Olaff Jasso García es egresado de la Maestría en Gestión Sustentable del Agua, fue el mejor promedio de su generación y pronunció el discurso durante la ceremonia de egreso del pasado 13 de junio. Como cada generación, cada uno de los estudiantes deja su particular huella en la institución, y el discurso de Olaf sin duda refleja parte de las experiencias vividas a lo largo de 2 años de formación en este posgrado, más allá del ámbito académico. ¡Muchas felicidades a los graduados!
Discurso ceremonia de egreso, MAGESA séptima generación
Me invitaron a ser el representante de mi promoción para dar el discurso de graduación. Según esto, por mi “desempeño, la disposición al frente del grupo y mis logros personales”; sin embargo, más allá de la falsa meritocracia, la verdad es que nadie más se apuntó. Así que agradezco la oportunidad, aunque yo hubiera preferido a alguien más, como Marco Vladimir, quien —no sé si sepan— además de ser uno de los top 3 más fieles del COLSAN, es el top número uno más labioso del Colegio. Me parece que a él le hubiera correspondido mejor esta tarea. En fin, pues aquí estamos.
De antemano pido disculpas a mis compañerxs de Historia, como ya se dieron cuenta este discurso está lleno de chistes locales de la MAGESA. Pido disculpas también a las autoridades y a la institucionalidad del Colegio por si este discurso no es lo suficientemente serio, pues además de que está lleno de errores y contradicciones, como nuestras tesis, he intentado evadir esa palabra acartonada y sin sentir que predomina en la academia. He procurado, por lo tanto, que este discurso refleje y haga un recorrido por el gran espectro de emociones y sentires provocados en mí durante los últimos dos años.
Bueno, dicho lo dicho, ahora sí, ya voy a empezar.

En primer lugar, quiero felicitar a nuestros compañeros de generación, los próximos maestros en Historia. Un gusto haber coincidido con ustedes en los pasillos del Colegio. Quizás me reprocho no haber hecho mayor amistad con ustedes, aun así quiero reiterar mi aprecio por algunos de ustedes: Adrián, con quien compartimos clase; a Erik Barbosa, quien me ayudó a conectar con gente para mi trabajo de campo en Colombia; y en especial a una compañera y amiga tan brillante: Celeste Olguín, quien ahorita anda por tierras brasileñas. Un saludo hasta Brasil si nos estás viendo.
En segundo lugar, agradecer a todos los profesores de la MAGESA, pero en especial a aquellos con quienes tuvimos clase: profa. Briseida, profe Morán, profa. Cletilde, profe Bárcenas, profe Germán, profes Peña y Luis, profe Alberto y profe Jacobo. Gracias por hacer de sus clases un espacio abierto para la reflexión, no solo de aquello que llamamos teoría, sino también —muchas veces— de aquello que llamamos vida cotidiana. Ojalá pudiera expresar cuánto he aprendido de cada uno de ustedes. Por ahora, me basta mencionar que, al menos en mí, su trabajo docente ha rendido frutos.
Compañeros, MAGESOS… tengo una pregunta para ustedes: ¿Cuál es su cosmovisión?

Esta pregunta se hizo común para nuestro grupo desde el primer semestre. Aunque a veces cayó en la trivialidad, para mí siempre estuvo presente a lo largo de este proceso que, aparentemente, comienza por terminar hoy. Esta pregunta, si lo pensamos detenidamente, no es para nada vana o superficial. Tiene que ver con cómo pensamos el mundo y cómo actuamos a través de él y en él. Engloba creencias, valores, percepciones y principios que dan sentido a la realidad y a nuestra existencia. Sé que cada uno de nosotros entró a este programa por razones diferentes. Esas razones tienen que ver precisamente con nuestra cosmovisión. En mi caso, desde hace algunos años he procurado seguir el camino —o los caminos— del agua, y hacerlo desde la investigación era algo que más o menos se me daba. Por eso llegué aquí. En eso consiste, en gran medida, mi cosmovisión. Hoy agradezco a esos caminos que me llevaron a ustedes como individuos, y a nosotros como grupo, pues he aprendido —siempre en mayor o menor medida— de la manera de ver el mundo de cada uno de ustedes.
Ya desde el principio de la maestría logré vislumbrar lo chéveres que eran como personas. En aquellos días, hace ya casi dos años, cuando por la reconfiguración de la tía Cony no estábamos seguros si íbamos a tener beca, pronto nos juntamos para saber la situación de cada uno. Orlando y Jorge aún no llegaban desde Cuba, pero nos comunicamos con ellos por WhatsApp, y todos coincidimos en que si esa beca no llegaba, ninguno de nosotros podría realmente estar en el programa. En ese momento fue cuando empezamos a conocernos, supimos el origen de cada uno y me sorprendió gratamente saber que cada uno, desde su propia trinchera, tenía cierta experiencia en aquello de pelear y ser rebeldes ante el sistema.

Recuerdo perfectamente que consideramos seriamente hacer un paro, un periodicazo, cerrar el COLSAN y la avenida Chapultepec si no nos daban la beca. Teníamos el respaldo de José, nuestro compa de Oaxaca, que le sabe bien a eso de cerrar carreteras; de Erik, ñañú del Valle del Mezquital, que le sabe a eso de no quedarse callado cuando hay que hablar; de Fernando, señor del agua, y Vladimir, dos antropolocos con la realidad bien alterada que han defendido la sierra de San Miguelito; de Orlando y Jorge, dos compas socialistas cubanos que nos iban a ayudar a traer la revolución —luego ya más adelante nos enteraríamos que no son socialistas—, y un chairo de la Facultad de Filosofía y Letras… en fin, ¿qué podía salir mal? Qué bueno que la gente del COLSAN y del programa lograron solucionar el asunto con la ex tía Cony y que finalmente ninguno de esos planes de rebelión terminó por ocurrir.
Tuvimos nuestra beca, nadie dejó el programa, y a lo largo de dos años he podido conocerlos. Por ello ahora quiero agradecerle a cada uno de ustedes por su influencia en mí, pero también por su amistad.

Un día en clase de metodología de las ciencias sociales, yo estaba más callado de lo normal, estaba callado porque el día anterior me entere del fallecimiento de un viejo amigo, así que la situación me tenia triste e introspectivo, recuerdo que cuando fue el receso de la clase, uno de mis compañeros, Orlando, se me acerco a preguntarme que me pasaba, cuál era la razón por la cual estaba tan callado, yo le comenté la situación y comenzamos a hablar de ello, pronto los demás compañeros se acercaron y finalmente terminamos platicando todos, quizás no se los he dicho, pero agradezco mucho ese momento, en especial a Orlando que fue quien se acercó primero, creo que después de eso empecé a tenerle más confianza y nuestra amistad creció, en momentos como ese uno se entera que su dolor no le es ajeno a otros, que hay dolores y risas que se comparten, agradezco a Orlando por haber compartido en otros momentos eso… dolores y risas.
A José, para los compas Jose, de él, al igual que de Orlando admiro la valentía, el que tuvieron para ingresas a un programa de ciencias sociales proviniendo de las llamadas “exactas” o naturales, pero sobre todo el esfuerzo y la determinación que tuvieron para continuar, me caes chido porque además, siempre fuiste, un conspirador para el bien del grupo, que si había que cambiar el horario de clase, que si aplazábamos la tarea, que si negociábamos un trabajo, Jose siempre estuvo al pie del cañon. Espero yo haber sido un buen compañero para ti, como tu en gran medida lo fuiste para nosotros.
A Jorge, mi cubano anticomunista favorito, quiero contarles que Jorge siempre fue la villana de la serie, y su papel siempre se lo tomó muy enserio, ya enserio, casi siempre estaba en desacuerdo y la verdad que lo agradezco, porque de lo contrario sin los acalorados debates que provocaba, las clases hubieran sido muy aburridas, al chile lo que no agradezco es que tus exposiciones fueran tan largas. A pesar de nuestras discordancias teóricas, estoy feliz de decir que eres mi compa, mi amigo, mi camarada vaya.
A Erik… a diferencia de Jorge, Erik es una persona en lo general muy callada, así es su personalidad, y al mismo tiempo es una persona muy inteligente, Erik no hablaba más que lo estrictamente necesario, pero su palabra era escuchada por mi con atención, pues siempre me pareció preciso en sus comentarios, creo que personas como el deberían poder hablar mas y ser más escuchados, y otros deberíamos, hablar menos y escuchar más. Intente averiguar cómo se decía “eres mi amigo” en otomi, pero la neta no lo logré y preferí no cagarla, pero carnal, creo de verdad que puedo decir que eres mi amigo. Gracias
A Fernando el señor del agua. Fer, el señor del agua… Una vez descompuso nuestras bicis… su mente siempre va más adelante que sus palabras, su vida es al mismo tiempo orden y desorden, caos, pero un caos creativo, una situación que puede ser o beneficia o contraproducente dependiendo la situación… a veces su vida aparece una tragedia como cuando le robaron su camioneta, pero siempre sabe pasar el chido. Carnal gracias por todo, las historias, la carnita asada, la montaña, los sueños, seguimos en la búsqueda y en el camino…
A Vladimir, además de ser el top 1 más labioso es el top 1 para el análisis social…. si hay alguien que me ha acompañado estos dos años es Marco Ernesto, nuestra afinidad fue casi inmediata, el marxismo, la aficion por el tocho y el deporte y nuestros debrayes emocionales/amorosos forjaron nuestra amistad, la cual espero que perdure a lo largo de nuestras vidas y nuestros espacios.
Estas son tan solo unas palabras que les puedo dedicar a cada uno de ustedes. Es solo una parte de lo que alcancé a conocerles. Quizás he errado en mis palabras y no se sientan identificados con ellas, pero no fallo en mis emociones: estas son sinceras. Les quiero y les aprecio a todos.
Agradezco que hayamos sido un grupo siempre solidario, que hayamos dejado la competitividad de lado y hayamos apostado por la colaboración siempre que fue posible. Solo una cosa me reprocho, y es que hacia el final quizás caímos en las trampas del ego y nos apropiamos de conflictos que no eran nuestros. Más allá de ello, yo personalmente quiero reiterar mis afectos y aprecio por cada uno de ustedes. Pueden encontrar en mí —siempre que lo quieran, o incluso si no— a un buen amigo. Espero que el agua me reencuentre en algún otro lugar con cada uno de ustedes.
En fin… ya casi termino. A pesar de nuestras diferencias en las formas de ver el mundo, pues todos venimos de geografías distintas, considero que en lo fundamental coincidimos en querer alcanzar una especie de utopía. Nuestro espacio ahora, nuestra trinchera, son los territorios del agua. Quizás eso cambie en otro tiempo, pero hoy, cuando la sociedad en que vivimos experimenta tiempos convulsos, cuando el agua —bien vital y común del planeta— se encuentra siendo reflejo de la inequidad social, pero además se está utilizando abiertamente como arma de guerra, para el control social y el genocidio, por ejemplo, del pueblo palestino a manos de Israel, el agua se vuelve un asunto crítico de reflexión y análisis. Una praxis que implica repensar nuestra actual relación con la vitalidad. Una relación que hoy día es contraria a lo vital. Es una relación de muerte.
La cosmovisión de nuestra sociedad, una que nos separa entre objetos y sujetos, que objetiviza sujetos a conveniencia y hace de los sujetos naturales relaciones objetuales, ha terminado por romper nuestros vínculos con el planeta y, en el proceso, también ha socavado muchos vínculos humanos.
Así, estos dos años en la Maestría en Gestión Sustentable del Agua nos han permitido, creo yo, reflexionar en torno a nuestras cosmovisiones, nuestras creencias y nuestras formas de hacer mundo y de hacer sociedad. Pero, sobre todo, nos han permitido crear y mantener nuevos vínculos humanos, que quizás sean más importantes que lo anterior. No pude entonces, haber tenido mejores compañeros, ni mejores profesores.
De esta manera, el agua, siendo vital para nuestros pueblos y nuestras ciudades —no importa si estas se encuentran en el lago, la isla, el valle o la montaña—, nos ha unido.
Nuestra tarea no es menor: repensar y rehacer ese metabolismo roto por el capital, reconstruir el vínculo entre lo humano y lo vital. Hoy más que nunca, el agua nos exige una ética del cuidado, del respeto, de la vida y el apoyo mutuo..
Más que teorías y metodologías; hoy llevamos preguntas y afectos, Salimos de aquí con dudas, sí, pero también con convicciones y compromiso.
Ojalá la vida, ojalá el agua, nos vuelva a encontrar.
¡El camino es largo, comencemos ya!
¡Gracias y felicidades, compañeros MAGESOS!