Diez años después de la independencia de Sudán del Sur, hay más niños y niñas que nunca que necesitan ayuda humanitaria urgente

Dos tercios de los niños de este país precisan asistencia de manera desesperada

Una madre y su bebé con desnutrición en Sudán del Sur

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NUEVA YORK/GINEBRA/NAIROBI/YUBA, 6 de julio de 2021– Una cifra récord de 4,5 millones de niños y niñas -dos de cada tres- en Sudán del Sur necesitan desesperadamente ayuda humanitaria, alertó hoy UNICEF, antes del décimo aniversario de la independencia del país.

En un informe sobre el impacto de la crisis humanitaria en la infancia (Respond to our cry, PDF en inglés), UNICEF advirtió de que las esperanzas de que la independencia supusiese un nuevo comienzo para los niños y niñas del país se han desvanecido. Los episodios de violencia y conflictos, las inundaciones recurrentes, las sequías y otros fenómenos meteorológicos extremos, favorecidos por el cambio climático y una crisis económica cada vez más grave, han provocado una inseguridad alimentaria extremadamente elevada y una de las peores crisis humanitarias del mundo. El reciente acuerdo de paz, que solo se ha aplicado parcialmente, no ha logrado hasta ahora poner remedio a las dificultades que afrontan los niños y jóvenes del país.

«La esperanza y el optimismo que los niños y niñas y las familias de Sudán del Sur sintieron al ver nacer su país en 2011, se han convertido poco a poco en desesperación y desesperanza», ha señalado la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore. «La infancia de muchos niños y niñas de 10 años en Sudán del Sur hoy se ha visto asolada por la violencia, las crisis y los abusos de derechos”, ha agregado.

Alrededor de 8,3 millones de personas en Sudán del Sur necesitan ayuda humanitaria, una cifra muy superior a los niveles observados durante la guerra civil entre 2013 y 2018, que oscilaban entre 6,1 y 7,5 millones de personas.

La tasa de mortalidad infantil es una de las más altas del mundo, ya que se prevé que uno de cada diez niños no llegará a cumplir los cinco años.

Los altos niveles de inseguridad alimenticia son especialmente preocupantes. Se espera que en torno a 1,4 millones de niños y niñas sufran desnutrición aguda este año, la cifra más alta desde 2013. Además, se calcula que más de 300.000 niños y niñas –el número más alto jamás registrado en el país- sufrirán las peores formas de desnutrición y corren el riesgo de fallecer si no se les proporciona tratamiento.

El acceso limitado a la educación y las altas tasas de abandono han dejado a 2,8 millones de niños y niñas sin escolarizar, la mayor proporción de niños sin escolarizar del mundo con más del 70% de los niños en edad escolar. El cierre de los centros educativos durante 14 meses a causa de la pandemia por COVID-19 ha hecho que otros 2 millones de niños abandonen las aulas.

A pesar de la continua inseguridad, UNICEF está trabajando con sus aliados para aumentar la capacidad de examinar y tratar a menores por desnutrición aguda, con un volumen de casos previsto de 1,4 millones de niños y niñas en 2021. La mejora del acceso a agua potable, saneamiento e higiene y el acceso a servicios básicos de atención sanitaria también se encuentran entre las principales prioridades de UNICEF, junto con el acceso a la educación.

Sin embargo, la financiación sigue siendo limitada. UNICEF ha hecho un llamamiento por valor de 180 millones de dólares (unos 152 millones de euros) para atender a los niños y niñas más vulnerables este año. A mitad de año, esta petición solo cuenta con un tercio de los fondos y el Plan de Respuesta Humanitaria sigue estando igualmente infradotado. Los donantes ya han hecho recortes en sus presupuestos para Sudán del Sur, o han avisado de que se van a producir. La crisis se agravará al entrar en la temporada de escasez, con un mayor riesgo de inundaciones. Se perderán vidas si no se toman medidas urgentes.

«Si nosotros, como colectivo humanitario, no recibimos suficiente financiación, la realidad para los niños y las familias es que no llegará ninguna ayuda», ha afirmado la representante de UNICEF en Sudán del Sur, Andrea Suley. «Las organizaciones humanitarias son responsables de casi toda la prestación de servicios en Sudán del Sur. Si no se pone fin a la violencia y la inseguridad generalizadas que amenazan a las familias y obstaculizan el acceso humanitario, y si no se cuenta con la financiación adecuada, los centros de salud y nutrición cerrarán, los pozos no se arreglarán y el sonido de los generadores que mantienen fríos los frigoríficos para las vacunas pronto se desvanecerá», se ha lamentado.

Acerca de UNICEF

UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.

Para más información

Belén de Vicente

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