Gregorio González Alcaide, catedrático del Departamento de Historia de la Ciencia y Documentación de la Universitat de València, asegura que la inteligencia artificial generativa (aquella que ha sido entrenada y ante una petición es capaz de generar texto, imágenes, vídeos, código, simulaciones o presentaciones) “en poco tiempo” se integrará en la investigación y la docencia universitarias. En su nuevo libro 1 d.C (después del ChatGTP), el experto plantea que tras las dudas iniciales respecto a esta tecnología, se deberán replantear los métodos de evaluación, las políticas institucionales y la formación del profesorado universitario.
En el decálogo que aporta para todo el personal docente e investigador, Gregorio González asegura que este debería familiarizarse con el uso y potencialidades de la Inteligencia Artificial (IA), además de conocer los riesgos, obtener la información relevante en relación con el contexto de uso que se va a efectuar de la inteligencia artificial generativa, o respetar el derecho del futuro lector potencial a conocer si un texto ha sido generado por un humano, con inteligencia artificial o por medio de escritura mixta.
Además, es importante “tratar de alternar la utilización de la inteligencia artificial generativa con la participación exclusivamente humana, particularmente en las áreas de carácter creativo”. Gregorio González también pide, en un contexto en que la sociedad cada vez es más dependiente de la tecnología, no convertirse en dependiente de la IA. Aplicado a la ciencia, sí pueden ser ejemplos de tareas mecánicas delegables a la IA adecuar los contenidos generados al estilo de citación bibliográfica, o en el caso de un trabajo de investigación, a las pruebas estadísticas pertinentes, cómo realizarlas o cómo interpretar los datos.
El experto también plantea verificar y gestionar los resultados de la investigación de forma crítica, limitar la información sensible a que tienen acceso los chatbots, así como restarles capacidad en la toma de decisiones no supervisadas.
El libro incluye, además, un exhaustivo repaso por el marco legal que ampara la IA o las decisiones iniciales tomadas por diferentes instituciones internacionales respecto a ChatGPT. Plantea, asimismo, las dudas que surgen sobre la integridad académica (realización de tareas propias por el alumnado con sus propias capacidades), la falta de regulación de la IA, la protección de datos, el sesgo cognitivo, o el uso de la IA respecto al género y la diversidad (que puede aumentar o potenciar determinados sesgos o estereotipos).
El libro 1 d.C (después del ChatGTP), de Publicacions de la Universitat de València, incluye una unidad didáctica dirigida al alumnado, sobre formación y uso responsable de la inteligencia artificial generativa.