Las sociedades neolíticas ibéricas tenían un conocimiento profundo de técnicas y materiales para el tiro con arco

La investigación interdisciplinaria de restos arqueológicos hallados en la Cueva de Los Murciélagos (Albuñol, Granada) ha revelado la sofisticación del equipamiento para el tiro al arco del Neolítico Antiguo en la península Ibérica (5300-4900 a.C.), con información inédita en el contexto europeo sobre los materiales y técnicas de fabricación utilizados.

En el estudio publicado en Scientific Reports (grupo Nature) han participado varia instituciones. Entre sus participantes se encuentran investigadores de la la Universidad de Alcalá (UAH) como Francisco Martínez Sevilla, y miembros del Instituto de Ciencias del Patrimonio (INCIPIT-CSIC), del Instituto de la UAB de Ciencia y Tecnología Ambientales (ICTA-UAB), así como la Universidad de la Costa Azul y el CNRS, de Francia, liderados por la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

La excepcional conservación de los restos orgánicos, que se han preservado al desecarse, ha permitido identificar y documentar elementos del equipamiento de tiro con arco de las poblaciones neolíticas que habitaron el suroeste peninsular hace unos 7.000 años. Entre los hallazgos se encuentran flechas conservadas con sus plumas originales, restos de fibras y dos cuerdas de arco hechas de tendones de animales, que son las más antiguas encontradas hasta ahora en Europa.

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Tres flechas neolíticas recuperadas en la Cueva de Los Murciélagos de Albuñol. © Proyecto MUTERMUR

«La identificación de estas cuerdas de arco marca un paso crucial en el estudio del armamento neolítico. No solo hemos podido confirmar el uso de tendones de animales para fabricarlas, también identificar el género o especie de animal del que proceden», explica Ingrid Bertin, investigadora de la UAB y primera autora del artículo publicado. Se utilizaron tendones de Capra sp. (género que incluye varias especies de cabras e íbices), de Sus sp. (género al que pertenecen el jabalí y el cerdo) y de corzo, que fueron torsionados entre sí para crear cuerdas de longitud suficiente. «Con esta técnica se pudieron fabricar cuerdas fuertes y flexibles, con el fin de satisfacer las necesidades de los arqueros experimentados. Este grado de precisión y dominio técnico, donde cada detalle cuenta, atestigua el conocimiento excepcional de estos artesanos neolíticos», señala Raquel Piqué, investigadora del Departamento de Prehistoria de la UAB y coordinadora del estudio.

RECURSOS LOCALES Y TRASNFORMACIÓN CUIDADOSA

Los astiles de flecha, por su parte, aportan nueva información sobre el uso de los recursos locales y su cuidadosa transformación. Por primera vez, el análisis ha revelado el uso de madera de olivo (Olea europaea) y de caña (Phragmites sp).

El uso de cañas para la fabricación de flechas en la Prehistoria en Europa, una hipótesis considerada por los investigadores durante décadas, finalmente se ve confirmada por estos descubrimientos. Además, destaca la combinación de madera de olivo, sauce y caña, que supone una selección de materiales especialmente interesante.

Finalmente, los astiles de las flechas fueron recubiertos con brea de abedul, un material obtenido mediante un tratamiento térmico controlado de la corteza de este árbol, utilizado no solo por sus propiedades protectoras, sino también, probablemente, decorativas, lo que añade una dimensión estética y funcional al equipo.

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Fragmentos de las cuerdas de arco de tendón de la Cueva de Los Murciélagos de Albuñol. © Proyecto MUTERMUR

NUEVA PERSPECTIVA SOBRE LOS GRUPOS NEOLÍTICOS DE LA REGIÓN

Desde principios del Neolítico, las poblaciones han desarrollado conocimientos técnicos que atestiguan una impresionante adaptación a los recursos locales, pero la combinación de materiales variados y técnicas avanzadas de ensamblaje identificada en este estudio redefine nuestra comprensión sobre las tecnologías utilizadas por las comunidades prehistóricas y ofrece una nueva perspectiva sobre las sociedades neolíticas de la región, destaca el equipo de investigación.

Estos hallazgos contribuyen a enriquecer la comprensión de las prácticas artesanales y la vida cotidiana de las sociedades prehistóricas y aportan un mejor conocimiento de la esfera simbólica vinculada a estos ajuares procedentes de un contexto funerario, como es el de La Cueva de Los Murciélagos. Los descubrimientos realizados en esta cueva, concluye el equipo de investigación, redefinen los límites de nuestro conocimiento sobre las primeras sociedades agrícolas de Europa y ofrecen una mirada única a los materiales y prácticas ancestrales del tiro con arco.

El estudio de los restos arqueológicos se ha realizado aplicando técnicas avanzadas de microscopía y análisis biomoleculares, que combinan análisis de proteínas y lípidos.

La investigación se ha llevado a cabo en el marco del proyecto CHEMARCH (MSCA-ITN-EJD, The chemistry and molecular biology of prehistoric artefacts) financiado por el programa de la Unión Europea Horizon 2020, y ha contado con la participación del ICTA-UAB, la Universidad de Alcalá de Henares, el INCIPIT-CSIC, la Universidad de Córdoba, la Universidad de Las Palmas de Gran Canarias, la Universidad de la Costa Azul y el CNRS (Francia).

Se ha realizado también en el marco del proyecto De los museos al territorio: actualizando el estudio de la Cueva de los Murciélagos de Albuñol (Granada) (MUTERMUR), financiado por la Comunidad de Madrid y la Universidad de Alcalá. El objetivo de este proyecto es el estudio holístico del yacimiento y su registro material, aplicando las últimas técnicas arqueométricas y generando datos científicos de calidad. El proyecto contó también con la colaboración del Museo Arqueológico Nacional, el Museo Arqueológico y Etnológico de Granada, el Ayuntamiento de Albuñol y los propietarios de la cueva.

https://doi.org/10.1038/s41598-024-77224-w