. Espero que esta experiencia inspire a más estudiantes a explorar oportunidades similares”, añadió Núria.
El protocolo desarrollado por Nuria está siendo evaluado por el IMC para su posible adopción y aplicación en otras áreas de la región. Además, este proyecto ha servido como base para futuras colaboraciones entre la UCJC y organizaciones internacionales, fortaleciendo el impacto social de los trabajos realizados por sus estudiantes.
Con proyectos como este, se demuestra cómo el compromiso, la empatía y el conocimiento pueden transformar vidas, rompiendo barreras geográficas y generando esperanza en comunidades necesitadas.