Un informe de la OMS, UNICEF y el Banco Mundial constata altos índices de vacunación pero un acceso limitado a las vacunas
Poniendo fin a una tendencia a la baja, las tasas de inmunización están actualmente en su punto más alto y el desarrollo de las vacunas en el mundo se encuentra en un boom, según una nueva evaluación publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF y el Banco Mundial
WASHINGTON D.C. –
El informe sobre el estado de la inmunización y las
vacunas muestra que nunca ha habido tantos niños
inmunizados como a día de hoy: según los últimos datos se ha
alcanzado la cifra de a 106 millones en 2008. Sin
embargo, este mismo informe hace hincapié en la dificultad de que
las vacunas lleguen a millones de niños en riesgo, particularmente
en las regiones y comunidades menos favorecidas, en las que las
enfermedades prevenibles son devastadoras.
Esta publicación que evidencia el
éxito del esfuerzo conjunto en el área de inmunización a nivel
global coincide con el momento en el que muchas naciones están
llevando a cabo campañas de inmunización contra la gripe A (h1n1),
subrayando el inigualable papel de las vacunas para la prevención
de enfermedades contagiosas y el reto que supone llegar a las
comunidades más vulnerables.
“La pandemia de gripe nos pone en
una situación de promesa y dinamismo en cuanto al desarrollo de las
vacunas a día de hoy”, ha afirmado Margaret Chan, Directora General
de la OMS. “Aún así, nos hace recordar una vez más los obstáculos
que existen para poder llevar los beneficios de la ciencia a la
población de las regiones más pobres. Tenemos que
superar la división de países ricos y pobres -entre los que pueden
acceder a vacunas que les salven la vida y los que no”.
Los profesionales de las agencias
internacionales responsables de los programas de vacunación
advierten de que a pesar de que las vacunas nos ayudan en las
acciones de supervivencia y de que ahora todos los países ricos
tienen un fácil acceso a ellas, sin embargo, no son suficientes
para llegar a los 24 millones de niños aproximadamente que
se encuentran en riesgo en los 72 países con las rentas más
bajas.
“Las muertes por sarampión cayeron
en un 74% entre 2000 y 2007, y las vacunas jugaron un papel
importante en esta tendencia a la baja”, ha afirmado Ann M.
Veneman, Directora Ejecutiva de UNICEF. “Un progreso de tales
dimensiones tiene que servir de inspiración para nuevos esfuerzos
para inmunizar a los niños a nivel mundial contra enfermedades que
pueden terminar con su vida”.
El informe afirma que la tendencia a
la baja cambió gracias a los esfuerzos de los países del sur, que
hicieron buen uso del apoyo de la Asociación GAVI, que financió una
alianza que incluye a la OMS, a UNICEF, al Banco Mundial y a la
Fundación Bill & Melinda Gates. Desde el 2000, con este apoyo
se ha incrementado el uso nuevas vacunas, a las que antes no había
acceso y que llegan hoy a más de 200 millones de niños en países
del sur. Los expertos informan de que al menos ciento veinte
vacunas -un número record- están ahora disponibles contra las
enfermedades mortales. En los últimos años, los científicos y las
compañías farmacéuticas, muchas de ellas sociedades de carácter
público-privado creadas con el apoyo de los gobiernos y la
filantropía, han desarrollado nuevas vacunas contra la
meningitis meningocócica, la diarrea por Rotavirus, la neumonía
nemocócica y el virus del papiloma humano (VPHs).Adicionalmente, más de ochenta nuevos productos están en las
últimas fases de sus pruebas clínicas, una treintena de estos están
dirigidos a enfermedades para las cuales todavía no existen
vacunas. Al mismo tiempo se está desarrollando un número
importante de posibles vacunas, para enfermedades como el VIH/SIDA,
la malaria, la tuberculosis y el dengue.
El informe también apunta a que el
mercado global de vacunas se ha triplicado en los últimos ocho
años, llegando a ingresar más de diecisiete billones de dólares.
Las crecientes peticiones de vacunas a través de las agencias de
Naciones Unidas y el descubrimiento y desarrollo de las vacunas, ha
impulsado a la industria a tener un renovado interés por las
mismas. Es por ello que los fabricantes de los países del sur están
atendiendo actualmente al 86% de las demandas de vacunas
tradicionales, como aquéllas que protegen de la difteria, el
tétanos, la tos ferina y el sarampión.
“Hemos visto un giro excepcional en
cuanto a la disponibilidad de las vacunas incluso en los países de
rentas más bajas”, ha afirmado Graeme Wheeler, el Director del
World BankGroup. “Pero todavía la comunidad internacional, junto a
los países por sí mismos, deben asegurar que las nuevas tecnologías
lleguen a las poblaciones más desfavorecidas, sobre todo a los
niños”.
El coste de enviar vacunas a la
población que la necesita es un tema cada vez más polémico que sólo
será parcialmente resuelto a través de asociaciones financieras
como GAVI. Los países de ingresos medios no son
candidatos a las ayudas de GAVI, aunque cuenten con una población
de treinta millones de niños y dos billones de personas, de los
cuales un gran número vive con menos de dos dólares al día. Incluso
reduciendo los precios, los costes de nuevas vacunas para la
enfermedad de la neumonía, la diarrea causada por el rotavirus y el
VPHs son mayores que el coste de todas las vacunas tradicionales
juntas.
“Las vacunas son una herramienta
esencial para el control de las enfermedades en todos los países y
además sólo suponen una pequeña compra en términos sanitarios y
económicos” ha afirmado Fred Were, Presidente de la Asociación de
Pediatras de Kenya. “Ejerciendo en mi país, desgraciadamente
todavía vemos muchas enfermedades y muertes que podrían haber sido
evitadas por una simple vacuna. Si esto se redujese tendríamos más
recursos y tiempo para centrarnos en otros problemas médicos.”