Declaraciones del portavoz de UNICEF, James Elder, en el Palacio de las Naciones de Ginebra
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Ginebra, 19 de septiembre de 2023 – “Debido al cruel desprecio por la población civil y los incesantes ataques contra los servicios de salud y nutrición, UNICEF teme que muchos miles de recién nacidos mueran de aquí a finales de año.
En Sudán nacerán unos 333.000 niños y niñas entre octubre y diciembre. Ellos, ellas y sus madres necesitan una atención calificada del parto. Sin embargo, en un país donde millones de personas están atrapadas en zonas de guerra o desplazadas, y donde hay una grave escasez de suministros médicos, esa atención es cada día menos probable.
Los servicios de nutrición se encuentran también destrozados. Cada mes, unos 55.000 niños y niñas necesitan tratamiento para la forma más letal de desnutrición. Y, sin embargo, en Jartum menos de 1 de cada 50 centros de nutrición está en funcionamiento; en Darfur Occidental es 1 de cada 10.
Las cifras oficiales de víctimas sitúan el número total de niños y niñas muertos en los combates en Sudán en 435. Dada la devastación total de los servicios de salvamento de los que depende la infancia, UNICEF teme que los ciudadanos más jóvenes de Sudán estén entrando en un período de mortalidad sin precedentes. Cuanto más dure el conflicto y persistan los bajos niveles de financiación, más devastador será el impacto. Este es el precio de la inacción.
Acabo de volver de Sudán. No puedo decirles cuántas personas han pedido ayuda. Maestros, comerciantes, arquitectos y, con toda seguridad, madres embarazadas, todos desplazados. Familias que llegan asustadas, hambrientas y habiendo dejado atrás todas sus pertenencias.
Las mujeres y las niñas se ven continuamente aterrorizadas durante su huida. Cada vez hay más informaciones de niños y niñas reclutados por grupos armados. Y Sudán es ahora uno de los lugares más peligrosos para los trabajadores humanitarios.
A pesar de los riesgos y el flagrante desprecio por la vida de los civiles, UNICEF y sus aliados están ayudando a los niños y niñas en los 18 estados de Sudán, incluidos los puntos críticos. A pesar de todos los desafíos, desde que comenzó el conflicto, UNICEF y sus aliados han proporcionado suministros sanitarios a 5,1 millones de personas, agua potable a 2,8 millones de niños y sus familias, tests de desnutrición a 2,9 millones de niños (de los que 152.200 recibieron tratamiento vital), ayudas económicas a 300.000 madres y hogares, y apoyo psicosocial, educación y servicios de protección a más de 282.000 niños y sus cuidadores, a través de más de 464 espacios seguros establecidos en todo el país.
Pero necesitamos fondos: a partir de este mes, el llamamiento de UNICEF de 838 millones de dólares (cerca de 784 millones de euros) para llegar a casi 10 millones de niños y niñas tiene menos de una cuarta parte financiada. Semejante déficit de financiación significará la pérdida de vidas.
El gasto del sector social está en fuerte caída. Si UNICEF y sus aliados de Naciones Unidas no pueden movilizar apoyo adicional, esto podría significar el colapso de los servicios sociales básicos en Sudán.
Los trabajadores en primera línea llevan meses sin cobrar, no días o semanas. En un país con una inflación del 200%, enfermeras, médicos, profesores, trabajadores sociales, etc., no han recibido un salario durante meses. Y, sin embargo, acuden a trabajar. De hecho, es probable que trabajen más horas, dadas las necesidades que crea esta guerra. Como me dijo un nutricionista: ‘Estos son niños y niñas, viven en una guerra y, mientras podamos ayudar, lo haremos’. Y, sin embargo, su carácter y dedicación no pueden reabastecer los suministros que se agotan rápidamente ni reparar hospitales destruidos.
Por último, UNICEF está profundamente preocupado porque las escuelas en Sudán no abrirán. Sudán ya se enfrenta a una de las mayores crisis educativas del mundo, con más de siete millones de niños sin escolarizar y 12 millones esperando a que las escuelas vuelvan a abrir. Para los niños y niñas, la educación es algo más que el derecho a aprender. Las escuelas pueden proteger a los niños de los peligros físicos que los rodean, incluidos el abuso, la explotación y el reclutamiento en grupos armados. Si el conflicto provoca que las escuelas permanezcan cerradas, esto tendrá impactos devastadores para el desarrollo y el bienestar psicosocial de los niños y niñas.
Por supuesto, es necesario hacer muchos más esfuerzos para detener esta guerra. Pero a medida que continúan los ataques sin sentido contra los civiles y los servicios sociales, UNICEF necesita ayuda financiera y un acceso seguro y sin obstáculos para los trabajadores en primera línea”.
Para colaborar con el trabajo de UNICEF en emergencias como la de Sudán: https://www.unicef.es/causas/emergencias/sudan
Acerca de UNICEF
UNICEF trabaja en algunos de los lugares más difíciles para llegar a los niños y niñas más desfavorecidos del mundo. En 190 países y territorios, trabajamos para cada niño, en todas partes, cada día, para construir un mundo mejor para todos.
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Ildefonso González
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