El Gobierno de Navarra, a través de la Dirección General de Interior, ha elaborado el Plan Estratégico de Policía Foral 2024-2027, el cual define las líneas para el desarrollo del cuerpo durante los próximos años. Este pone el foco en la atención a las víctimas, la resolución de los problemas de seguridad, la competencia de tráfico, la modernización y el talento como ejes estratégicos, que se concretan en 18 objetivos y 32 proyectos.
El plan ha sido presentado esta mañana por la consejera de Interior, Función Pública y Justicia, Amparo López, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañada por el jefe de la Policía Foral, Iván Ortueta, y el jefe de la División General Técnica de Policía Foral, José Antonio Larrasoaña.
La consejera López ha señalado el compromiso del Ejecutivo Foral por “avanzar en la prestación del servicio policial desde la cercanía a los navarros y las navarras, sus demandas y los retos de la sociedad actual, y la voluntad de reforzar el crecimiento, desarrollo y competencias de la Policía Foral”, que tiene su reflejo en la apuesta presupuestaria del Gobierno, “que ha crecido en torno a un 30% en la anterior legislatura”.
López ha destacado, asimismo, el trabajo del Gobierno por una mejor prestación del servicio del cuerpo policial, que “se ha visto reforzada con la aprobación del reglamento de horarios, jornadas y retribuciones, que reconoce la naturaleza singular y exigencia de la labor policial según criterios de riesgo, disponibilidad y localización permanente y redunda en una organización más eficiente para un mejor servicio de protección y seguridad ciudadana”.
De cara al futuro, gracias al nuevo plan estratégico, la Policía Foral refuerza su compromiso con “la resolución de los retos relacionados con la seguridad, teniendo en cuenta las necesidades de las víctimas, cooperando con el resto de cuerpos policiales y utilizando la tecnología y la inteligencia como mecanismos de prevención y anticipación de las amenazas”, ha subrayado la consejera de Interior.
Por su parte, el jefe de la Policía Foral, Iván Ortueta, ha insistido en la importancia del Plan Estratégico de cara a “dar respuesta a las principales demandas en materia de políticas públicas de seguridad”, entre las que ha enumerado, entre otros, la violencia sobre la mujer, el tráfico y consumo de drogas, la cibercriminalidad, el ocio nocturno o la convivencia en el entorno escolar. También ha destacado la apuesta por un “cambio de paradigma que coloca a la víctima en el centro de la acción policial”, reforzándose su atención y el acompañamiento a lo largo de todo el proceso.
5 ejes estratégicos, 18 objetivos y 32 proyectos
El documento supone una evolución que consolida el trabajo iniciado en los planes anteriores y da respuesta a los nuevos retos de la organización, identificados a partir de herramientas de diagnóstico y análisis.
Tras la revisión de los principios estratégicos y el modelo policial, se han definido los 5 principales retos a conseguir para la Policía Foral en el marco de los próximos cuatro años, que se han concretado en 18 objetivos prioritarios y 32 proyectos.
Seguridad ciudadana y criminalidad
Navarra es un territorio seguro y se caracteriza por una alta percepción de seguridad. De hecho, la seguridad es el servicio público mejor valorado por la ciudadanía navarra, según el panel Co.Ciudadana, y se sitúa como el segundo en la ‘Encuesta sobre la Confianza ciudadana en las instituciones y la Percepción ciudadana en la prestación de servicios públicos de Navarra’.
El nuevo Plan Estratégico de Policía Foral destina uno de sus cinco ejes estratégicos a la resolución de problemas de seguridad para reforzar la protección, la investigación y la prevención de la delincuencia desde el análisis riguroso de las diferentes tendencias sociales.
Entre los proyectos, destacan el Plan de convivencia en el entorno escolar, el Plan sobre la delincuencia asociada al ocio nocturno, el Plan de actuación para la prevención del consumo y tráfico de droga o el Plan contra la violencia hacia las mujeres.
Atención a las víctimas
El segundo eje, por su parte, se centra en la atención a las víctimas, para otorgarles un lugar prioritario y un protagonismo destacado, ofreciéndoles una mayor y mejor atención tanto en el momento de sufrir el daño como en el acompañamiento y seguimiento posterior.
Para ello, se trabajará en la creación de un plan de atención centrado en la víctima, donde se elaborará una tipología y definición del tipo de víctimas existentes, para establecer procedimientos de atención para cada casuística, valorando sus necesidades y demandas. Asimismo, se formará a las y los agentes de Policía Foral para mejorar la capacidad de adaptación de la atención a las víctimas en función de su tipología.
La competencia de Tráfico
La próxima recuperación de la competencia de Tráfico, tras la modificación de la Ley Orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Fuero de Navarra (LORAFNA), conforma el tercer objetivo estratégico de este documento, en el que la Policía Foral apuesta por asegurar un traspaso ágil y ordenado y fomentar una seguridad vial basada en la inteligencia, sensibilización, evolución tecnológica y disponibilidad de medios que apoye la reducción de la siniestralidad en las carreteras navarras.
Para ello, el plan ha determinado como proyectos la renovación de la flota de vehículos utilizados por las patrullas de tráfico y seguridad vial, la ordenación de competencias en seguridad vial en Navarra con las entidades locales y otros cuerpos policiales con competencias en esta materia y continuar el trabajo para la reducción de la siniestralidad en carretera, entre otros.
La modernización y el fomento del talento
El cuarto eje estratégico contempla el reto de la modernización, el avance en el desarrollo tecnológico y la incorporación de las novedades técnicas y de conocimiento modernas e innovadoras, así como fomentar la excelencia operacional en la gestión de los procesos.
Entre los proyectos fijados para la consecución de este eje, destaca el trabajo para renovar y dotar de nuevas infraestructuras al cuerpo, como el proyecto para construir una nueva sede central que sustituya a la de Beloso, la puesta en marcha de la Oficina de Protección del Dato y la implantación del Plan TICs para abordar tecnologías de vanguardia como la Inteligencia Artificial o la analítica de datos, entre otros.
Por último, el quinto eje estratégico consiste en el fomento del talento y las personas, avanzando en conceptos como la cultura organizativa, el clima laboral o la gestión del conocimiento y el talento.
Para ello, se elaborará un plan para el impulso de nuevas incorporaciones, analizando y proyectando las nuevas necesidades de personal en número, en conocimientos y capacidades, y se trabajará en hacer atractiva la organización para la atracción del talento joven. En este eje se contempla también la redefinición de los planes de formación y el impulso al desarrollo de la carrera profesional dentro del cuerpo, entre otros.