El próximo presupuesto de la UE a largo plazo: una gran oportunidad para lograr mayor impacto y rendición de cuentas

  • La Comisión prevé un presupuesto a largo plazo de la UE que sea más sencillo, más concentrado y con mayor impacto
  • Los auditores exponen una serie de oportunidades para que el presupuesto se centre más en los resultados
  • La transparencia y la rendición de cuentas deben garantizarse también a través de una auditoría externa independiente

Los responsables políticos tienen ahora la oportunidad de aprender de la experiencia con el diseño del nuevo presupuesto a largo plazo de la UE para garantizar que esté más centrado y tenga un mayor impacto, y cumpla las prioridades de la política de la UE. En un análisis oportuno de las lecciones extraídas de la experiencia, el Tribunal de Cuentas Europeo (el Tribunal) destaca las oportunidades de mejorar algunos ámbitos importantes en el marco financiero plurianual posterior a 2027. Entre otras, cabe mencionar la simplificación, la flexibilidad y la financiación del presupuesto de la UE, así como la garantía de una adecuada rendición de cuentas a través de una auditoría externa independiente de todo el gasto en el próximo plan financiero plurianual.

En febrero de 2025, la Comisión publicó un comunicado sobre «La ruta hacia el próximo marco financiero plurianual», que resume las dificultades y prioridades actuales de la política después de 2027. Los auditores analizaron el documento e identificaron distintas oportunidades en función de sus conocimientos y experiencia auditora de los ingresos y gastos del presupuesto de la UE. Tratan de contribuir, a través de sus observaciones, al debate actual sobre el próximo presupuesto a largo plazo.

«Alcanzar un acuerdo sobre el próximo presupuesto de la UE a largo plazo va a requerir un buen equilibrio entre las prioridades del gasto y los recursos disponibles para financiarlas. Hemos identificado varias oportunidades para el diseño y la normativa en relación con el presupuesto y los ingresos de la UE, y creemos que pueden ser una ayuda de cara a las decisiones que deben tomarse», afirma Jan Gregor, Miembro del Tribunal de Cuentas Europeo responsable del análisis.

Existe una oportunidad de definir y valorar sistemáticamente el valor añadido europeo en las decisiones de financiación, y así prestar más atención a los resultados. El próximo presupuesto a largo plazo de la UE también necesitará cubrir una lista creciente de demandas, como el reembolso de los fondos prestados en el marco del instrumento NextGenerationEU que se emplearon para la recuperación del COVID. A partir de 2028, se calcula que el capital e intereses reembolsables en este ámbito en el próximo presupuesto a largo plazo ascenderán a 25 00030 000 millones de euros anuales. Las necesidades financieras de la UE van a requerir una serie de flujos simplificados de ingresos; todo endeudamiento deberá implicar, por tanto, una atenuación del riesgo y la preparación de un plan claro de reintegros.

Los auditores han propugnado desde hace tiempo la consolidación del panorama financiero de la UE y la simplificación de las normas de gasto, lo que podría llevar a una mayor eficiencia en el gasto mientras se reduce el riesgo de irregularidades y se alivia la carga administrativa. Sin embargo, advierten que la simplificación no debe ir en detrimento de la rendición de cuentas. Los responsables políticos deberían tener en cuenta las consecuencias generales de la racionalización de las normas, en especial si pueden dar lugar a ambigüedades o reducir la supervisión.

Un futuro presupuesto de la UE que pueda lograr las prioridades de las políticas de la UE requiere una relación más estrecha entre los fondos de la UE que apoyan las reformas para gestionar los recurrentes desafíos estructurales en los Estados miembros. A partir de sus auditorías de los fondos de recuperación del COVID, los auditores destacan varias lecciones en las que la financiación no está ligada a los costes. Entre ellas cabe mencionar la necesidad de contar con una relación nítida entre financiación y resultados. Cuando no sea posible, no debería usarse semejante sistema. Entre otras lecciones, cabe mencionar la necesidad de una trazabilidad completa de la financiación así como de responsabilidades claras de supervisión y vigilancia para garantizar una rendición de cuentas y una transparencia adecuadas.

La auditoría externa independiente es fundamental para garantizar la rendición adecuada de cuentas. De esta manera, los auditores piden un mandato claro para que el Tribunal audite todo el gasto en el próximo presupuesto de la UE. Esto incluye el control de los fondos de la UE hasta el nivel del perceptor final, así como la facultad de auditar organismos establecidos fuera del ordenamiento jurídico de la UE para aplicar políticas de la UE. Una pista completa de auditoría es necesaria para garantizar la transparencia, la rendición de cuentas y una buena adopción de decisiones.

Información general

Los presupuesto a largo plazo de la UE, que actualmente cubren un período de siete años, se conocen como los marcos financieros plurianuales (MFP). La Comisión remite una propuesta para el presupuesto a largo plazo de la UE al Parlamento Europeo y al Consejo. El MFP establece las prioridades y los límites del gasto de la UE, y ejerce un papel vital en la formación de la capacidad de la UE para responder a las dificultades incipientes y en curso.

El análisis del Tribunal de Cuentas Europeo 03/2025: «Oportunidades para el Marco Financiero Plurianual posterior a 2027» puede consultarse en el sitio web del Tribunal de Cuentas Europeo. No se trata de un informe de auditoría, sino de un análisis basado en el trabajo de auditoría anterior del Tribunal sobre los ingresos y gastos presupuestarios de la UE. También tiene por objeto prestar apoyo a los preparativos de la Comisión con vistas a su propuesta del próximo MFP, cuya presentación se prevé para julio de 2025. Tenemos previsto presentar nuestras observaciones sobre esa propuesta en la segunda mitad de 2025.

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