El pasado domingo 8 de junio, Chengxuan Han, ciudadana china y estudiante de doctorado en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong (HUST) en Wuhan, fue arrestada por el FBI en el Aeropuerto Metropolitano de Detroit tras su llegada desde Shanghái. Han enfrenta cargos por contrabando de materiales biológicos a los Estados Unidos y por mentir a las autoridades federales.
Según documentos judiciales, Han había enviado previamente desde China cuatro paquetes con materiales biológicos relacionados con nematodos (gusanos redondos) a personas vinculadas a un laboratorio de la Universidad de Michigan.
Las leyes estadounidenses exigen permisos estrictos para la importación de este tipo de materiales con fines de investigación científica. No obstante, Han no declaró adecuadamente el contenido de los paquetes y, al ser interrogada por las autoridades fronterizas, mintió sobre su contenido, afirmando que se trataba de vasos plásticos en lugar de placas de Petri.
Además, los investigadores descubrieron que Han borró la información de su dispositivo electrónico tres días antes de llegar a Estados Unidos, lo que levantó sospechas adicionales sobre su conducta. En una entrevista posterior con agentes del FBI y de Investigaciones de Seguridad Nacional (ICE HSI), Han admitió haber enviado los paquetes y mentido sobre su contenido.
El caso de Han es el tercero en una serie reciente de arrestos de ciudadanos chinos implicados en intentos de contrabando de materiales biológicos a los Estados Unidos.
Días antes, otros dos científicos chinos, Yunqing Jian y su pareja Zunyong Liu, fueron acusados de intentar introducir de manera ilegal una peligrosa cepa de hongo que ataca cultivos agrícolas. Jian, quien trabajaba en un laboratorio de la Universidad de Michigan y tenía vínculos con el Partido Comunista Chino, fue detenida por lo que se describió como »un ataque al suministro alimentario estadounidense».
Las autoridades estadounidenses, encabezadas por el FBI, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y el ICE, han intensificado los controles y la vigilancia sobre las importaciones biológicas, especialmente cuando hay vínculos con instituciones científicas de China.
La preocupación principal radica en que estos actos no solo infringen regulaciones de bioseguridad, sino que también pueden representar amenazas a la seguridad nacional y a la integridad de los centros de investigación de Estados Unidos.
Un agente especial del FBI en Detroit, declaró que este tipo de contrabando »compromete gravemente la seguridad pública y la integridad de nuestras instituciones académicas». Añadió que el FBI desplegará todos los recursos disponibles para proteger al país frente a estas amenazas.
Cabe destacar que a Han ya se le había denegado la visa en dos ocasiones anteriores, en marzo, debido a su incapacidad para responder preguntas básicas sobre su investigación. Pese a esto, contaba con una carta de invitación como investigadora visitante por parte de la Universidad de Michigan.
El simple hecho de intentar introducir esta clase de materiales sin los permisos correspondientes viola normativas estrictas diseñadas para proteger la salud pública y la bioseguridad nacional. Según John Nowak, funcionario de CBP (Oficina de Aduana), este tipo de acciones »socava el trabajo legítimo de otros investigadores».
Chengxuan Han permanece bajo custodia a la espera de una audiencia de fianza, programada para el miércoles siguiente a su arresto. El caso continúa en desarrollo y es parte de un esfuerzo más amplio por parte del gobierno estadounidense para contrarrestar intentos del Partido Comunista Chino de influir o comprometer instituciones clave en el país.