Kilmar Abrego García, un ciudadano salvadoreño cuya deportación se convirtió en un tema político de controversia durante el inicio del segundo mandato del presidente Donald Trump, ha sido devuelto a Estados Unidos para enfrentar cargos penales relacionados con una operación masiva de tráfico humano.
Según la administración Trump, Abrego García habría estado fuertemente implicado en el ingreso ilegal de inmigrantes al país a través de la frontera con México.
La fiscal general Pam Bondi anunció oficialmente su regreso este viernes, afirmando que »esto es lo que representa la justicia estadounidense». De ser condenado, Abrego García sería deportado nuevamente a El Salvador tras concluir el proceso judicial en Estados Unidos.
Los cargos surgen de un incidente ocurrido en 2022, cuando la Patrulla de Caminos de Tennessee detuvo un vehículo sospechoso de estar involucrado en actividades de tráfico humano.

Un informe del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) publicado en abril indica que ninguno de los ocupantes del vehículo llevaba equipaje, y todos compartían la misma dirección que Abrego García.
En ese momento, sin embargo, no se presentaron cargos contra él, y los agentes lo dejaron continuar su camino tras advertirle por tener la licencia vencida. Según el informe, Abrego García se dirigía de Texas a Maryland, pasando por Missouri, y transportaba personas que realizarían trabajos de construcción.
Su esposa defendió su cuestionada inocencia tras la publicación del informe, explicando que a veces él trasladaba grupos de trabajadores entre sitios de trabajo, lo que podría haber llevado a »confusiones». Recalcó que no fue acusado de ningún delito ni multado por ninguna infracción.
El deportado Abregó García volverá a los EEUU para ser procesado por tráfico humano
A lo largo de los años, la administración Trump ha promovido públicamente las interacciones policiales de Abrego García, aunque nunca fueron acompañadas de cargos penales formales hasta hoy. Esta exposición mediática se produjo en medio de una orden judicial federal que exigía su regreso a Estados Unidos y presiones desde el Congreso para garantizarle un debido proceso.
El mes pasado, las autoridades de Tennessee publicaron imágenes de la cámara corporal de los agentes durante la parada de tráfico de 2022. El video muestra una interacción cordial entre los oficiales y Abrego García.
Sin embargo, en conversaciones privadas captadas en el video, los agentes expresan sospechas de tráfico humano, basándose en la falta de equipaje de los pasajeros y en la presencia de un sobre con USD 1.400 en efectivo. Uno de ellos comentó que »los está transportando por dinero».

El abogado de Abrego García, Simon Sandoval-Moshenberg, reaccionó tras la difusión del video señalando que no se observa evidencia de ningún delito en las imágenes. Destacó que lo importante no era la parada de tráfico, sino que su cliente tuviera la oportunidad de defenderse ante un tribunal: »El Sr. Abrego García merece su día en la corte», afirmó.
El regreso de Abrego García a los Estados Unidos se produce poco después de que el gobierno de Trump cumpliera con una orden judicial para repatriar a otro inmigrante, un ciudadano guatemalteco identificado como O.C.G., que fue deportado a México. Ese caso marcó la primera repatriación bajo mandato judicial desde el inicio del segundo mandato presidencial de Trump.
En el mes de abril, un grupo de legisladores del Partido Demócrata, se hicieron presentes en El Salvador para visitar al traficante Abregó García, aludiendo erróneamente que sus condiciones de vida eran precarias y que su deportación se debía a un »error».
