Historia de un piano: patrimonio musical recuperado por la UNED

Hoy, en el vestíbulo del Edificio de Humanidades de la UNED, las Facultades de Filología, Filosofía y de Geografía e Historia han presentado una pieza única: un piano Rönisch de 1881 completamente restaurado.

 

La pianista Rosa I. Blanco ha ofrecido un recital, interpretando obras de grandes compositores como Mozart, Albéniz y Chopin. Durante su actuación, se pudo apreciar la sonoridad excepcional del instrumento, completamente restaurado, que resonó con claridad y profundidad en cada nota.

 

La profesora de la Facultad de Filología, Nuria Polo, relata como hace un año, durante la preparación de los actos para la graduación de los estudiantes de Filología, se descubrió en la sala un piano de media cola, con cuerpo de madera lacado en negro y teclado de marfil y ébano, con un exclusivo trabajo de ebanistería. Las rozaduras y los arañazos de la madera no restaban majestuosidad y dignidad a un instrumento concebido para ser el centro de atención en eventos musicales, para el disfrute de los sentidos.

 

El instrumento que había estado en el mismo sitio, en desuso desde 1990, se encontraba cubierto de una gruesa capa de polvo, con una pata rota, una tecla despegada, y atrapado en una estructura metálica que impedía sacarlo con facilidad para evaluar su estado. Numerosos miembros de la comunidad universitaria se implicaron en el proceso de recuperación, que se inició con un complejo trabajo de liberación.

 

El piano es de la marca Rönisch, muy similar al que se conserva en el Museo de la Música de Barcelona y que perteneció a Isaac Albéniz, fue fabricado en el año 1881 y ha experimentado un proceso de restauración significativo. Inicialmente, un afinador especializado advirtió que el instrumento requería un afine repetido para compensar tres décadas de desuso, dejando en el aire la posibilidad de una reconstrucción completa. Al contactar con una empresa reparadora de estos instrumentos se sugirió restaurar los interiores de este para que las afinaciones fuesen duraderas y se pudiera usar de forma regular con acompañamiento de otros instrumentos. La labor restauradora permitió conservar las piezas originales para mantener la sonoridad propia de un instrumento de finales del siglo XIX.

 

Una vez recuperado, el piano ahora forma parte del patrimonio de la UNED. Se investigó su origen, y tras algunas indagaciones, se averiguó que el instrumento fue donado por Juan Antonio Labat de la Plaza, secretario del Consejo Social de la UNED hasta 2008. La Universidad está muy agradecida por esta donación a Juan Antonio y todos los que han hecho posible la recuperación de este inmenso tesoro que se escondía entre bastidores y que hoy ha recuperado su magnífico esplendor.