La iniciativa se plantea como un proyecto piloto enfocado en la mejora del Plan de Acción para el parque de vivienda social de Isla Cristina
La Universidad de Huelva y la Universidad de Sevilla han iniciado en Isla Cristina un proyecto pionero que busca transformar los barrios de viviendas sociales del municipio con un enfoque integral y sostenible. La iniciativa, titulada “Regeneración Holística de Viviendas Sociales: Obsolescencia, Eficiencia Energética, Vulnerabilidad Sísmica y Riesgo de Inundación por Tsunami”, cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) – Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades. Dicho proyecto ha sido recientemente seleccionado por la FECYT dentro de su nueva convocatoria I+P para el fomento de la innovación pública, con la que se pretende contribuir a la eliminación de las barreras existentes entre los diferentes actores en los ámbitos público y privado, y de la divulgación científica de I+D+i a la sociedad.
Este proyecto, con una duración de dos años y que comenzó a ejecutarse el pasado mes de abril, nace con el objetivo de fortalecer la resiliencia del parque de viviendas sociales de Isla Cristina frente a fenómenos naturales extremos, como sismos y tsunamis, a través de un enfoque interdisciplinar y basado en la transferencia de conocimiento. En él colaboran activamente investigadores de ambas universidades andaluzas y el Ayuntamiento del municipio onubense.
Francisco Manuel Alonso Chaves, profesor del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Huelva, lidera los estudios centrados en el riesgo de tsunami y las características del suelo. Por su parte, Beatriz Zapico Blanco, profesora del Departamento de Estructuras de Edificación e Ingeniería del Terreno de la Universidad de Sevilla, se encarga de coordinar las investigaciones sobre vulnerabilidad sísmica, eficiencia energética y obsolescencia habitacional. La colaboración entre ambas instituciones ha permitido la creación de un equipo multidisciplinar que integra a perfiles expertos en geología, arquitectura e ingeniería.
El trabajo se estructura en cuatro líneas fundamentales de actuación: la evaluación de la vulnerabilidad sísmica mediante análisis de interacción suelo-estructura; la identificación de deficiencias funcionales con especial atención a la accesibilidad y eficiencia energética; el estudio del riesgo de inundación por tsunami con el diseño de rutas de evacuación vertical; y la integración de estos enfoques en planes de acciones preventivas coordinadas que puedan ser incorporados a la estrategia municipal de resiliencia urbana ante amenazas naturales.
El proyecto contempla la elaboración de una base georreferenciada de las viviendas sociales, así como la creación de modelos numéricos y mapas de riesgo integrados basados en el análisis de la sismicidad y los tsunamis en el Golfo de Cádiz y zonas próximas, además de información geotécnica y energética. Asimismo, se prevé la organización de seminarios con actores locales y la publicación de una monografía técnica como cierre del proyecto.
A lo largo del desarrollo del proyecto, investigadores de las universidades de Huelva y Sevilla, así como técnicos municipales, intercambiarán ideas, compartirán reflexiones y analizarán conjuntamente los avances logrados. El proyecto cuenta con la aplicación de metodologías innovadoras como el Modelado Energético Urbano (UBEM) y el Índice de Vulnerabilidad Sísmica automatizado. Estas herramientas permitirán diseñar medidas concretas de intervención adaptadas a las necesidades del entorno y con fundamentación científica.
Además, el proyecto incluye un programa de actividades de divulgación para sensibilizar a la población sobre la sismicidad en el Golfo de Cádiz, junto con acciones formativas en sostenibilidad dirigidas a distintos colectivos de Isla Cristina. A lo largo del proceso, los investigadores y técnicos municipales compartirán conocimientos y experiencias que enriquecerán tanto el contenido científico como la aplicabilidad de las soluciones propuestas.
La propuesta no solo busca reducir el riesgo sísmico asociado a amenazas naturales, sino también mejorar el confort, la accesibilidad y la habitabilidad de las viviendas, contribuyendo al bienestar cotidiano de las familias residentes. Se asesorará al consistorio en el diseño de intervenciones técnicas sostenibles que potencien la economía circular y refuercen el tejido productivo local.