La Junta exhibe su apuesta por la sostenibilidad para la actividad cinegética en Intercaza 2025

El director general de Política Forestal y Biodiversidad de la Junta de Andalucía, Juan Ramón Pérez Valenzuela, ha puesto en valor la Feria de Ocio, Caza, Turismo activo y Medio Ambiente ‘Intercaza’, que se celebra en Córdoba desde este viernes y hasta el domingo 8 de junio, señalando que “constituye una extraordinaria oportunidad para conocer las diversas actividades que se desarrollan en el medio natural, con un especial enfoque sobre la actividad cinegética y su contribución a la sostenibilidad de la biodiversidad”.

En su participación en la muestra, en la que ha estado acompañado por el delegado territorial de Sostenibilidad y Medio Ambiente en la provincia, Rafael Martínez Ruedas, Pérez Valenzuela ha reafirmado el compromiso de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente con una gestión cinegética moderna y sostenible. De este modo, se ha referido a la batería de medidas que viene desarrollando el departamento, que “conjugan conservación y aprovechamiento racional del medio natural, siempre bajo criterios técnicos y con el sector cinegético como parte activa de la solución”.

El responsable autonómico, que ha resaltado que el BOJA de 4 de junio publicaba la resolución de la Consejería de Sostenibilidad y Medio Ambiente por la que se establecen los períodos hábiles de caza para la temporada 2025/2026 en Andalucía, ha remarcado que, “en la misma, se equipara con el resto de Andalucía el periodo hábil de la paloma torcaz y la paloma bravía en la zona costera de Cádiz como consecuencia de los daños que provoca en cultivos de girasol y leguminosas”.

Juan Antonio Pérez Valenzuela ha proseguido mencionando la recuperación del aprovechamiento de la tórtola europea, tras varios años de moratoria cinegética en cumplimiento del plan internacional para su conservación. Precisamente esta semana la Consejería ha publicado en el BOJA la relación provisional de cotos que han solicitado cupo. “Andalucía tiene asignado un cupo de 35.497 ejemplares para la temporada 2025/26, lo que supone más del 33% del total nacional”, ha detallado para añadir que “el reparto se hará únicamente entre los titulares de cotos que demuestren haber implementado al menos dos medidas de mejora de hábitat, tales como márgenes arbolados, barbechos floridos o puntos de agua, en línea con las recomendaciones de la Unión Europea.

Igualmente, se pondrá en marcha una aplicación de Precinto Digital para registrar las capturas en tiempo real y los Agentes de Medio Ambiente realizarán controles específicos para verificar el cumplimiento de los criterios. “Queremos que la recuperación de la caza de la tórtola sea ejemplo de aprovechamiento adaptativo, con garantía de sostenibilidad”.

Otro eje relevante abordado por el representante de la Junta ha sido el del control de predadores, una cuestión “compleja pero ineludible”, según ha reconocido Pérez Valenzuela, que ha afirmado que “tramitamos una normativa específica que permitirá el control legal, selectivo y justificado de ciertas especies cuando representen una amenaza para la biodiversidad o dificulten gravemente la regeneración de especies cinegéticas como la perdiz o el conejo”. “Hay que dejar claro que nuestra posición parte de un equilibrio: reconocemos la necesidad de actuar allí donde los daños sobre especies cinegéticas, explotaciones agrarias o fauna protegida lo justifican, pero también defendemos que esto debe hacerse dentro del marco legal, con métodos selectivos, homologados y bajo supervisión técnica”, ha afirmado.

En este contexto, ha significado que “apostamos por un modelo donde el control no es una rutina, sino una excepción justificada, con personal acreditado y criterios de bienestar animal. Y en ese marco, el método Collarum se plantea como una herramienta útil y compatible con las directrices técnicas estatales”.

En cuanto a las emergencias cinegéticas, el director general ha manifestado que actualmente están activadas dos: una de carácter general por daños y riesgos asociados al jabalí y el cerdo asilvestrado, y otra más localizada por daños agrícolas causados por el conejo silvestre. La primera afecta a todo el territorio andaluz y contempla medidas excepcionales como el uso de aguardos nocturnos, recechos sin cupo e incluso capturaderos en terrenos no cinegéticos, con el objetivo de frenar el crecimiento de una población que compromete tanto la seguridad vial como la sanidad animal. La segunda, centrada en áreas concretas de cinco provincias andaluzas, autoriza la extensión de periodos hábiles y el incremento de modalidades para contener daños agrícolas recurrentes. “Son decisiones técnicas, adoptadas con el máximo rigor y transparencia, para responder con agilidad a situaciones que requieren intervención inmediata”, ha aclarado.

También ha hecho hincapié en el creciente papel de la colaboración público-privada, poniendo como ejemplo el acuerdo con la Fundación Artemisan y la Federación Andaluza de Caza para impulsar el Observatorio Cinegético. Este proyecto de ciencia ciudadana, que en Andalucía ya cuenta con más de 900 voluntarios, recopila datos clave sobre la evolución de especies como el jabalí, la perdiz o los zorzales. “Es una herramienta innovadora que pone en manos del propio sector cinegético la posibilidad de generar conocimiento útil para la toma de decisiones. Los cazadores están demostrando que no solo gestionan, sino que también investigan y conservan”, ha sentenciado Pérez Valenzuela.

En el marco de la apuesta por una gestión cinegética más ágil y coordinada entre territorios, el director general de Política Forestal y Biodiversidad ha mencionado también la consolidación de la licencia interautonómica de caza, “Con la adhesión a ésta, Andalucía da un paso firme hacia la simplificación administrativa, la cooperación entre territorios y el impulso a la actividad cinegética legal y sostenible como motor de desarrollo rural”.

El director general ha agradecido la implicación del sector y ha recalcado que “la caza bien gestionada es un activo para la biodiversidad, para el mundo rural y para la economía verde andaluza”. Y ha añadido: “Desde la Junta de Andalucía seguiremos apostando por una política cinegética responsable, moderna y conectada con la ciencia, porque solo así lograremos que perdure como una herramienta al servicio del equilibrio y del territorio”.

Sinergias del medio natural, sus vecinos y sus visitantes

Por su parte, el delegado territorial ha indicado que en Intercaza 2025, que cuenta con un total de 62 expositores profesionales de empresas e instituciones de diferentes sectores, la Junta ha participado con dos, uno con presencia de las empresas dinamizadoras de los centros de visitantes con los que cuentan los Espacios Naturales Protegidos, se van a llevar a cabo talleres para acercar la rica biodiversidad andaluza a los escolares, así como ponencias sobre actividades en los diferentes parques, y otro, para promocionar la marca ‘Parque Natural de Andalucía’.

De las 190 empresas que cuentan con el distintivo, 21 son cordobesas y de los más de 1.850 productos y servicios que tienen el sello, 212 son de esta provincia, destacando los 100 que proceden del Parque Natural de la Sierra de Cardeña y Montoro y 84, del Geoparque y Parque Natural de las Sierras Subbéticas. “Se trata de empresas comprometidas con alcanzar la simbiosis perfecta de los productos con el entorno en el que se generan”, ha dicho el delegado, que ha matizado que casi la mayoría, el 70%, se encuentran en la categoría de productos artesanales, mientras que un 25% están encuadradas en la de turismo de naturaleza y el 5% restante, en la de productos naturales”.

Rafael Martínez también ha enfatizado que la muestra tiene previsto acoger una charla a cargo de los Agentes de Medio Ambiente, sobre la necesaria convivencia entre la actividad cinegética y la biodiversidad. Asimismo, se llevará a cabo una exhibición de la Unidad Canina Especializada (UCE) antiveneno, de la que ha especificado que, entre 2020 y 2024, ha llevado a cabo más de 650 inspecciones, mediante las que se han detectado 235 casos de cebos y animales envenenados.

Córdoba tiene una intensa actividad cinegética. Con 1.132.032 hectáreas de caza, cuenta con un total de 1.441 cotos, de los que 1.133 son de caza menor y 308 de caza mayor. El número de licencias otorgadas asciende a 28.470, situándose como la segunda provincia andaluza en número de títulos registrados.