Niños desnutridos en Gaza, confinados en Colombia, Guatemala… Las noticias del jueves

Aumentan los casos de desnutrición infantil grave en Gaza

Más de 2700 niños menores de cinco años fueron diagnosticados con desnutrición aguda en la segunda quincena de mayo en Gaza.

Según la Oficina de Coordinación Humanitaria, de los 46.738 niños evaluados, 2733 (5,8%) presentaron signos de desnutrición aguda, un aumento respecto al 4,7% registrado a inicios del mismo mes.

La situación contrasta drásticamente con las cifras de febrero, durante el alto el fuego, cuando la proporción fue casi tres veces menor.

Desde enero, más de 16.500 niños han sido inscritos en programas de tratamiento para la desnutrición aguda grave, incluidos 141 casos que requirieron hospitalización por complicaciones.

En paralelo, la ofensiva militar de Israel ha dejado al menos 40 personas muertas este jueves, según el ministerio de Sanidad gazatí. Uno de estos bombardeos alcanzó el Hospital Bautista en Ciudad de Gaza. El ataque causó la muerte de cuatro periodistas y dejó a otro gravemente herido.

Israel ha matado en Gaza a uno de cada 50 trabajadores de UNRWA

Consecuencias de un ataque aéreo israelí el 6 de mayo contra una escuela de la UNRWA convertida en refugio en Al Bureij, Gaza, donde se informó de la muerte de 30 personas, entre ellas mujeres y niños.
© UNRWA

 En una declaración con motivo del homenaje a los funcionarios de la ONU muertos en todo el mundo, el Secretario General, António Guterres, dijo que de los 168 trabajadores de la organización que murieron en 2024 en todo el mundo, 126 fueron asesinados en Gaza y 125 servían en UNRWA.

“Se trata del mayor número de muertes de funcionarios en la historia de las Naciones Unidas. A algunos los mataron cuando entregaban ayuda humanitaria; a otros, junto a sus familias; y a otros, cuando proveían refugio a los más vulnerables”, añadió Guterres.

Colombia: más de 10.000 personas confinadas por enfrentamientos armados en el Guaviare

Una niña de la comunidad Litoral del San Juan, Colombia.
© OPS/Karen González Abril

La Oficina de Derechos Humanos en Colombia urgió a las autoridades a proteger a las comunidades del Guaviare, donde desde el 26 de mayo más de 10.000 personas permanecen confinadas por enfrentamientos entre disidencias de las FARC, según la Defensoría del Pueblo.

“Urgimos a las autoridades del Estado a adoptar medidas efectivas e integrales de protección y prevención de vulneraciones en las comunidades, incluidos niños, niñas y adolescentes, liderazgos y pueblos indígenas Nukak, Jiw y Sikuani”, expresó la Oficina en un comunicado publicado en X.

La Defensoría del Pueblo alertó que la educación ha sido suspendida en 43 sedes de siete instituciones, afectando a 170 estudiantes. Ocho residencias escolares también fueron cerradas, impactando a más de 570 menores.

Condena a Guatemala por obligar a una niña violada a continuar su embarazo

Las limitaciones a los abortos pueden conducir a las mujeres y las niñas hacia procedimientos inseguros.
OMS

El Comité de Derechos Humanos de la ONU concluyó que Guatemala violó derechos fundamentales de una niña de 14 años, víctima de violación, al obligarla a continuar con un embarazo no deseado.

“Ninguna niña debería ser obligada a llevar en su vientre al hijo de su violador. Hacerlo, le arrebata su dignidad, su futuro y sus derechos más fundamentales”, afirmó Hélène Tigroudja, integrante del Comité, agregando que “esto no es solo una violación de la autonomía reproductiva, es un acto de profunda crueldad”.

El caso fue presentado por Fátima (nombre ficticio), quien quedó embarazada tras ser abusada por un exdirector de guardería. A pesar de los múltiples abusos, el Estado no garantizó acceso al aborto legal ni procesó adecuadamente al agresor, quien logró evadir la justicia durante nueve años.

El embarazo derivó en un parto traumático y, pese a manifestar su negativa a cuidar al bebé, Fátima fue forzada a asumir la maternidad. Hoy, el niño vive con su abuela, mientras ella lucha por su manutención.

El Comité denunció que el caso refleja un patrón estructural de maternidades forzadas e impunidad frente a la violencia sexual en Guatemala, donde el aborto es legal solo en casos extremos, pero en la práctica, el acceso es casi inexistente.

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