Demuestran el impacto de la raza del acusado en el relato de un testigo de otro color

Investigación

Demuestran el impacto de la raza del acusado en el relato de un testigo de otro color

Noticia publicada el

Demuestran el impacto de la raza del acusado en el relato de un testigo de otro color

La investigadora Sara Solà, egresada del Máster Universitario de Psicología Jurídica de la Universidad Católica de Valencia (UCV), ha realizado un estudio sobre la credibilidad y la exactitud de la memoria en las declaraciones emitidas a lo largo de un proceso judicial. Entre los distintos resultados obtenidos por Solà se encuentra la demostración del llamado ‘race effect’ o sesgo racial: el impacto de la raza del acusado en el relato de un testigo de otro color: “Existe una tendencia humana ya estudiada en psicología a reconocer mejor los rasgos faciales de personas de la propia raza o etnia, y, por supuesto, es un hecho común a todas las personas, con independencia de su color de piel”.

En su investigación, perteneciente a la tesis doctoral que ha defendido en la UCV, Solà realizó unos test en laboratorio con los testimonios sobre dos historias exactamente iguales sobre un robo, pero cambiando la raza del ladrón. En la primera, éste era blanco y, en la segunda, de raza negra. Los testigos blancos de este último relato presentaron una mayor atención hacia los rasgos étnicos del ladrón que hacia el resto de características. En cambio, cuando el ladrón era blanco, se fijaban más en características como el pelo, los ojos o la complexión física. Así, en opinión de Solà, “el psicólogo forense o de otra rama, debe tener muy presente el sesgo racial durante un juicio y en otras circunstancias”.

Del mismo modo, esta experta asegura que el profesional de la psicología jurídica también debe atender “al nivel educativo de la persona”. En su investigación, Solà ha probado que la formación académica del declarante, sea acusado, víctima o testigo, no protege de los errores de memoria: “Es cierto que alguien con una carrera universitaria da su testimonio con mucha más variedad léxica y descriptiva, además de otras características, frente a otra persona con estudios básicos, pero en nuestros test de laboratorio hemos visto que ambos grupos caían en la misma distorsión de los detalles”.

“El testimonio en un juicio es un fenómeno muy complejo, pues se dan muchísimas variables individuales que lo condicionan. La memoria no es una cámara de fotos, sino un proceso de reconstrucción con muchos sesgos, está sujeta a la subjetividad y a la interpretación. Por tanto, hemos de partir del principio de no fiarnos de ella”, afirma esta psicóloga.

La lingüística computacional ofrece “muchos indicadores” al psicólogo sobre “la manera de expresarse del declarante”

Dada la “vulnerabilidad” de la memoria, una parte de la investigación ha estado centrada en la exactitud de las declaraciones judiciales o el análisis de los “errores honestos” que aparecen en los testimonios: “Utilizamos técnicas de obtención del recuerdo, como la restauración mental del contexto, uno de los métodos de la entrevista cognitiva que consiste en recrear las circunstancias de codificación del recuerdo antes de que la persona realice la narración de los hechos”.

En una vertiente del test correspondiente, Solà hizo que los declarantes contaran con total libertad “aquello que viniera a su cabeza sobre ese recuerdo, sin interrogatorio”. Los indicadores lingüísticos mostraron que los testimonios eran “complejos, con diversidad léxica, y ofrecían un aumento de detalles contextuales y de descripción física”, entre otras características. Después, se aplicó la técnica de cambio de orden temporal, y los sujetos debían realizar el mismo relato, pero contándolo a la inversa. Los testimonios, en este caso, presentaron “una mayor longitud y menor variedad léxica, dado que los declarantes tenían que hacer un esfuerzo mental muchísimo más grande”.

El modo de análisis de los indicadores lingüísticos en los testimonios judiciales es una de las aportaciones del estudio llevado a cabo por Solà, realizando una aproximación interdisciplinar. Por un lado, Solà ha utilizado el camino tradicional de la psicología del testimonio, y, por otro, la técnica de procesamiento del lenguaje natural que ofrece la lingüística computacional, que transforma el lenguaje normal en lenguaje matemático. Esa doble vía radica ha permitido concluir que los resultados obtenidos a través de la mencionada tecnología “respaldan los procedentes de la clásica psicología del testimonio y los conocimientos que ésta ya había proporcionado”.

“La lingüística computacional ofrece muchos indicadores al psicólogo sobre la manera de expresarse del declarante en un juicio, desde la complejidad de su lenguaje hasta el número de adjetivos que emplea. Datos que se correlacionan con variables psicológicas como el número de detalles que se dan, una de las que se asocian a la veracidad del relato”, explica.

Los menores de 40 años presentan una actitud más permisiva hacia el engaño

En la parte de la investigación dedicada a la credibilidad de los testimonios, Solà ha descubierto otra característica sobre los declarantes en un juici: “Obtuvimos varios datos interesantes en la valoración de la actitud hacia el engaño -es decir, si alguien piensa que engañar está moralmente mal, ¿cómo va a ejecutar esa mentira?-, pero quizás, el más llamativo de ellos es que los declarantes menores de 40 años muestran una actitud más permisiva hacia el engaño que los mayores de esa edad”.

De igual manera, Solà analizó las diferencias entre las declaraciones “de relato libre” y las de “engaño simulado”. Se presentó un paradigma de delito a las personas participantes en el estudio, que debían hacer una primera narración contando lo que recordaban de manera libre y, después, una segunda sobre el mismo paradigma, pero engañando en su relato”.

“La medición psicológica y la realizada a través de lingüística computacional sobre las dos variantes de los testimonios coincidieron en longitud, en complejidad y en contenido, que son precisamente las características de la veracidad”, indica Solà.

Por otro lado, en el curso de la investigación se replicó otro estudio anterior con el objetivo de valorar la percepción de las llamadas “estrategias de credibilidad”, indica esta experta: “Por ejemplo, si una persona piensa que un testimonio muy largo o sonidos como «mmm» o «eeh» pueden ser sinónimos de engaño, los evitará cuando declare como testigo. Entonces, hemos correlacionado lo que las personas piensan sobre la credibilidad de los testimonios y lo que efectivamente ejecutan después al declarar”.

Noticia anterior_
El Hospital Veterinario reúne a los mayores expertos en traumatología y ortopedia