El Consorcio Alta Velocidad-Comarca de Pamplona acuerda iniciar los trabajos de modificación de los límites municipales para lograr un desarrollo equilibrado del territorio sujeto al PSIS de Etxabakoitz

El Consejo de Dirección del Consorcio Alta Velocidad-Comarca de Pamplona se ha reunido hoy para continuar con la hoja de ruta marcada para impulsar la modificación del Plan Sectorial de Incidencia Supramunicipal (PSIS) de Etxabakoitz. En el encuentro se ha acordado iniciar los trabajos de modificación de los límites municipales de los ayuntamientos afectados por la ordenación urbanística: Pamplona / Iruña, Zizur Mayor / Zizur Nagusia, Cendea de Cizur y Barañáin / Barañain. Se pretende así lograr un desarrollo equilibrado del territorio sujeto al PSIS y armonizar el planeamiento con el futuro urbanístico. 

Durante la reunión ha quedado patente el consenso para que el Ayuntamiento de Barañáin forme parte del Consorcio con capacidad de voto y decisión. Si bien, se buscará una fórmula para que no se ralenticen los trabajos para el desarrollo del PSIS.

Además, se ha abordado la cuestión del posible derribo de edificios, actualmente ubicados en el barrio de Etxabakoitz. En este sentido, se ha acordado encargar un informe jurídico para conocer si hay amparo legal para proceder a los derribos. También se elaborará un plan financiero y un cronograma de actuación para proceder a los derribos que fueran procedentes.
Adaptación a las nuevas exigencias

El PSIS de Etxabakoitz se plantea como una necesidad de adaptar la trama urbana a las nuevas exigencias que pasan por más espacios libres, verdes, visuales o control de altura. Además, se hace imprescindible incrementar los usos residenciales y reducir los terciarios para incrementar la viabilidad urbanística y económica del PSIS. Se trata, en suma, de transformar el área de Etxabakoitz y la zona de la estación de Pamplona en un barrio residencial, sostenible y moderno.

En enero del pasado año, el Gobierno de Navarra aprobó la exposición pública de la modificación del PSIS que aumentaba el número de viviendas proyectadas para la zona, la mitad de las cuales está previsto que sean protegidas. Así, sobre la planificación existente en 2010, la edificabilidad residencial se incrementa un 24% en detrimento del suelo destinado para otros usos lucrativos.