La reapertura de las escuelas no puede esperar 

Declaración de la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore y la directora general de la UNESCO, Audrey Azoulay.
La reapertura de las escuelas no puede esperar 

ROMA/NUEVA YORK, 12 de julio de 2021 – “Han pasado 18 meses desde que comenzó el brote de COVID-19 y la educación de millones de niños todavía está interrumpida. A día de hoy, las escuelas primarias y secundarias están cerradas en 19 países, lo que afecta a más de 156 millones de estudiantes.

Esto no debería continuar. Las escuelas deberían ser las últimas en cerrar y las primeras en reabrir.

En sus esfuerzos por limitar la transmisión, los gobiernos han cerrado con demasiada frecuencia las escuelas y las han mantenido cerradas durante períodos prolongados, incluso cuando la situación epidemiológica no lo justificaba. Estas acciones se tomaron con frecuencia como un primer recurso y no como una última medida. En muchos casos, las escuelas se cerraron mientras que los bares y restaurantes permanecieron abiertos.

Es posible que nunca se recuperen las pérdidas que sufrirán los niños y los jóvenes por no asistir a la escuela. Desde la pérdida del aprendizaje, la angustia mental, la exposición a la violencia y el abuso, hasta las comidas y vacunas escolares perdidas o el desarrollo reducido de las habilidades sociales, las consecuencias para los niños y niñas se sentirán en su rendimiento académico y compromiso social, así como en su salud física y mental. Los más afectados son a menudo los niños y niñas de entornos de escasos recursos que no tienen acceso a herramientas de educación a distancia y los niños más pequeños que se encuentran en etapas clave del desarrollo.

Las pérdidas para los padres y los cuidadores son igualmente graves. Mantener a los niños y niñas en casa está obligando a las madres y padres de todo el mundo a dejar sus trabajos, especialmente en países con políticas de conciliación familiar limitadas o nulas.

Es por eso que la reapertura de las escuelas para la educación presencial no puede esperar.

No puede esperar a que los casos lleguen a cero. Existe una clara evidencia de que las escuelas primarias y secundarias no se encuentran entre los principales impulsores de la transmisión. Mientras tanto, el riesgo de transmisión de la COVID-19 en las escuelas es manejable con estrategias de mitigación adecuadas en la mayoría de los entornos. La decisión de abrir o cerrar escuelas debe basarse en el análisis de riesgos y las consideraciones epidemiológicas en las comunidades donde están ubicadas.

La reapertura de las escuelas no puede esperar a que todos los maestros y estudiantes estén vacunados. Con la escasez mundial de vacunas que afecta a los países de ingresos bajos y medios, la vacunación de los trabajadores en primera línea y de los que corren mayor riesgo de sufrir enfermedades graves y la muerte seguirá siendo una prioridad. Todas las escuelas deben proporcionar educación presencial lo antes posible, sin barreras de acceso, incluida la no obligatoriedad de la vacunación antes de entrar en la escuela.

Antes de la Reunión Mundial sobre la Educación del 13 de julio, instamos a quienes toman las decisiones y los gobiernos a priorizar la reapertura segura de las escuelas para evitar una catástrofe generacional.

El cierre de escuelas hipoteca nuestro futuro a cambio de beneficios poco claros para nuestro presente. Debemos priorizar mejor. Podemos reabrir las escuelas de forma segura, y debemos hacerlo”.

Acerca de UNICEF

UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.

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Belén de Vicente

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