La escultura de Carmen Castillo transforma la Sala de Exposiciones de la Universidad de Oviedo de la mano del estudiantado del máster en Historia del Arte

La muestra ‘Moldeando el silencio’ recorre a través de una veintena de obras la reconocida trayectoria de la artista | El rector, Ignacio Villaverde, y la vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Cultural, María Pilar García Cuetos, inauguran la exposición esta tarde junto a la artista, los comisarios y el profesorado del máster | La muestra ha sido organizada por el estudiantado bajo la coordinación de la profesora Ana María Fernández García, en una iniciativa que combina arte, aprendizaje y compromiso cultural
 

La Sala de Exposiciones del Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo abre esta tarde (19:00 horas) la muestra Moldeando el silencio, un recorrido por la obra de la escultora Carmen Castillo. La propuesta, comisariada por estudiantes del Máster Universitario en Estudios Avanzados en Historia del Arte y coordinada por la catedrática Ana María Fernández García, exhibe una veintena de piezas que han sido seleccionadas para dar cuenta de las tres etapas que han marcado la prolífica producción de la artista. El rector, Ignacio Villaverde, y la vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Cultural, María Pilar García Cuetos, participan este jueves en el acto de inauguración junto a la artista, el estudiantado y el profesorado del máster.

La exposición se podrá ver hasta el próximo 13 de julio y forma parte de un proyecto formativo innovador para quienes realizan este máster universitario. “La elección de la artista ha sido del todo acertada. Carmen Castillo es una escultora cuyo interés radica tanto en su elevada calidad técnica, como en su rigurosa experiencia creativa y su compromiso con los valores de la convivencia, la tolerancia y el respecto y, también, con la misma energía vital que la mueve y que contagia”, alaba María Pilar García Cuetos.

Carmen Castillo ha roto barreras desde hace más de tres décadas en un espacio históricamente reservado a los hombres, llevando su escultura a una dimensión en la que figura, espacio y escenografía dialogan en equilibrio. “Me parece especialmente interesante que haya ocupado un espacio que ha estado normalmente restringido a la creación de las mujeres artistas. Más que un techo de cristal, podemos decir que Carmen Castillo ha roto los límites del ámbito público. Su trayectoria se ha centrado en la escultura en bronce y principalmente en obra pública. Hay en su trabajo una especial preocupación por integrar su obra y el espacio con el que deberá interactuar”, afirma la vicerrectora de Extensión Universitaria y Proyección Cultural.

La exposición incluye piezas realizadas en cerámica, bronce, poliéster y materiales orgánicos, entre ellas esculturas como Erinias (2000), Silenciosa (2021) o Jara (2025), ofreciendo un recorrido por su evolución estética y conceptual. En todas sus obras la naturaleza toma un papel protagonista, motivado por la localización de su taller en Ceceda (Piloña) y su interés temprano por el campo. 

Los cambios en los materiales y las texturas demuestran su transformación como artista. En sus comienzos experimentó con la cerámica, con su maleabilidad y sus infinitas posibilidades cromáticas, con los vacíos activos y los acabados pulidos. Posteriormente, saltó al bronce, el cual continúa empleando como técnica principal para sus conocidas figuras, ya de gran formato. Por último, en su producción más reciente, ha incorporado la naturaleza no solo como fuente de inspiración, sino también como un elemento más de su obra. Entorno a esas tres etapas de su producción artística gira la exposición, un viaje por toda la carrera escultórica de Carmen Castillo.

Moldeando el silencio muestra la concepción del mundo de la artista a través de una escultura “profundamente humana, vital y hermosa, llena de ternura y compasión, en el mejor sentido de la palabra”, destaca María Pilar García Cuetos en el catálogo de una exposición que invita a visitar y en la que reflexionar sobre aquello que nos une. 

Además, la vicerrectora celebra que “la participación del estudiantado en esta exposición supone una experiencia que, no siendo nueva, se renueva en cada una de las ocasiones en las que se plasma esta iniciativa. A buen seguro, conocer a la obra, a la artista y acercarse a ambas y colaborar en la empresa colectiva serán experiencias que habrán supuesto un verdadero hito en el proceso formativo y en la propia experiencia vita de cada estudiante, de la mano de su profesora. Ese camino compartido y la generosidad de la artista nos permiten acercarnos a una exposición que nos recuerda que somos capaces de ver lo esencial, especialmente si artistas como Carmen Castillo nos llevan de la mano”.