Santander- 06.06.2025
La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ha reclamado «la inmediata» reforma del sistema de financiación autonómica, que ha considerado «insuficiente, injusto y caduco», y ha exigido a Sánchez que agilice las obras del AVE y «ponga sobre la mesa» el proyecto del tren Santander-Bilbao.
En su intervención en la Conferencia de Presidentes celebrada hoy en Barcelona, ha denunciado que «todas las autonomías están infrafinanciadas y asumiendo competencias y obligaciones impuestas por decisiones unilaterales del Gobierno central sin la financiación suficiente», y ha defendido la reestructuración de la deuda, frente a la condonación, y la reforma del sistema de financiación frente al cupo separatista. «Cantabria no va a permitir que el modelo de financiación lo decidan los separatistas», ha advertido la presidenta a Sánchez.
Entre los temas que Buruaga ha planteado en la Conferencia de Presidentes, las obras del AVE, que acumulan años de retraso, han vuelto a ser una de las principales reivindicaciones ya que, según ha recordado, Cantabria es «la única comunidad autónoma de España que aún no tiene ni un solo kilómetro de alta velocidad construida en su territorio», y ha reclamado a Sánchez que «ponga sobre la mesa» el proyecto de tren Santander-Bilbao y que cumpla con el plan de cercanías y el cronograma previsto para acabar con «continuos retrasos y averías que hacen la situación actual insostenible».
Según ha explicado en la rueda de prensa posterior a la Conferencia de Presidentes, Buruaga también ha abordado la política de vivienda, uno de los temas centrales de la reunión, y ha calificado de «propagandística» la propuesta planteada por Sánchez «sin ningún contacto previo y sin negociación».
Para la presidenta, el planteamiento de Sánchez es una «extorsión» a las CCAA «para que acepten una política intervencionista y cargada de ideología», y ha contrapuesto el modelo cántabro que apuesta por «más oferta, menos impuestos y burocracia y más seguridad jurídica».
Que Sánchez dé voz a los españoles y a los cántabros
La presidenta ha pedido hoy a Sánchez que «ponga fin a esta decadencia insoportable» y convoque elecciones generales para «dar voz a los españoles y a los cántabros que están deseando hablar a través de las urnas». «No se puede gobernar en contra de la mayoría de las comunidades y en contra de la mayoría de los españoles», ha asegurado la presidenta. «Esto es un sinsentido y una decadencia institucional que tiene que terminar ya», ha añadido.
Para la jefa del Ejecutivo cántabro, Sánchez ha convertido la Conferencia de Presidentes en «otro instrumento de propaganda al servicio del Gobierno», con la que buscaba «la foto de la normalidad y revertirse de institucionalidad en Cataluña», pero «no puede haber ni lo uno ni lo otro cuando el Gobierno es rehén y depende para todo de las cesiones al independentismo a cambio de siete votos». «Esto no es normalidad es simple y llanamente blanqueo político», ha asegurado la presidenta.
Ha denunciado que la Conferencia se ha celebrado «en las peores condiciones posibles» por la falta de voluntad de acuerdo, «la más mínima preparación previa y sin posibilidad de discusión ni debate», y ha lamentado la postura de Sánchez que ha vetado las ocho propuestas de acuerdo o compromisos políticos planteadas por 13 comunidades autónomas en temas «importantísimos» y que «preocupan a todos los españoles voten lo que voten y vivan donde vivan».
«Es muy triste que la mayoría de las comunidades que representamos a la mayoría de los ciudadanos seamos capaces de articular acuerdos en favor de este país y sea su presidente quien los veta», ha criticado la presidenta, que ha recordado que ni la vivienda, ni la financiación autonómica, ni la falta de profesionales sanitarios, ni las carencias en infraestructuras de transporte o energía –temas que incluye el orden del día planteado por la mayoría de las autonomías- «se resuelve con sectarismo ni ideología».
Dos modelos: el de los gobiernos autonómicos que funcionan frente al de tapar tramas y escándalos
La presidenta de Cantabria ha considerado que, pese a la falta de acuerdo y la falta de voluntad negociadora del Gobierno central, la Conferencia de Presidentes «no ha sido en balde» y ha servido para evidenciar «dos modelos» de gobernar: el de las comunidades autónomas «que funcionan» y el de «un Gobierno sin mayoría social ni política».
Para Buruaga, las autonomías están «cerca de la gente», conocen sus problemas y tienen la voluntad de «trabajar unidos desde la diversidad para fortalecer las regiones y este proyecto común que es España», mientras el Gobierno central está «cada día más débil, paralizado y cercado por la corrupción».
«Sánchez nos quería mansos y callados, pero ha tenido que escuchar la voz de la mayoría de los españoles y ha tenido que hacer frente a la verdad», ha trasladado Buruaga, que ha recordado que «la verdad» es que «no se puede Gobernar en contra la mayoría».
Ha criticado, además, que «nada de lo que depende de este Gobierno funciona», y ha recodado que «la financiación autonómica, vital para todas las comunidades y especialmente para Cantabria, en un callejón sin salida», «la política de vivienda, principal preocupación para los cántabros, fruto del sectarismo ideológico y la imposición», «las inversiones en infraestructuras, pendientes en Cantabria durante décadas están bloqueadas por falta de Presupuestos Generales del Estado» y «la política migratoria y el control de fronteras está troceada por exigencia de los independentistas».
Además, ha lamentado que «retos de presente» como la planificación e inversión en la red de distribución y transporte de energía eléctrica «de la que depende el relanzamiento industrial de Cantabria» estén «en el aire».
«El Gobierno está a tapar tramas y sortear escándalos en lugar de a gobernar», ha sentenciado la presidenta para quien «lo único que crece en la España de Pedro Sánchez es la desigualdad y, por ahí, Cantabria no va a pasar».