Sobran las razones para proteger los océanos. Al conversar con Noticias ONU, la directora general de Política Exterior de Costa Rica explicó que esos grandes gigantes azules son el responsable de generar el 50% del oxígeno que respiramos. Es decir, una de cada dos respiraciones la podemos dar gracias al océano.
Los océanos son el máximo reguladores del clima, absorbiendo más del 30% de todo el dióxido de carbono que creamos. El ser humano encuentra en ellos un gran aliado: producen el 17% de toda la proteína en el mundo, dan trabajo a muchas personas, sobre todo en las comunidades costeras, las cuales suelen ser más vulnerables.
“El océano es maravilloso, es esencial. Pero la relación del hombre con el océano no es sana. No estamos reconociendo su importancia, aunque poco a poco se va generando más conciencia. Tenemos la sobrepesca, la pesca ilegal, el cambio climático, la contaminación. Todos hemos escuchado que para el año 2050 habrá más plástico que peces”, advierte Gina Guillén.
La directora explica que los retos más importantes se clasifican en amenazas a su salud y retos sobre su gobernanza.
Por ejemplo, aunque cada vez más se habla sobre el posible inicio de la minería de fondos marinos en alta mar, los científicos han advertido sobre los posibles daños que puede generar.
“Ni siquiera tenemos información sobre lo que hay en el fondo del mar. Solo el 0,001% de las especies de los fondos marinos se han investigado y ya hay voluntad por los intereses comerciales de unos pocos, sin tener información científica, de entrar y destruir los fondos marinos de donde salió la vida. Posiblemente los recursos genéticos marinos nos pueden dar la cura del cáncer, nos pueden dar la cura del alzhéimer; son tantas cosas que necesitamos y estamos apresurando sin pensar. Hay que hacer una pausa y establecer una nueva relación entre el hombre y el océano”, defiende Guillén.

El Objetivo de Desarrollo Sostenible menos financiado
En medio de esos desafíos, Francia y Costa Rica coorganizan la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Océano que tendrá lugar en Niza, del 9 al 12 de junio.
Guillén explica que, con estas conferencias, han conseguido poner la protección y el uso sostenible de los océanos en la mesa de discusiones, pero recalca que el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 14, dedicado a este ámbito, sigue siendo el menos financiado de todos.
Además, para la directora es fundamental colmar los vacíos existentes en cuanto a los conocimientos científicos, y utilizarlos para tomar decisiones basadas en la ciencia, tanto a nivel nacional como global.
Sin embargo, Guillén reconoce los retos a los que se enfrentan los Estados con menos ingresos. “Nosotros le pedimos a los países comprométanse, trabajen. Pero ¿cómo hacen los países en desarrollo que tienen que escoger hacia qué dedicar unos pocos recursos?”, cuestiona.
Otro de los objetivos es sentar a “todos en la mesa”, lo que incluye jefes de Estado y de Gobierno, ministros y viceministros.
De su participación, junto con una declaración que fue recientemente acordada en las Naciones Unidas por los 193 Estados Miembros, se espera que surja el Plan de Acción de Niza, el cual tendrá como objetivo fortalecer la implementación de medidas para la protección y gobernanza de los océanos.
Más allá de los compromisos
Sentar a todos a la mesa y que se pongan de acuerdo es una tarea, en sí misma, compleja. Y, sin embargo, no es suficiente. Por ello, los organizadores buscarán también promover la ratificación e implementación de acuerdos internacionales de años anteriores, como el Tratado de Alta Mar.
“Finalmente, después de 20 años de negociación, adoptamos el acuerdo para la conservación y uso sostenible de la biodiversidad marina en áreas fuera de las jurisdicciones de los países. Fue un gran logro, como un acuerdo de París, pero para el océano, y todavía más vinculante. Necesitamos que entre en vigor, pero tenemos solamente 22 ratificaciones. Necesitamos 60”.
Precisamente, Costa Rica fue el país número 22 en ratificar el acuerdo el pasado 22 de mayo.
Otro de las tareas pendientes es la lucha contra la contaminación por plásticos.
“Hay muchos acuerdos que todavía estamos negociando y queremos generar atención de que tenemos que adoptarlos, ratificarlos, pero también implementarlos, para lo cual necesitamos el dinero. También es importante establecer mecanismos que faciliten el seguimiento de la implementación”.
Al preguntarle por la participación del sector privado, Guillén subraya que tendrá lugar un foro financiero antes del inicio de la Conferencia para contar con su participación y el establecimiento de distintos mecanismos financieros.
“Esto tiene que ser un compromiso de todos. Las alianzas público-privadas son importantísimas. Traer a todos los actores significa verdaderamente todos. También las comunidades, los grupos indígenas, todos los que deben de estar sentados a la mesa”, insiste.

La sostenibilidad y el desarrollo deben ir de la mano
Como país coorganizador y también uno de los más comprometidos con la agenda ambiental, Costa Rica defiende que la sostenibilidad y el desarrollo deben ir de la mano y espera poder “inspirar” a los políticos a que tomen decisiones más adecuadas para el uso sostenible de los océanos.
“Ese divorcio entre conservación y los temas económicos, no, nosotros no creemos en eso. Nosotros hemos demostrado a través de los años que el desarrollo y la sostenibilidad van de la mano a través del pago de servicios ambientales (incentivo económico por prácticas verdes) por cómo hemos desarrollado el turismo sostenible, etcétera”.
En cuanto a la minería del fondo marino, el país aboga por la llamada “prórroga precautoria”, un período que permita investigar más al respecto, antes de iniciar esas prácticas.
Aunque admite que al país le falta “mucho por andar”, sobre todo en lo que concierne a la consulta de todos los actores, entre ellos los pescadores y los jóvenes, Guillén recalca que Costa Rica tenga cumplidas las metas de Kunming-Montreal, con el 30% de su océano y de su territorio protegidos.
América Latina: En búsqueda de soluciones conjuntas
Además, destaca la creación de un corredor conjunto con Colombia, Panamá y Ecuador en la zona tropical pacífica.
A nivel regional, Guillén destaca la importancia de trabajar unidos para hacer frente a retos como el aumento del nivel del mar y el sargazo, que perjudica tanto a los pescadores como al sector del turismo.
“Toda América Latina tiene una relación muy cercana con el océano (…) y todos los países en desarrollo necesitan mucho más apoyo. No es solo dinero, sino creación de capacidades. Por ejemplo, el acuerdo BBNJ (Acuerdo sobre la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina más allá de las Jurisdicciones Nacionales) tiene un mandato para la implementación de estudios de impacto ambiental para cualquier actividad que vaya a alta mar”.
Para concluir, Guillén destaca el esfuerzo de Costa Rica por dejar de hablar de los océanos, y concienciar que, desde punto de vista ambiental, solo hay uno.
“Si hay una región del mundo donde hay conciencia de la importancia de proteger el océano es en América Latina. Así que creo que lo que tenemos que hacer es trabajar juntos (…) y unir a los países para que busquemos soluciones conjuntas”.
“El océano es maravilloso. Es uno solo. Está esperando a que tengamos una relación más sana con él. Esta Conferencia del Océano es una oportunidad real de encontrar soluciones, de identificar los retos y de hacer conexiones con todos los diferentes sectores, incluyendo los mecanismos financieros, para poder implementarlas. En Niza, tendremos una verdadera oportunidad para generar una nueva actitud hacia el océano”.