La propuesta socialista para penar con cárcel las falsas terapias de conversión supera su primera prueba en el Congreso

El Congreso ha aprobado la toma en consideración de la Proposición de Ley Orgánica del Grupo Socialista para para modificar el Código Penal y sancionar con penas de prisión las falsas terapias de conversión dirigidas a eliminar o negar la orientación sexual, identidad sexual o expresión de género, con el voto en contra de Vox.

“Traemos al Congreso una deuda histórica con las personas LGTBI que debemos saldar como país y como democracia. Hablamos de vidas destrozadas por el sufrimiento y por una de las peores formas de violencia que una persona puede sufrir que es ser obligado a odiarse; ser torturado física o psicológicamente para que le arranquen su orientación o su identidad de encima. Basta ya de que este tipo de torturas se ejerzan en nuestro país”, ha defendido el ponente socialista en la subcomisión relativa a la lucha contra los discursos de odio, secretario LGTBI del PSOE y diputado por Madrid, Víctor Gutiérrez.

Si bien las terapias de conversión ya están prohibidas por la Ley Trans y varias leyes autonómicas, “es necesario que vayamos un paso más allá para elevar a categoría de delito lo que en realidad es una tortura”. “Desde el PSOE lo tenemos muy claro: queremos que quien aplique, promueva o financie estas prácticas se siente en el banquillo; quien arrastre a su hijo o hija a una sesión de humillación y trauma responda ante la justicia porque ninguna familia tiene derecho a torturar a un menor por ser gay, lesbiana, trans; ninguna secta tiene derecho a lucrarse vendiendo curaciones milagrosas que solamente sirven para sembrar suicidios y, desde luego, ningún estado digno puede mirar hacia otro lado mientras una sola persona pierde la vida o la cordura por la crueldad disfrazada de fe”.

Por ello, la propuesta socialista, que continúa ahora su tramitación parlamentaria,  establece que:

  • Se castiguen con pena de prisión de seis meses a dos años para el que aplique o practique sobre una persona actos, métodos, programas, técnicas o procedimientos de aversión o conversión, ya sean psicológicos, físicos, farmacológicos o de cualquier otra naturaleza, destinados a modificar, reprimir, eliminar o negar su orientación sexual, su identidad sexual o su expresión de género.
  • Se imponga la pena prevista en el apartado anterior en su mitad superior cuando la víctima fuera menor de edad, cuando se emplee la violencia o una situación de superioridad, cuando el culpable pertenezca a una organización u asociación o se realicen con fines lucrativos.
  • En todos los casos se imponga, además, la pena de inhabilitación especial para profesión u oficio educativos en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre entre tres y cinco años más del tiempo de la duración de la pena de privación de libertad.
  • Cuando la víctima sea menor de edad, dicha inhabilitación sea, además, de hasta cinco años para cualquier profesión y oficio, retribuido o no, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad.
  • Cuando una persona jurídica sea responsable de los delitos cometidos, se le impondrá la pena de multa de seis meses a dos años e incluso la disolución de la persona jurídica, la suspensión de sus actividades o la clausura de sus locales en un periodo de tiempo o la inhabilitación para obtener subvenciones y ayudas públicas.

“Las personas LGTBI jamás vamos a volver al armario, jamás vamos a volver a la camilla de electroshock y, por supuesto, jamás vamos a volver a un campo de concentración”, ha defendido Gutiérrez frente a la derecha y la ultraderecha. “El PSOE siempre tiene un firme compromiso con las personas LGTBI, cada avance en derechos LGTBI lleva la firma y el sello socialista y hoy damos el paso más contundente: queremos tipificar como delito lo que jamás debió tolerarse. Esta ley no es solo un castigo a los verdugos, es un mensaje de esperanza a todas las víctimas silenciosas que aún tienen pesadillas con la camilla de descargas, la sesión de humillación o el rezo que prometía curarles mientras los mataba por dentro”.

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