El Consejo de Gobierno de la Universidad de Málaga ha dado hoy luz verde al presupuesto de la institución para el ejercicio 2025, el cual deberá será remitido mañana al Consejo Social para su aprobación definitiva. En la misma sesión, se ha aprobado el V Plan Estratégico Institucional 2025-2030, que presentará al Claustro universitario el próximo mes de enero. 

El presupuesto 2025 de la UMA superará ligeramente los 321 millones de euros, con un incremento del 2,9% respecto al ejercicio anterior. Los ingresos por transferencias corrientes alcanzarán el 69% del total, experimentando un aumento del 3,6%, principalmente por el incremento de fondos derivados del nuevo modelo andaluz de financiación. Los ingresos patrimoniales, aunque representan solo el 2%, registrarán un incremento significativo del 296%.

Estas son las primeras cuentas anuales elaboradas por el actual Equipo de Gobierno, liderado por el rector Teodomiro López, quien asumió su cargo el pasado enero tras su elección en diciembre del año pasado. El nuevo presupuesto sucederá a las cuentas prorrogadas de 2023, con las que la institución ha desarrollado su actividad durante el presente ejercicio. En su intervención, previa a su presentación, el rector ha destacado las constantes reivindicaciones de las universidades públicas andaluzas en relación con la infrafinanciación de estas, “un asunto que siempre hemos compartido todos los rectores y la rectora en el contexto de la AUPA, y una prioridad absoluta para la Universidad de Málaga”.

Durante la sesión, la gerente de la Universidad de Málaga, Rosario Gómez, presentó las principales líneas de un presupuesto que incluye un Plan de Estabilidad Financiera 2025-2027, aprobado por la Junta de Andalucía. Dicho plan recoge un conjunto de medidas orientadas a garantizar la sostenibilidad de la institución, basadas en la mejora de los ingresos, la racionalización del gasto y la optimización de los recursos de la universidad. “Su formalización fue un requisito previo para que se pudiera formalizar recientemente un préstamo de hasta 48,5 millones de euros, destinado a financiar infraestructuras clave para la Universidad”, ha recordado Gómez.

La gerente ha señalado que el presupuesto se ve “fuertemente condicionado por la grave situación financiera heredada de los ejercicios 2022 y 2023”. En este contexto, explicó que uno de los principales factores del desequilibrio fue la expectativa del anterior equipo económico de obtener un préstamo de 24,8 millones de euros, «que finalmente no llegó a concretarse», y que se tradujo incluso en un déficit mayor, cercano a los 27 millones. Asimismo, informó que la institución acumuló pagos pendientes por un importe aproximado de 18 millones de euros. “De esa cifra, 7 millones ya han sido cubiertos con cargo al presupuesto de 2024, mientras que los 11 restantes continúan pendientes de liquidación”, detalló.

Otro factor determinante en el desequilibrio es la reducción de la participación de la Universidad de Málaga en el reparto de fondos asignados por la Junta de Andalucía a las universidades públicas. Si en 2012 la UMA recibía el 15,1% de la financiación, en 2024 solo recibe el 13,8%, con una aportación por estudiante inferior a la media de las universidades andaluzas. «Si analizamos las cifras, esta reducción en el período 2012-2024 ha supuesto una pérdida acumulada de 216,54 millones de euros en ingresos para la institución», detalló la gerente.

Durante la defensa del Presupuesto, la gerente ha explicado la filosofía que guía la planificación económica para 2025, estructurada en tres ejes principales. En primer lugar, se priorizará la contención del gasto, con el objetivo de garantizar una gestión eficiente de los recursos. En segundo lugar, se apostará por la generación de nuevos ingresos propios, centrados especialmente en la explotación de los recursos patrimoniales de la Universidad. Por último, se reforzará el compromiso con la calidad de la docencia y la investigación, mejorando la financiación destinada a centros y departamentos.

En el capítulo de gastos, los costes de personal alcanzarán los 220,6 millones de euros, lo que supone cerca del 70% del total del presupuesto, con un aumento del 3,3%. Atendiendo al Plan de Estabilidad Financiera, los gastos corrientes se reducen en un 1,8%. En este capítulo, las partidas correspondientes a los vicerrectorados disminuyen un 8,4%, mientras que las de centros y departamentos experimentan un incremento de un 22,1%. Además, se contemplan importantes medidas de ahorro, como reducciones en las tasas de reposición del Personal Docente e Investigador y del Técnico de Gestión y Administración y Servicios en los próximos tres años, así como la amortización de plazas de Profesor Ayudante Doctor, que serán suplidas con cargo al programa nacional Mari Goyri. También se incorporan medidas de alivio en los gastos corrientes generales, destacando un fuerte ahorro por consumos energéticos, y una mayor racionalidad en las ayudas propias, mejorando su progresividad y evitando duplicidades. En cuanto al cierre del ejercicio 2024, Gómez ha destacado que «se espera una notable reducción del déficit ajustado en comparación con 2023, pasando de casi 27 millones a una cifra en torno a los 3 millones de euros». 

Respecto a la previsión de ingresos, a partir de las cifras del Proyecto de Ley del Presupuesto de la Comunidad Autónoma de Andalucía se estima que la Universidad de Málaga recibirá en 2025 con cargo al modelo de financiación unos 238 millones de euros, lo que supone un incremento de 7 millones respecto al año anterior. Entre las medidas destacadas en este capítulo, se prevén varias actuaciones coordinadas por el Vicerrectorado de Infraestructuras, que aumentarán los ingresos patrimoniales de la Universidad, algunos con impacto presupuestario importante en 2025, como es el caso de la construcción y explotación de una nueva residencia de estudiantes.

V Plan Estratégico 2025-2030

El Consejo de Gobierno ha aprobado, en la misma sesión, el V Plan Estratégico 2025-2030 de la Universidad de Málaga. Este documento, que se remitirá para su debate y aportación al Claustro universitario el próximo mes de enero, establece las líneas fundamentales de acción de la UMA durante los próximos cinco años, señalando nuevas metas en los ámbitos laboral, social, académico, internacional, de investigación, innovación, transferencia de conocimiento, modernización de sus estructuras y sostenibilidad, entre otras.

Bajo el lema «Universal. Malagueña. Abierta.», el Plan ha sido elaborado a lo largo de 2024 mediante un proceso abierto y colaborativo, liderado por el rector y coordinado por el vicerrector de Reforma Estatutaria, Relaciones de Empleo y Negociación Colectiva, Francisco Vila. El proceso ha contado con la participación de todos los vicerrectorados de la UMA y de más de 2.000 miembros de la comunidad universitaria, quienes, a título personal, han aportado sus ideas a través de la plataforma online ‘Ágora’.

 


Además, se han unido a su formulación instituciones públicas y privadas, empresas y colegios profesionales de la provincia mediante la celebración de ‘foros de participación social’. “Este enfoque ha permitido enriquecer la planificación con más de 100 aportaciones internas y 80 externas, conformando un plan que refleja tanto las necesidades y aspiraciones de la comunidad universitaria, como las de nuestro entorno social y productivo”, ha explicado Vila. 

El V Plan Estratégico, que ha sido el más participativo en la historia de la Universidad de Málaga, se articula en torno a cinco áreas: las Personas; la Docencia; la Investigación, Transferencia e Innovación; la Gobernanza; y los Espacios. “Elegir a las personas como primer capítulo del Plan no es en absoluto casualidad, ya que son el elemento clave y transversal en torno a todo su articulado”, ha precisado. 

“Su enfoque abierto y participativo, junto con las áreas estratégicas establecidas, asegura una planificación flexible y preparada para enfrentar los desafíos que la Universidad de Málaga deberá abordar en los próximos años”, destacó el vicerrector durante la presentación del documento.