EL NÚMERO DE NIÑAS ESCOLARIZADAS HA AUMENTADO EN TODO EL MUNDO, PERO TODAVÍA MUCHAS NO VAN A LA ESCUELA

El último informe de UNICEF sobre Progreso de la Infancia, centrado en la paridad de género en la escuela primaria, destaca que el número de niños y niñas que están asistiendo a la escuela es mayor que nunca, en parte porque se ha producido un aumento importante en la escolarización de estas últimas. Sin embargo, todavía hay millones de niñas en todo el mundo que siguen sin recibir una educación básica.

A pesar de que la brecha de género
en la asistencia a la escuela primaria ha descendido en todo
el mundo, es todavía demasiado grande en muchos lugares del
planeta. Las barreras que impiden a las niñas acudir a la
escuela en los países en desarrollo no solamente les restan
oportunidades para el futuro, sino que además tienen
repercusiones sobre su salud y su supervivencia.

“La educación es algo más que
simplemente aprender. En muchos países permite salvar vidas,
especialmente cuando se trata de las niñas. Una niña fuera de la
escuela tiene más probabilidades de contraer el sida y más
dificultades para sacar adelante a una familia saludable”,
dijo la Directora Ejecutiva del UNICEF, Carol Bellamy, durante la
presentación del informe.

Oriente Medio y África del Norte,
Asia Meridional y África Occidental y Central no alcanzarán la
paridad de género

El estudio ofrece una visión país
por país, analizando los avances logrados en la paridad de
género y la enseñanza primaria universal, y pone de relieve grandes
diferencias entre regiones, entre países y también entre
distintas áreas de un mismo país. 

En estos momentos 125 países, de
los 180 donde hay datos disponibles, se encuentran bien
encaminados para alcanzar la paridad de género en 2005, una meta
establecida por las Naciones Unidas como parte de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio. Se han logrado avances
impresionantes para conseguir que el mismo número de niñas que
de niños se matriculen en la escuela primaria, sin embargo el
promedio mundial oculta enormes bolsas de desigualdad. Tres
regiones, Oriente Medio y África del Norte, Asia Meridional, y
África Occidental y Central no alcanzarán la paridad de género en
la fecha prevista.

La paridad de género es un
requisito para que el mundo logre que la educación
primaria sea universal en 2015
, el plazo establecido
por la ONU para lograr uno de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio más importantes. La reducción en la brecha de género
ha contribuido a disminuir el número total de niños y niñas
que no reciben una educación primaria. Según las proyecciones,
en 2005 habrá menos de 100 millones de niños y niñas que no
acudan a la escuela primaria, un importante descenso con respecto a
los 115 millones estimados en 2001. Pero cualquiera que sea la
cifra exacta, está claro que todavía hay demasiados niños y
niñas que no van a clase, y que, con la tasa actual de aumento
de la asistencia a la escuela, no se logrará la meta de conseguir
que la enseñanza primaria sea universal en 2015.

“Este informe demuestra que nuestra
estrategia para llevar a las niñas a la escuela está dando
buenos resultados, incrementando las tasas de asistencia de niños y
niñas en la escuela primaria. Pero también pone de manifiesto
que es necesario un salto cualitativo mayor para romper los
obstáculos que mantienen a las niñas fuera de la escuela y
para conseguir que todos los niños y niñas tengan acceso a la
educación”, señala Bellamy.

En América Latina y Caribe
y Asia Oriental y Pacífico la disparidad favorece a las
niñas

La disparidad de género favorece a
las niñas en dos regiones, América Latina y el Caribe, y Asia
Oriental y Pacífico. Aunque abordar la diferencia de género es
fundamental para alcanzar la meta de una educación primaria
universal, también es preciso enfrentar otras barreras que
impiden la participación de las niñas y los niños en la escuela. En
Haití, por ejemplo, hay más niñas que niños en la escuela
primaria, pero a más de un 40% de la población infantil del
país en edad escolar se le niega el acceso a la
educación. 

Si se mantiene la tasa actual de
progreso, muchos de los países de las regiones de Oriente
Medio y África del Norte, Asia Oriental y el Pacífico, y América
Latina y el Caribe, conseguirán que la enseñanza primaria sea
universal en 2015. En el polo opuesto se halla la mayoría de
los países de África subsahariana y muchos de Asia meridional, que
no se acercarán al objetivo a menos que aceleren sus tasas de
progreso. 

La pobreza y la falta de
educación de la madre, las principales barreras

Una barrera fundamental para el
incremento del acceso a la educación es la pobreza. Los niños
y las niñas que provienen del 20% de los hogares más pobres de los
países en desarrollo tienen, como promedio, tres veces menos
de probabilidades de acudir a la escuela primaria que quienes
proceden del 20% más rico. Este promedio oculta
enormes disparidades entre las regiones y entre los países. En
la región de CEE/CIS, por ejemplo, los niños más pobres tienen
1,6 más probabilidades de no acudir a la escuela, pero
esa probabilidad se multiplica por 5 en el caso de Kazajstán y
la República de Moldavia.

Otro factor importante que
determina las posibilidades de que un niño o niña vaya a
la escuela es la educación de su madre. Alrededor de un 75% de
los niños y niñas que no reciben una enseñanza primaria en los
países en desarrollo son hijos de mujeres que no pudieron
ellas mismas ir a la escuela. Esta proporción varía enormemente de
una región a otra: un 28% en Asia oriental y el Pacífico,
frente a un 80% en África occidental y central, Asia
meridional, y Oriente Medio y África del Norte.

La incidencia del VIH/SIDA, los
conflictos civiles, el trabajo infantil, el tráfico de
menores de edad y los desastres naturales, son todos ellos
factores que tienen importantes repercusiones en el acceso a
la escuela y que afectan más a aquellos países donde ya hay
una infraestructura educativa debilitada.

Se necesitan 5.600 millones
de dólares anuales para lograr la educación
primaria universal

Conseguir que la enseñanza primaria
universal y la paridad de género en las escuelas sea una
realidad exigirá cambios radicales en las ideas y las políticas.
Todos los países deben comenzar a considerar la educación como
un derecho humano fundamental, y no como un lujo que se ofrece
allí donde los presupuestos lo permiten. La decisión de Kenya
de eliminar los gastos de escolarización de la escuela
primaria, siguiendo el ejemplo de Tanzania y Uganda, es una
muestra de cambio radical en el pensamiento.

No hay duda de que abrir las
puertas de la escuela a todos los que deseen entrar en ella ha
supuesto una enorme carga sobre unos recursos que ya se encontraban
en el límite de sus posibilidades. Por ello, la ayuda
internacional para la educación debe aumentar de manera
drástica. Naciones Unidas calcula que serán necesarios 5.600
millones de dólares al año adicionales para lograr la
educación primaria universal, lo que supone una
cantidad considerable.

Algunos países ricos han reconocido
ya la importancia de este desafío. El Gobierno del Reino Unido
ha prometido 2.680 millones de dólares durante los próximos tres
años para aumentar la matriculación de las niñas en la
escuela. Noruega ha contribuido con 51 millones de dólares a
las iniciativas para la educación que recibieron apoyo de UNICEF
en 2003 y 2004. En enero de 2005, el gobierno español acordó
cancelar la deuda de Argentina por la cantidad de 78 millones
de dólares, una cifra que se invertirá en educación. La
conversión de la deuda a cambio de la inversión en educación es un
tema que está cobrando una creciente importancia en América
Latina y se abordará con más profundidad en la Cumbre
Iberoamericana de 2005.

“El objetivo de alcanzar la
enseñanza primaria universal con una igualdad de oportunidades
para las niñas y los niños es realista. Es asequible, viable y,
más importante aún, es el derecho inalienable de nuestros
niños”, añadió Bellamy. UNICEF, que es uno de los principales
organismos que integran la Iniciativa de las
Naciones Unidas para la Educación de las Niñas, se ha comprometido
a reducir la diferencia de género en la educación primaria y
secundaria para el año 2005 y asegurar que, para 2015, todos
los niños y las niñas terminen su enseñanza primaria. Esta
iniciativa es una alianza que engloba al sistema de las
Naciones Unidas, gobiernos, países donantes, organizaciones no
gubernamentales, la sociedad civil, el sector privado,
y comunidades y familias.

Con la campaña de movilización
social ¿Multiplicas? Invierte en la infancia, iniciada en
2003, UNICEF España quiso colocar en el centro de la agenda
social, política y económica la prioridad de invertir en la
infancia, haciendo especial énfasis en la educación de calidad
para las niñas.

En esta línea de trabajo, el
programa de educación para el desarrollo ENREDATE CON UNICEF
puso en marcha la iniciativa LETRAS LAS NIÑAS, una campaña de
movilización, participación y cooperación escolar, donde los
jóvenes participan sensibilizando a las personas de su entorno
sobre el tema de la educación de las
niñas, denunciando aquellas acciones y actitudes que fomentan la
desigualdad e intercambiando ideas y opiniones con otros
jóvenes.

Más información:

 

www.unicef.es
UNICEF- Comité Español Tel.: 91 378 95 58 / 609 16 00 51

Elena Crego, Directora de Comunicación ecrego@unicef.es
Cristina Miguel, Dirección de Comunicación cmiguel@unicef.es
Belén Barbero, Dirección de Comunicación bbarbero@unicef.es

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