Fenómeno climático El Niño: Solo en África oriental y meridional 26’5 millones de niños necesitan ayuda tras sus efectos
Su impacto sobre la infancia ha agravado los efectos del hambre, la desnutrición y las enfermedades
A pesar de que el fenómeno climático El Niño –activo durante 2015 y 2026- ha llegado a su fin, su impacto devastador sobre los niños está empeorando. Esto se debe a que el hambre, la desnutrición y las enfermedades continúan aumentando después de las graves sequías e inundaciones que ha generado este fenómeno, uno de los peores en la historia.
Son algunas de las conclusiones del informe de
UNICEF Aún
no ha terminado: Las consecuencias de El Niño sobre la
infancia. La publicación alerta además de las grandes
posibilidades de que La Niña –el fenómeno inverso de El Niño–
comience su actividad en algún momento de este año, agravando aún
más la dura crisis humanitaria que está afectando a millones de
niños en algunas de las comunidades más vulnerables.
Los niños que viven en las zonas más afectadas ya están pasando
hambre. En África oriental y meridional –las regiones que han
sufrido las peores consecuencias de este fenómeno– unos 26,5
millones necesitan ayuda, incluidos más de 1 millón que necesitan
tratamiento para la desnutrición aguda grave.
En muchos países, los recursos que ya eran escasos han llegado a
su límite, y las familias afectadas han agotado sus mecanismos para
superar la situación llegando a saltarse determinadas comidas o a
vender sus activos. Si no se moviliza ayuda que incluya el envío
urgente de suministros nutricionales para los niños pequeños, la
situación podría socavar varias décadas de progreso en favor del
desarrollo.
El Niño ha afectado también el acceso de poblaciones de
numerosos países al agua potable y se ha relacionado con un aumento
de enfermedades como el dengue, la diarrea y el cólera, que son las
principales causas de mortalidad infantil. En América del Sur, y
especialmente en Brasil, El Niño ha generado unas condiciones
favorables para la reproducción del mosquito Aedes, que puede
transmitir el virus del Zika, así como el dengue, la fiebre
amarilla y la chikungunya. Si La Niña evoluciona, podría contribuir
a la propagación del virus del Zika en zonas que no han sufrido sus
efectos hasta la fecha.
Para UNICEF es también preocupante la posibilidad de que en
África meridional, el epicentro mundial de la pandemia del SIDA, se
produzca un aumento en la trasmisión del VIH como consecuencia de
los efectos de El Niño. La falta de alimentos influye en el acceso
a la terapia antirretroviral, ya que los pacientes tienden a no
tomar el medicamento con el estómago vacío y, además, muchas
personas prefieren utilizar sus limitados recursos para obtener
alimentos en lugar de emplearlos en el transporte a un centro de
salud. La sequía también puede forzar a las adolescentes y las
mujeres a practicar relaciones sexuales transaccionales para
sobrevivir. La mortalidad de los niños que viven con el VIH es de
dos a seis veces mayor entre los niños que están gravemente
desnutridos en comparación con aquellos que no lo están.
“Millones de niños y sus comunidades necesitan apoyo para poder
sobrevivir. Necesitan ayuda para prepararse ante la eventualidad de
que La Niña agrave la crisis humanitaria que confrontan. Y
necesitan ayuda que les permita acelerar las medidas para la
reducción del riesgo de desastres y la adaptación a los cambios
climáticos que están causando fenómenos meteorológicos extremos más
intensos y más frecuentes”, dijo la directora de programas de
emergencia de UNICEF, Afshan Khan. “Los mismos niños que han
sufrido los efectos de El Niño, y que están amenazados por La Niña,
se encuentran en primera línea ante el cambio climático”.
Acerca de UNICEF
UNICEF promueve los derechos y el bienestar de todos los niños y
niñas en todo lo que hacemos. Junto a nuestros aliados, trabajamos
en 190 países y territorios para transformar este compromiso en
acciones prácticas, centrando especialmente nuestros esfuerzos en
llegar a los niños más vulnerables y excluidos para el beneficio de
todos los niños, en todas partes.