Albacete, 9 de diciembre de 2024.- El emblemático Chalé Fontecha se convierte hasta el 7 de marzo de 2025 en el escenario de un hito cultural para la provincia de Albacete con la inauguración de la exposición ‘One and Twelve Chairs’, un innovador proyecto que fusiona artesanía, arte y diseño contemporáneo.
Esta muestra, organizada por la Diputación de Albacete a través de su Servicio de Educación y Cultura, rinde homenaje a las raíces tradicionales y las proyecta hacia el futuro con creatividad y un aire innovador único.
Durante la inauguración, el presidente de la Diputación, Santi Cabañero, ha destacado con gran orgullo el simbolismo de esta exposición en el marco del renacer cultural del Chalé Fontecha, recientemente recuperado como ‘faro cultural’ de la provincia.
“Lo decíamos en la inauguración de esta casa: queríamos que fuera ‘el corazón del saber’, del saber de lo nuestro, pero un ‘nuestro’ incluyente, identitario, en el que todo el mundo se pudiera sentir identificado; éste es el segundo gran acto que celebramos aquí y no es casual: el primero quisimos que fuese con quien recoge mejor el saber de toda nuestra región: nuestra Universidad de Castilla- La Mancha; y queríamos que el segundo gran acto fuera éste, porque somos una tierra de artesanos y artesanas, de la cuchillería, de la alfarería, de la madera, del metal, del vidrio… tenemos esa riqueza etnográfica y queríamos que ocupara el mejor de los lugares, además, mezclando tradición con modernidad”, ha señalado, ante el gran número de personas que ha acudido al evento, incluyendo a representantes del ámbito cultural así como de todas las instituciones, de lo local a lo nacional (Ayuntamiento de Albacete y de algunas de las localidades implicadas en la iniciativa, JCCM, Cortes de C-LM, Senado y la propia Diputación Provincial).
Una exposición con la que la Diputación “será ambiciosa”
Como ha explicado, ‘One and Twelve Chairs’ es el resultado de un largo proceso de creación y documentación que ha involucrado a trece artesanos de nueve municipios de la provincia. Como ha indicado el diputado de Educación y Cultura, Miguel Zamora, este proyecto marca un antes y un después en cómo la Diputación quiere mostrar la cultura de la provincia: sin complejos, con ambición, y con el firme objetivo de ser referente más allá de nuestras fronteras.
Una misión en la que, como ha asegurado Cabañero, ha sido imprescindible el valor de la colaboración entre los artesanos y artesanas con la propia comisaria (e ‘ideadora’) de la exposición, la diseñadora Natalia Ortega, que ha ‘reimaginado’ el patrimonio cultural provincial con una sensibilidad contemporánea.
“Ésta es una exposición ‘viva’, una exposición que ha evolucionado y que sabemos que va a evolucionar más; lo decíamos antes con Natalia (la ‘mente pensante’ de esta exposición, la ‘creadora’, ella ha puesto ‘la idea’ y ‘las manos’ las han puesto también los artesanos y artesanas a quienes les tenemos tanto que agradecer…), le decía que nos comprometemos a ser ambiciosos con esta exposición; ¿por qué no Arco? seguro que tenemos un espacio ahí y que tenemos que presumir de esta exposición, porque representa lo mejor de nuestra historia, lo mejor de nuestra tradición, lo mejor de nuestros oficios artesanos; y somos capaces de demostrar que no está reñida la tradición con la modernidad, lo clásico con lo moderno”, ha señalado el presidente.
Utilizando como hilo conductor la icónica silla castellana de enea, las intervenciones artísticas de cada artesano y artesana ha transformado este elemento tradicional en obras únicas que reflejan ese diálogo entre tradición y modernidad, respondiendo al proceso que ha explicado una emocionada Natalia que, acostumbrada a deslumbrar en distintos países, se encontraba por primera vez ante su gente.
“Quiero agradecer a la Diputación de Albacete que haya abiertor las puertas a una exposición tan interesante que empezó con la idea de que sería bonito realizar proyectos de diseño con diferentes artesanos y artesanías de la provincia de Albacete pero que, desde ahí, ha ido creciendo mucho, muchísimo, hasta incluso editar un libro; tuve que elegir un elemento común para trabajar con todos los artesanos y tuve claro que sería la silla castellana, por cómo nos representa y por el hecho de cómo el asiento representa la forma en que nuestra tierra acoge a todas las personas que viene a visitarla; una vez que tuvimos este elemento, visité a todos los artesanos en diferentes pueblos; quería que su reflejo y su alma estuviese reflejado en las sillas, y creo que se ha logrado”, ha señalado.
Esos artesanos y artesanas participantes son: José Gallego Toro, de Albacete (restaurador de las doce sillas); Agnelio Serrano y Maximiliano Lozano, de Riópar (artesanos del Bronce); Ana Belén López, de Villarrobledo (artesana de la lana); Juan Cebrián, de la Roda (artesano alfarero); Luis Machi, de Albacete (artesano del vidrio soplado); Francisco Fernández, de La Roda (artesano de la cerámica); Pedro Marín, de Elche de la Sierra (artesano de la madera); Santiago Rodríguez, de Elche de la Sierra, (artesano de la madera); Manuel Fernández, de Albacete (artesano cuchillero); Sergio Rosa, de Casas de Lázaro (artesano de los telares); Juan Manuel Marcilla, de Lezuza (artesano del mimbre); José Miguel Martínez, de Tarazona de la Mancha (artesano del metal); y Juan Atiénzar, de Madrigueras (artesano del esparto).
En nombre de todos ellos, Manuel Fernández, artesano cuchillero de una familia en la que él representa la cuarta generación cuchillera, ha explicado algo clave que descubrió cuando pudo trabajar por primera vez con Natalia, y que le ha dado valor añadido a su labor: “Tan importante como mantener la tradición es aplicar la innovación, tanto en los materiales como en los diseños; esta combinación entre tradición e innovación es lo que hace posible alcanzar la excelencia en la alta artesanía; desde entonces hemos seguido trabajando juntos y espero seguir haciéndolo por mucho tiempo, porque no hay nada más bonito que compartir trabajos con alguien cuyo arte encaja perfectamente con el tuyo”, ha explicado.
Cuatro espacios, una experiencia única
La exposición, diseñada para ofrecer una experiencia inmersiva, está dividida en cuatro áreas:
La Sala de Exposiciones muestra 19 fotografías de Clara Lozano que capturan con sensibilidad los detalles más íntimos de los procesos creativos de los artesanos y artesanas, desde sus manos hasta los materiales y herramientas que dan vida a su oficio.
En la Sala Multimedia, se puede disfrutar de las doce sillas castellanas restauradas y transformadas por los artesanos y Natalia Ortega, que combinan la maestría tradicional con una visión artística vanguardista.
En el hall, el público encuentra las materias primas. Barro, metal, vidrio, madera y fibras vegetales… se presentan en su estado más puro, junto a un libro editado también como parte valiosa y clave de esta ambiciosa propuesta de la Diputación de Albacete, documentando con el proceso creativo y el trabajo colaborativo detrás de la exposición con sutilidad y elegancia: las mismas que encarnan los pedestales y tótems diseñados con espejos de forma específica para esta exposición, reflejando el entorno único con un elemento de vanguardia pero acorde al espacio.
Por último, el jardín del Chalé muestra otras 20 fotografías de gran formato que retratan primeros planos del trabajo de los artesanos y las artesanas, complementadas por material multimedia accesible mediante códigos QR, que permiten al visitante profundizar en el proceso creativo.
Un compromiso con el arte y la cultura
El presidente Cabañero ha expresado su orgullo por liderar una Diputación que apuesta por iniciativas culturales de este calibre, recordando que esta exposición no sólo celebra la esencia de Albacete, sino que refleja la visión de futuro de la provincia. “Esta muestra es un viaje por nuestras raíces y una ventana al mundo, que nos recuerda que lo nuestro tiene todo para ser admirado en cualquier rincón del planeta”, ha concluido animando al público a disfrutarla y a animar a otras personas a que lo hagan. ‘One and Twelve Chairs’ no sólo es arte: es la historia viva de la provincia, transformada en un símbolo de excelencia y proyección cultural.