Declaraciones de James Elder, portavoz de UNICEF, en la rueda de prensa de hoy en el Palacio de las Naciones en Ginebra
Material audiovisual:
- Vídeos de James Elder desde Gaza AQUÍ (versiones limpias y en inglés para facilitar su traducción)
- Más recursos de la situación humanitaria en Gaza AQUÍ
GINEBRA, 1 de diciembre -«Hoy, quienes están en el poder han decidido que se reanude la matanza de niños y niñas en Gaza.
Si me permiten un minuto, les contaré lo que había preparado antes de que comenzaran los ataques.
La situación humanitaria en Gaza es tan peligrosa que todo lo que no sea una paz sostenida y ayuda de emergencia a gran escala significará una catástrofe para los niños y niñas de Gaza.
Iba a hablar entonces de la terrible situación en materia de salud, nutrición, agua y saneamiento, y de cómo amenaza con un desastre de magnitud sin precedentes para los niños y niñas de Gaza.
Tal es la enormidad de las necesidades, tales han sido los bloqueos de la ayuda durante tanto tiempo, que a pesar de los enormes esfuerzos de esta última semana, la situación de la salud y la nutrición y el saneamiento empeora día a día.
Iba a terminar diciendo: ‘Por lo tanto, debe aplicarse un alto el fuego duradero. La alternativa es impensable para las personas que ya viven en una pesadilla. La inacción, en el fondo, es una aprobación de la matanza de niños’.
Pero aquí estamos. Las bombas comenzaron apenas unos segundos después del fin del alto el fuego.
Fui inmediatamente al hospital Nasser. Al acercarnos vi que había habido un impacto a unos 50 metros. Nasser es el hospital más grande de Gaza que sigue funcionando. Está al menos al 200% de su capacidad. Cientos de mujeres y niños duermen en las salas de espera y los pasillos. Hay niños con heridas de guerra por todas partes. Los hospitales no pueden acoger a más pacientes heridos. El sistema está destrozado. Visité un hospital en el norte; normalmente debería hacer derivaciones. Ahora es el mayor hospital en funcionamiento del norte. Sangre y vendas ensangrentadas cubren el suelo. El personal sanitario está agotado. La iglesia que hay dentro del hospital es una sala de urgencias; también fue alcanzada. Vi a una madre llorar mientras su hijo se desangraba. La muerte está por todas partes.
Llevo toda la semana yendo al hospital Nasser. Para escuchar a los niños y niñas, a los valientes e incansables trabajadores sanitarios palestinos, a las familias. A jugar con los niños y niñas; a intentar suavemente que se distraigan de su pesadilla. Y a veces podía ver un ligero cambio en sus rostros. Un atisbo de infancia que regresaba. Ya no. El miedo ha vuelto. También los heridos. Cuerpos ensangrentados llegaban a toda prisa mientras yo estaba allí.
Es temerario pensar que más ataques contra la población de Gaza conducirán a otra cosa que no sea una carnicería. Y, sin embargo, se produjeron tres o cuatro explosiones de gran magnitud en las inmediaciones mientras yo estaba allí.
Sin duda, cualquier conversación sobre Gaza debe comenzar con empatía. Es profundamente inquietante escuchar cómo algunos han sido capaces de pasar por alto la trágica muerte de estos niños y ahora, hoy, parecen sentirse cómodos con los horrores -los ataques- que comienzan de nuevo.
Aceptar el sacrificio de los niños y niñas de Gaza es rendirse ante la humanidad.
Esta es nuestra última oportunidad, antes de que nos sumerjamos en tratar de explicar otra tragedia totalmente evitable».
Para contribuir al trabajo de UNICEF en la crisis de Gaza: https://www.unicef.es/donacion-crisis-gaza
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Elena Maria Hernandez Martinez
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