UNICEF: “En Mozambique nos enfrentamos a una gran crisis humanitaria, probablemente de larga duración”
Declaraciones de Manuel Fontaine, director de programas de Emergencia de UNICEF, en una videoconferencia desde Pemba, Mozambique.
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GINEBRA, 13 de abril 2021–
“Llevo tres o cuatro días en Cabo Delgado conociendo gente. He estado en Montepuez, aquí en Pemba, y en otros lugares reuniéndome con desplazados internos, conociendo a familias y personas que estaban intentando ayudar, incluidas familias de acogida en muchos sitios. Me he reunido además con autoridades y también lo haré en Maputo.
Lo que estamos viendo aquí en este momento, lo que estoy viendo aquí, después de años de experiencia tratando con situaciones humanitarias, es que nos enfrentamos a una gran crisis humanitaria y probablemente de larga duración. Un tercio de la población se encuentra desplazada en estos momentos. Realmente llama la atención ver en algunos pueblos que la población se ha duplicado, o en algunos casos se ha triplicado. Así se pueden imaginar lo difícil que es para la gente de pueblos y aldeas que ya son pobres y que no tienen mucho que ofrecer.
Tenemos cifras muy preocupantes sobre desnutrición que estamos empezando a recibir de las encuestas SMART que se han hecho. Sobre todo entre las poblaciones de desplazados internos en las comunidades de acogida, donde tenemos una prevalencia de la desnutrición aguda grave de hasta un 3,8% y una tasa de desnutrición aguda general de casi el 13%, que es bastante alta, y obviamente va a empeorar.
Nos preocupa el cólera. Los casos de cólera se están reduciendo un poco en Cabo Delgado, pero la situación no está bajo control, y de hecho sigue aumentando en algunas provincias vecinas, con todos los riesgos a los que nos enfrentamos. Estamos pues antes una situación humanitaria muy grave, y probablemente duradera, en la que el acceso es complicado.
Creo que también nos enfrentamos a una muy clara crisis de protección. Son historias constantes de gente que tiene que salir corriendo en medio de la noche, con suerte junto a toda la familia, pero muy a menudo las familias se separan. Escuchamos a una mujer joven que estaba embarazada y que tuvo que huir junto a su otro hijo después de que asesinaran a su esposo delante de ella.
Son historias de personas secuestradas, historias de violencia de género, historias horribles sobre el calvario de personas que caminan durante días y días, niños que llegan con los pies hinchados y heridos, y hay que cuidar de ellos. Es, por tanto, una crisis de protección muy, muy grave, como se pueden imaginar.
Hasta el momento, por ejemplo, hemos identificado a más de 200, unos 220 niños y niñas que se han visto separados de sus padres, pero desde luego que hay más. Para los niños separados, nuestra labor pasa por identificarlos, asegurarnos de que les protegemos rápidamente y luego asegurarnos de que tratamos de iniciar las labores de búsqueda (de sus familiares) lo antes posible. Ayer tuvimos un par de casos en Palma. Anoche estuve con varios niños que se encontraban en esa situación. Y, de nuevo, historias terribles. Recuerdo a un adolescente que vio cómo mataban a su madre en el campo y tuvo que huir. Su padre estaba en otra parte de la ciudad y, desde entonces, no hay noticias. Estamos básicamente tratando de ayudarlos; esto lleva tiempo, normalmente los niños llegan completamente en silencio, no pueden articular muchas palabras y tienen traumas de muy distintos tipos. Y luego, poco a poco, tratamos de ayudarlos a recuperarse, física y psicológicamente, pero también tratando de encontrar a sus familias, y estamos recibiendo buenas noticias al respecto, algunos casos van mejor.
También estamos escuchando historias increíbles de solidaridad y resiliencia. Creo que siempre debemos recordar lo inspiradoras que pueden ser las acciones de las personas en esta situación. Son familias de cinco o seis personas que reciben a 20 o 30 personas en sus hogares y tratan de cuidarlas. Tenemos que ayudar a las familias a hacer eso.
Conocemos casos de resiliencia de personas que realmente han caminado y salido adelante, pero también historias muy interesantes de personas que dicen ‘no queremos caridad, lo que queremos es que nos ayuden a recuperarnos Queremos empezar a trabajar de nuevo, queremos ganarnos la vida.
Sabemos que lo que necesitamos en estos momentos es ayuda alimentaria; es un poco de agua; algunos suministros básicos porque la gente se ha quedado sin nada. Entonces, ayúdennos a recuperarnos y ayuden a nuestros hijos a volver a la escuela (…) para que podamos empezar a seguir adelante’.
En este contexto, el PMA tiene necesidades (de financiación), también las tiene UNICEF. Tenemos muy mala financiación en estos momentos; no tenemos los fondos suficientes. Y necesitamos ese apoyo, podemos hacer mucho más. Y también necesitamos acceso. Verdaderamente necesitamos que todos nos ayuden a tener acceso. Las autoridades y todas las partes solo tienen que ayudarnos a acceder a los niños y las familias que lo necesitan».
Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.
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Belén de Vicente
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