La lactancia materna protege a los bebés de enfermedades transmitidas por el agua
UNICEF destaca la importancia de la lactancia materna dadas las continuas lluvias y las crecientes inundaciones en Bago y Ayeyarwaddy, Myanmar, que aumentan los riesgos para los niños y sus familias.
El número de niños y familias afectados por las inundaciones
continúa aumentando, alcanzando ahora un total de 1,1 millones de
personas de los cuales cerca de 390.000 son niños. Más de la mitad
de los afectados son mujeres, de las cuales 21.000 están
embarazadas y más de 20.000 son madres lactantes. La lactancia
materna adquiere una importancia fundamental para la salud del
niño, al ser cada vez más difícil garantizar que las fuentes de
agua sean seguras. La diarrea y las enfermedades transmitidas por
el agua pueden ser letales para los niños pequeños.
“En este momento las mayores necesidades son de agua potable,
alimentos y nutrición”, dijo Alison Rhodes, jefa de
sensibilización, alianzas y comunicación de UNICEF. “En las zonas
que las inundaciones han empezado a retroceder es necesario iniciar
rápidamente la rehabilitación y recuperación para restablecer los
servicios básicos para los niños”.
La escasez de agua potable y la ausencia de acceso a saneamiento
básico aumentan el riesgo para los niños de contraer enfermedades
transmitidas por el agua. UNICEF y sus aliados han enviado mensajes
en lenguas locales a través de la radio sobre prácticas básicas de
higiene y nutrición, llegando a más de 4 millones de personas en
las zonas afectadas.
“Beber agua contaminada produce diarrea, una de las principales
causas de muerte entre los niños menores de cinco años. Mezclar
agua no potable con los alimentos, como la fórmula infantil en
polvo, puede ser muy peligroso. La lactancia materna exclusiva es
la forma más segura de alimentar a los bebés y la leche materna
contiene todos los nutrientes y anticuerpos para proteger su
salud”, explicó Rhodes.
UNICEF está trabajando junto al gobierno para satisfacer las
necesidades urgentes de todos los niños y sus familias que se
encuentran en refugios temporales, y de aquellos que intentan
volver a su hogar. Además de evaluaciones conjuntas de ayuda
humanitaria inmediata y de las primeras necesidades de recuperación
en las zonas más afectadas –Sagaing, Magway, Rakhine, Bago y
Ayeyarwaddy– UNICEF está liderando la evaluación en el estado de
Chin, uno de los más pobres y de más difícil acceso de Myanmar.
UNICEF está ayudando en el restablecimiento del acceso a agua
potable y saneamiento mediante la construcción de letrinas y
distribuyendo pastillas de purificación de agua y kits de higiene.
Para proteger el desarrollo saludable de los niños también está
proporcionando de manera urgente micronutrientes, kits de
protección y apoyo psicosocial.
“Para aumentar el apoyo, UNICEF hace un llamamiento de fondos
para distribuir asistencia humanitaria urgente para todos los niños
afectados por las inundaciones en Myanmar” concluyó Rhodes.