Gran éxito del taller de cocina “Buenas Migas” en Quintanar

En la tarde de ayer, sábado 30 de noviembre, la Sala La Ermitilla de Quintanar de la Orden se llenaba de creatividad, aprendizaje y diversión durante el taller de cocina “Buenas Migas”, organizado por el Grupo de Acción Local Dulcinea y la empresa Tándem, en colaboración con el Ayuntamiento de Quintanar de la Orden. Este evento forma parte de una serie de talleres que se llevan a cabo en las diferentes localidades que integran el grupo, con el objetivo de fomentar la alimentación saludable y la convivencia entre los más pequeños.

Al lugar se acercó la Concejal de Cultura, Mª Carmen Vallejo para interesarse por el taller y apoyar una vez más el aprendizaje y desarrollo de los más peques.

El taller fue una experiencia completa y educativa con un diseño muy dinámico y participativo dividido en varias actividades.

En primer lugar, los niños salieron al exterior, acompañados de los monitores, para participar en juegos y dinámicas grupales. Estas actividades permitieron a los participantes romper el hielo, conocerse entre sí y comenzar a trabajar en equipo.

De regreso en la sala, los organizadores proyectaron un vídeo educativo sobre la pirámide alimenticia, explicando de forma didáctica los fundamentos de una dieta equilibrada.

Después todos juntos realizaban una sesión sensorial y, por parejas y con antifaz, los niños pusieron a prueba sus sentidos del olfato, el tacto y el gusto, adivinando diferentes alimentos y productos. Esta actividad no solo fue divertida, sino que también les permitió descubrir nuevos sabores, olores y texturas, ampliando su conocimiento sobre los alimentos de forma práctica y lúdica.

Finalmente, llegó el momento más esperado: la competición culinaria. Equipados como verdaderos chefs, con mandiles y gorros, los niños, por edades, se dividieron en dos equipos para crear diferentes platos bajo la supervisión de los monitores. Los más mayores hacían dos flanes de chocolate y un quiche de jamón york y queso y los más peques unos burritos de tierra y mar y un batido de frutas. Las monitorias y Félix Corrales, alumno de la Escuela de Cocina Scoolinary ejercían de jurado, evaluando las creaciones y destacando el esfuerzo, la creatividad y el entusiasmo de todos los participantes.

El taller de cocina no solo logró entretener a los más pequeños, sino que también les inculcó valores esenciales sobre el trabajo en equipo, la creatividad y la importancia de una alimentación saludable. Los niños salieron con una sonrisa en el rostro y la ilusión de volver a participar en futuras ediciones.

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