El Cabildo de Lanzarote adquiere la emblemática Casa de los Cabrerones para preservar el patrimonio cultural de la isla

 

La compra, por un importe de 595.000 euros, “subraya el compromiso de la Institución con la protección y puesta en valor del patrimonio cultural y arquitectónico de Lanzarote”, ha remarcado el presidente Oswaldo Betancort

El Cabildo de Lanzarote, liderado por el presidente Oswaldo Betancort, ha aprobado en el Consejo de Gobierno celebrado este jueves, el expediente de adquisición de la histórica edificación conocida como la Casa de los Cabrerones, situada en la calle Ingeniero Paz Peraza, esquina Pérez Galdós, en Arrecife. 

La compra, por un importe de 595.000 euros, “subraya el compromiso de la Institución con la protección y puesta en valor del patrimonio cultural y arquitectónico de Lanzarote y La Graciosa”, ha remarcado el presidente insular.

La Casa de los Cabrerones, una construcción del siglo XIX incluida en el Catálogo Arquitectónico de Arrecife, es reconocida por su importancia histórica y cultural. Esta edificación, que cuenta con dos plantas y una superficie total construida de 661 metros cuadrados, se erige como uno de los pocos exponentes arquitectónicos de su época aún conservados en la capital insular.

En palabras de la consejera responsable del Área de Patrimonio, Ascensión Toledo, “la adquisición de la Casa de los Cabrerones representa un paso significativo en nuestra labor de preservar la memoria histórica de Lanzarote. Este inmueble es un testimonio vivo de nuestra herencia y un símbolo de la identidad cultural que queremos proteger y legar a las generaciones futuras.”

Un inmueble con mucha historia

Este edificio localizado en la barriada de Valterra tiene una rica historia vinculada a la vida social y, sobre todo, sanitaria de Lanzarote. Construida por la familia Cabrera, la casa fue conocida también como Sitio Cabrerón. Entre sus usos históricos destaca su función como el Hospital de Los Dolores, que operó entre 1887 y 1902, siendo la primera referencia sanitaria insular. Posteriormente, la edificación desempeñó diversos roles, como punto de comercio, salón de baile para los tradicionales bailes de candil, y hasta intendencia militar.

Su valor arquitectónico reside no solo en su calidad constructiva, sino también en su tipología, siendo una de las pocas casas nobles de dos alturas que aún subsisten en Arrecife. Estas características lo convierten en un ejemplo único del patrimonio arquitectónico insular, digno de ser protegido y rehabilitado.

La Casa de los Cabrerones será objeto de futuros proyectos de rehabilitación que buscarán devolverle su esplendor original, al tiempo que se definan nuevos usos que permitan integrarla en la vida cultural y social de la isla.

“La adquisición de este inmueble se enmarca en los esfuerzos del Cabildo por reforzar nuestra política de conservación del patrimonio, buscando un equilibrio entre desarrollo urbano y protección histórica”, ha concluido Oswaldo Betancort.