Los Premios Nacionales de Artesanía 2024 han reunido a finalistas artesanos de todo el país en el salón de actos del Ministerio de Industria y Turismo para hacerles entrega de los galardones de esta decimoséptima edición a los ganadores del certamen. Estos reconocimientos distinguen a actores relevantes de la artesanía nacional española que, con su trabajo, hacen del sector un motor de economía, empleo e innovación y, a la vez, otorgan un valor añadido al prestigio de nuestro país.
Las personas y entidades reconocidas han recibido sus galardones de manos del ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu; de la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró; del director general de la Escuela de Organización Industrial (EOI), José Bayón; de la secretaria general de la EOI, Mónica Bando; y de la directora financiera de EOI, Carmen Ruiz.
Para Jordi Hereu se trata de un sector de renombre internacional que ha elevado su competitividad a través de la innovación, las TIC y un enfoque más orientado hacia la comercialización de sus procesos. Además, el ministro destacó la estrecha colaboración entre las Comunidades Autónomas y la alianza entre los sectores público y privado como motor para impulsar la artesanía en España.
Un total de cinco modalidades componen los galardones: Premio Nacional, Premio Producto, Premio al Emprendimiento, Premio Promociona para Entidades Privadas y Premio Promociona para Entidades Públicas.
En la presente edición, la XVII, los reconocimientos han recaído en las siguientes personas y entidades:
– Premio Nacional: Miguel Ángel Torres Ferreras, maestro artesano de La Rambla, con más de 40 años de experiencia, que destaca por su evolución de la alfarería tradicional a la cerámica contemporánea. Su trabajo se distingue por la innovación en técnicas cerámicas y el compromiso con la sostenibilidad en los procesos. La marca de Torres Ferreras se ha visto fortalecida gracias al relevo generacional, donde sus hijos han integrado nuevas ideas y perspectivas creativas, ofreciendo piezas exclusivas que combinan funcionalidad, diseño y alta calidad.
– Premio Producto: Raúl Rodríguez Arias, por su colección Piel de Mouro, una propuesta que realza la esencia de la materia prima en sus creaciones, destacando la textura y la «piel» de la cerámica al explorar los límites del torno. Sus piezas, que combinan la tradición artesanal con una visión contemporánea, renacen a partir de fragmentos de objetos familiares recuperados y datados mediante excavaciones arqueológicas, ofreciendo un diálogo entre el pasado y la innovación.
– Premio al Emprendimiento: Laura Siles Ceballos, por su proyecto Mutur Beltz, una iniciativa que integra artesanía textil, sostenibilidad e innovación cultural. Su labor abarca desde la investigación de la lana autóctona del Valle de Carranza hasta el diseño y desarrollo de productos textiles que incluyen piezas escultóricas, moda y complementos técnicos y artísticos. Mutur Beltz es un reflejo de su compromiso con la sostenibilidad, la excelencia y la modernización de la artesanía local, fusionando tradición y diseño contemporáneo de manera única.
– Premio Promociona para Entidades Privadas: Escuela de Herreros de Ramón Recuero, por la creación de una escuela dedicada a la formación de jóvenes en el oficio de la herrería tradicional. Esta iniciativa busca abordar la falta de oferta educativa en el sector y garantizar el relevo generacional, fomentando el aprendizaje a través de cursos presenciales y online, asesoramiento especializado, así como la creación de piezas y diseños contemporáneos que combinan tradición e innovación.
– Premio Promociona para Entidades Públicas: ETURIA, Empresa Pública de Promoción del Turismo y la Artesanía de Castilla-La Mancha por su marca Legado Artesano que promueve y visibiliza la artesanía de calidad de la región y protege el legado de unos 700 artesanos y 71 oficios activos, promoviendo una identidad colectiva que combina tradición y modernidad. ETURIA ha difundido la marca mediante estrategias que incluyen la participación en mercados nacionales e internacionales y la creación de sinergias con sectores como la moda, el diseño y la arquitectura, fortaleciendo la presencia global de la artesanía castellanomanchega, a la vez que contribuye al desarrollo local y la generación de empleo en zonas rurales.