El Vicerrectorado de Investigación y Transferencia de la Universidad de La Laguna ha promovido este curso una iniciativa que pone en contacto a personal científico de un área determinada con reguladores y otros agentes del sistema científico regional. Tras un primer encuentro celebrado en octubre con representantes del área de Humanidades, hoy, viernes 29 de noviembre, se ha celebrado el segundo, centrado en el área de Química.

Por parte de la universidad, participaron en este de estos desayuno de trabajo celebrado en la Casa Museo Cayetano Gómez Felipe el vicerrector de Investigación y Transferencia, Antonio Aparicio Juan; el director de secretariado de Estrategia Científica, Esteban Porrini, que es además el coordinador de la actividad; el director de secretariado de Institutos Universitarios y Publicaciones, Roberto González Zalacaín; y Rebeca Baz y Cristo Rodríguez, técnicos de la Oficina de Transferencia del Conocimiento.

Por parte de los organismos reguladores participaron en el encuentro Cristina Calero García, diputada del Parlamento de Canarias que forma parte de la Comisión de Universidades, Ciencia e Innovación y Cultura; y Manuel Pestano, director del área técnica de Parque Científico Tecnológico de Tenerife, ente dependiente del cabildo insular.

En cuanto a las diferentes áreas y departamentos del área de Química de la Universidad de La Laguna, acudieron a la reunión José Manuel Padrón, Ana Estévez y Fernando Pinacho, del Instituto de Bio-Orgánica Antonio González; y Javier Hernández Borges, Verónica Pino Estévez y José Luis Rodríguez Marrero, del Departamento de Química y el último de ellos, además, director de Servicio General de Apoyo a la Investigación.

Durante las aproximadamente dos horas de duración de este encuentro, cada una de las personas participantes dispuso de un tiempo para presentar sus áreas de especialidad y dar a conocer las necesidades y preocupaciones suscitadas en el desempeño de sus labores científicas. Así, se puso de manifiesto la pujanza que tiene la Química entre las disciplinas desarrolladas en la Universidad de La Laguna, con unos resultados tanto en publicaciones como en captación de fondos equiparables a Astrofísica.

Una crítica generalizada fue la cantidad de burocracia que anega a quienes dirigen proyectos, de tal modo que deben restar mucho tiempo de la docencia e investigación para ocuparse de la documentación. También se reclamó una mayor financiación para investigación por parte de las administraciones públicas, citando ejemplos como la inversión en ciencia que se hace en comunidades como Andalucía o País Vasco, que suponen un agravio comparativo con respecto a Canarias.

Durante la conversación fue mencionada la idoneidad de que parte de esa financiación se dedique a la adquisición de infraestructuras científicas, ya que los instrumentos necesarios para desarrollar investigación de alto nivel deben ser de vanguardia y, por norma general, son de muy alto coste y su vida útil es de quince años, por lo que su renovación ha de ser constante.

Sin embargo, son los gastos en recursos humanos los que más preocupan a la comunidad científica: tanto si son contratos predoctorales como plazas postdoctorales o, incluso, de consolidación de personal de investigación de excelencia atraído mediante programas como el Ramón y Cajal, resulta imprescindible poder ampliar esta plantilla, especialmente ante una situación de envejecimiento de su PDI como el que experimenta la Universidad de La Laguna.

En ese sentido, también se alertó de la falta de doctorandos, principal fuente de futuros investigadores. Sobre ese asunto, la diputada regional reflexionó que las universidades canarias deben hacer un esfuerzo para atraer más alumnado de islas no capitalinas que después decida quedarse, si bien reconoció las dificultades que ello entraña, dada la situación actual del mercado alojativo, entre otros condicionantes.

Desde el cabildo se recordó el gran apoyo que está realizando a través de diversas convocatorias, un hecho reconocido y agradecido por las personas asistentes. Su representante detalló que en ese esfuerzo se priorizan aquellas áreas y proyectos con más capacidad para resolver problemas de la sociedad y el tejido industrial. En ese punto, se recordó que la Universidad de La Laguna estaba entre las más altas en cuanto a su influencia en el desarrollo de su entorno regional, un valor que quizá debería ser más explotado de cara a conseguir financiación.

Desde la universidad también se valoró la necesidad de difundir más y mejor entre la sociedad el hecho que el personal investigador de excelencia, lejos de ser un gasto, aporta mucho a través de los resultados de su trabajo, posee un gran potencial de captación de fondos a través de las convocatorias a las que concurre, y genera puestos de trabajo en sus equipos.