Barbón destaca el futuro del sector forestal: «Cada euro destinado al monte no es un gasto, es una siembra»

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha asegurado hoy que cada euro que se destina al sector forestal “no es un gasto, sino una siembra”. La reflexión la ha hecho durante la apertura de la novena edición del Congreso Forestal Español que se celebra hasta el día 20 en Gijón y después de haber señalado que el Gobierno asturiano lleva invertidos más de 30 millones en este sector en lo que va de legislatura una cifra que ha calificado como de “récord”. “Cada euro destinado al monte retorna en forma de empleo, biodiversidad, atenuación del cambio climático y calidad de vida”, ha señalado.

“Para nosotros el monte jamás es un problema, sino una oportunidad que tenemos que cultivar”, ha destacado. En su intervención, el presidente subrayó que Asturias está construyendo “un modelo de resiliencia forestal de referencia para todo el país”, basado en una política forestal “que va mucho más allá de una planificación de plantaciones y talas”. “No nos conformamos con reaccionar, queremos anticiparnos”, ha añadido.

Barbón ha hecho también alusión al impacto de los incendios forestales de la primavera de 2023, que calificó como “un antes y un después en la gestión forestal”. “Aún me veo envuelto en humo, asistiendo desolado y crispado a una catástrofe, lamentablemente provocada”, ha confesado. A raíz de aquella crisis, el Gobierno asturiano revisó la Ley de Montes, simplificó los permisos de corta y creó una consejería específica para la Gestión de Emergencias. “Hay pruebas de sobra de que las administraciones debemos estar siempre en guardia ante el riesgo de catástrofes”, ha advertido.

El presidente también anunció que este mismo año se iniciará la elaboración del Pacto por el Medio Rural, una iniciativa que considera clave para el futuro de Asturias. “El medio rural no sólo tiene porvenir, sino que debe ser uno de nuestros vectores de futuro”, ha asegurado. En ese sentido, defendió que “el campo no es un anexo, está en el corazón político del gobierno”.

Además, hizo un llamamiento a dar mayor protagonismo a las actividades vinculadas al sector forestal, como la explotación maderera, las cooperativas, el aprovechamiento de la biomasa o la lucha contra los incendios. “Una buena política forestal repercute sobre todos esos rasgos que, unidos, retratan uno de los mayores desafíos del siglo XXI”, afirmó. “Ayuda a crear riqueza, fijar población, absorber dióxido de carbono y reducir el riesgo de fuegos”, ha añadido.

A continuación se recoge la intervención íntegra del Presidente del Principado, Adrián Barbón:

 

INTERVENCIÓN DEL PRESIDENTE DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, ADRIÁN BARBÓN

Inauguración 9º Congreso Forestal Español

Gracias por haber elegido Gijón y Asturias para celebrar este congreso. Espero que hayan venido dispuestos a echarse al monte, porque de eso se trata: de echarse al monte, pero con inteligencia.

Saben cómo han evolucionado las políticas forestales durante las últimas décadas. Desde que apenas se trataba de elegir las especies más rentables hasta el planteamiento, mucho más amplio, mucho más integral, que rige actualmente. 

Son un colectivo experto. Estoy seguro de que entre ustedes emplearán términos y conceptos técnicos, muy precisos. A mí discúlpenme que hable casi como un lego, con un lenguaje sencillo y comprensible. 
Les robaré sólo unos minutos. Parto de dos premisas. 

La primera, que el medio rural –y, en concreto, el medio rural asturiano- no sólo tiene porvenir, sino que debe ser uno de nuestros vectores de futuro. Con ese planteamiento, el Gobierno del Principado iniciará este mismo año la elaboración del Pacto por el medio rural. El campo no es un anexo, está en el corazón político del gobierno.

La segunda premisa está ligada a la anterior: para lograr ese propósito es preciso que las actividades vinculadas al sector forestal multipliquen protagonismo. Aludo a empresas relacionadas con la explotación maderera, a cooperativas, al aprovechamiento de la biomasa, a la lucha contra los incendios y hasta de la respuesta al cambio climático.

Sí, me refiero a todas esas palabras y conceptos que ya hemos incorporado al uso cotidiano. Hablamos con frecuencia de la España vaciada, de la pérdida de biodiversidad, de los incendios de quinta generación o del cambio climático, pero en bastantes menos ocasiones nos damos cuenta de hasta qué punto son cuestiones entrelazadas, anudadas entre sí.

Con humildad, con mis ojos de profano, opino que ese es uno de los desafíos de este congreso: dar a conocer que una buena política forestal repercute sobre todos esos rasgos que, unidos, retratan uno de los mayores desafíos del siglo XXI. 

Una política forestal adecuada ayuda a crear riqueza, fijar población, absorber dióxido de carbono y reducir el riesgo de fuegos. Es una de las mejores herramientas que tenemos al alcance de nuestras manos, siempre que no nos dejemos arrastrar por la exigencia de inmediatez tan propia de nuestros días, porque esa es otra de las características de las políticas forestales: requieren tiempo, continuidad, perseverancia.

Voy a barrer para casa. Quizá algunos de ustedes no sepan que Asturias padeció una oleada de incendios en la primavera de 2023, hace dos años. Ardieron miles y miles de hectáreas. Fueron días terribles. Aún me veo envuelto en humo, asistiendo desolado y crispado a una catástrofe, lamentablemente provocada.

Aquello supuso para mi gobierno un antes y un después en la gestión forestal, entendida en un sentido amplio. De forma muy sintética les enumero algunas decisiones adoptadas desde entonces:

Por ejemplo, hemos revisado la Ley de Montes para adaptarla a los incendios extremos y simplificado los permisos de corta. 

Disponemos de una consejería dedicada a la Gestión de Emergencias. Por desgracia, hay pruebas de sobra de que las administraciones debemos estar siempre en guardia ante el riesgo de catástrofes. A este respecto, les invito a conocer cómo se está gestionando la red natural de Asturias: se ha convertido en un laboratorio vivo para la gestión forestal, una prueba de que la conservación de los recursos naturales es plenamente compatible con la prevención de incendios y el desarrollo rural.

En total, en esta legislatura hemos destinado más de 30 millones en inversiones y ayudas para el sector forestal una cantidad récord. Para el Gobierno de Asturias, este desembolso no es un gasto, sino una siembra, porque cada euro destinado al monte retorna en forma de empleo, biodiversidad, atenuación del cambio climático y calidad de vida. Para nosotros el monte jamás es un problema, sino una oportunidad que tenemos que cultivar.

Y ahora mismo se ha iniciado la evaluación ambiental estratégica del Plan Forestal del Principado, que nos permitirá contar una planificación estratégica.

Con todas estas medidas, Asturias está construyendo un modelo de resiliencia forestal de referencia para todo el país.
Es un planteamiento global, que va mucho más lejos que una planificación de plantaciones y talas. No nos conformamos con reaccionar, queremos anticiparnos. Y, sobre todo, pensamos una política forestal aliada del territorio y dispuesta a aprovechar los avances que nos ofrece la ciencia y la innovación tecnológica.

La celebración de este congreso coincide con otra cita que tiene lugar en Tineo, en el suroccidente de Asturias, la Feria Asturforesta. Si les da tiempo a visitarla, no dejen de hacerlo. Estamos, por tanto, en plena semana forestal asturiana.

Quizá la coincidencia no sea casualidad. Quizá responda a que Asturias también lidera la década del cambio en las políticas forestales. Por supuesto, con su aportación. Gracias de nuevo por haber elegido nuestra tierra para celebrar este importantísimo congreso. Échense al monte en Asturias, pero siempre con inteligencia.

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