La Universitat de València presenta una exposición sobre la belleza y utilidad que ocultan las “malas hierbas”

Diente de León (Taraxacum officinale).

Diente de León (Taraxacum officinale).

El viernes 20 de junio, a las 16:30 horas, la Universitat de València inaugura en la Facultat de Farmàcia i Ciències de l’Alimentació la exposición ‘Belleza ignorada’, un proyecto que invita a detenernos y a observar con atención las plantas que nos rodean. El punto de partida es el concepto de “ceguera para las plantas”, un fenómeno que nos hace ignorar la importancia ecológica, estética y funcional de la flora, relegándola a un segundo plano frente a los animales, como si su presencia fuera menos vital, menos digna de nuestra mirada.

La exposición, organizada en el marco de los actos conmemorativos del 50º aniversario de la Farmàcia i Ciències de l’Alimentació, ha sido producida por el Vicerrectorado de Cultura y Sociedad dentro del programa Cultura als Campus, con la colaboración de la propia Facultad, la Academia de Farmacia de la Comunidad Valenciana y el Jardí Botànic de la Universitat de València.

La inauguración de la muestra coincidirá con uno de los actos centrales de la conmemoración. A las 17 horas, en la sala Charles Darwin, se celebrará un acto abierto para antiguos alumnos, profesorado, personal de administración y servicios, así como a todas aquellas personas emocionalmente vinculadas con la Facultad. El acto estará presidido por la rectora, Maria Vicenta Mestre.

Aunque este año se celebra el medio siglo de vida de la Facultad, los estudios de Farmacia en la Universitat de València se remontan a los propios orígenes de la institución. Esta larga trayectoria, junto con las figuras más ilustres que han contribuido al desarrollo de la disciplina, será recordada durante el acto de esta tarde. Más información sobre aniversario en la web del centro.

Según explica el comisario de la exposición ‘Belleza ignorada’, Gerardo Stübing, profesor de Botánica de la UV y artista visual, el proyecto nace de la propia actividad docente, en las prácticas, donde vimos la utilidad y belleza de las consideradas como “malas hierbas”. Y explica que, en Alemania, por ejemplo, las zonas urbanas reservan parcelas con estas plantas silvestres, que son importantes para el mantenimiento de la biodiversidad, alimentan insectos y estos, a su vez, a las aves.

Como protagonistas visuales, se han elegido las plantas espontáneas que crecen en los alrededores del campus de Burjassot de la Universitat de València. En total, la exposición muestra 36 fotografías y un audiovisual, realizados por el comisario y artista.

Cada imagen va acompañada de un BioHaiku que condensa la esencia y los valores de cada planta, así como de un código QR que enlaza con una monografía, cuya información sirve de inspiración para el BioHaiku, estableciendo un diálogo entre imagen, palabra y conocimiento. La elaboración de los textos ha sido un trabajo en equipo junto con los profesores de Botánica de la UV: Juan Bautista Peris, Enrique Sanchis y Miguel Guara.

El proyecto se inscribe también en el “ecocriticismo visual”, una mirada que estudia cómo las imágenes moldean nuestra percepción de la naturaleza. Aquí, el arte se convierte en un puente que despierta el respeto y la conciencia ecológica, invitándonos a reencontrarnos con el mundo natural desde la emoción y la reflexión.

‘Belleza ignorada’ dialoga además con ideas contemporáneas sobre nuestra relación con el planeta. Frente al concepto de “Antropoceno”, que denuncia el impacto devastador de la humanidad en la Tierra, emerge el “Planthroposceno”, una propuesta que nos invita a tejer una alianza armónica con las plantas, construyendo juntos un futuro sostenible y justo.

Desde una mirada filosófica, el proyecto rescata la idea de Natura naturata de Spinoza, que nos invita a contemplar la naturaleza no como un mero recurso, sino como una obra de arte viva, compleja y digna de profundo respeto.

Estéticamente, la exposición se envuelve en la magia del bokeh, esa técnica fotográfica que transforma el desenfoque en poesía visual, creando atmósferas de ensueño que invitan a la contemplación pausada, para de paso, reconocer y poner en valor la riqueza visual que sostiene la vida.

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