Declaración conjunta sobre Siria de los responsables de las organizaciones humanitarias de las Naciones Unidas

Hace un año, como responsables de las organizaciones de las Naciones Unidas que luchan por dar respuesta al creciente costo humano de la crisis en Siria, realizamos un llamamiento urgente en nombre de los millones de personas cuyas vidas y futuro corrían grave peligro. “¡Ya basta!”, afirmamos en ese llamamiento. Ya basta.

Aquel llamamiento sigue aún en gran medida sin tener respuesta.
En muchas zonas, la guerra se ha intensificado y la situación
humanitaria es cada día más grave. En cuanto a la población civil,
que sigue sufriendo las consecuencias de los intensos combates en
Alepo y en la Ciudad Antigua de Homs, lo que les depara el futuro
podría ser aún peor.

Solamente en Alepo, como consecuencia del empeoramiento de los
enfrentamientos producido en las últimas semanas, hay por lo menos
un millón de personas que necesitan asistencia humanitaria urgente.
En diversas ocasiones se ha interrumpido o paralizado toda forma de
tránsito por la carretera que une Damasco con Alepo, de importancia
vital para la supervivencia de sus ciudadanos. En la ciudad de
Alepo y las zonas rurales de la provincia vecina hay 1,25 millones
de personas que carecen de alimentos suficientes. Diversas fuerzas
y grupos armados también han bloqueado otros caminos y rutas
importantes.

Es muy frecuente que todas las partes en conflicto impidan el
acceso humanitario a los necesitados. Los bombardeos aéreos, los
ataques con cohetes y morteros y otras agresiones indiscriminadas
provocan un gran número de muertes de niños, mujeres y hombres
inocentes. Según algunos informes, en Alepo, que tiene 2,5 millones
de habitantes y donde alguna vez hubo más de 2.000 doctores, hoy
sólo quedan unos 40. Además, en esa ciudad, que se encuentra
completamente rodeada, ya escasean los suministros médicos.

A nivel nacional, las consecuencias del conflicto en Siria, que
ha entrado en su cuarto año, afectan las vidas de más de 9,3
millones de personas. Debido a que una tercera parte de las plantas
de tratamiento de agua del país han dejado de funcionar, que un 60%
de los centros de salud de Siria están destruidos y que unos 3,5
millones de personas viven en zonas sitiadas o en lugares a los que
no puede llegar la asistencia humanitaria, la supervivencia de los
civiles inocentes de Siria se debe exclusivamente a su
valentía.

Nuestras organizaciones humanitarias, en estrecha colaboración
con las organizaciones no gubernamentales nacionales e
internacionales, hacen todo lo que pueden para salvar vidas y
aliviar el sufrimiento. Nuestros colegas en el terreno cumplen su
misión con grandes sacrificios, a pesar de los graves peligros que
corren. Y sin embargo, nos consta que lo que podemos hacer no es de
ninguna manera suficiente.

Para hacer más de lo que estamos haciendo, para alcanzar y
ayudar a más personas, es necesario que también hagan más quienes
están involucrados en este terrible conflicto, así como quienes
pueden ejercer influencia sobre ellos.

Hoy convocamos a todas las partes implicadas en este conflicto
brutal a que den con carácter urgente los pasos necesarios
para:

  • Posibilitar el acceso humanitario incondicional a todos los
    ciudadanos que requieran ayuda, tanto a través de las líneas
    divisorias internas de Siria como a través de sus fronteras.
  • Levantar el asedio a las poblaciones civiles impuesto por todas
    las partes en conflicto, como el que hoy aíslan a algunas zonas de
    Alepo, la Ciudad Antigua de Homs, Yarmouk, Ghouta Oriental,
    Moadhamieh, Nubl y Zahra.
  • Poner fin a los bombardeos indiscriminados por aire y tierra
    contra la población civil por parte de las fuerzas del Gobierno y
    de los grupos de la oposición, así como las demás violaciones del
    derecho humanitario internacional.

Hasta la fecha, todos los esfuerzos diplomáticos orientados a
poner fin a años de sufrimiento han acabado fracasando. Lo queno ha fracasado es la valentía y las ganas de sobrevivir de
la extraordinaria población civil de Siria. ¿Serán capaces de
demostrar esa misma valentía y esa misma voluntad quienes tienen la
responsabilidad, la influencia y el poder necesarios para terminar
esta guerra trágica y terrible?

Si los civiles sirios no se han rendido, ¿cómo puede rendirse el
mundo en su intento de salvarlos a ellos y a toda Siria?

Valerie Amos

Secretaria General Adjunta de Asuntos Humanitarios y
Coordinadora del Socorro de Emergencia

Anthony Lake

Director Ejecutivo de UNICEF

António Guterres

Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados

Ertharin Cousin

Directora Ejecutiva del Programa Mundial de Alimentos

Dr. Margaret Chan

Directora General de la Organización Mundial de la Salud

Más información:

Dailo Allí

Jefe de Prensa de UNICEF España, Tel: 609 160 051 / 91 378 95 55

E-mail: dailo.alli@unicef.es

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