«TODOS LOS NIÑOS A LA ESCUELA»: EN CHIAPAS LOS PROGRAMAS DE ESCOLARIZACIÓN AVANZAN

«No queremos hijos analfabetos, no queremos hijos que emigren, no queremos hijos que golpeen a sus mujeres»

Carol Bellamy, Directora Ejecutiva
de UNICEF, reconoce los esfuerzos a favor de la educación de los
niños en Chiapas. En su visita a la región ha instado al conjunto
de la sociedad para que continúe y reafirme la labor del programa
“Todos los niños a la escuela”, que fomenta una educación básica de
calidad para todos 

En 2003, 184.086 niños y niñas se
encontraban fuera del sistema escolar en Chiapas. Cerca de la mitad
de ellos, 91.705, han sido escolarizados durante el curso
2003-2004, gracias a la iniciativa “Todos los niños a la escuela”,
impulsada por UNICEF y el Gobierno del Estado de Chiapas. La
iniciativa cuenta con la colaboración de diversas instituciones
empresariales y organizaciones sociales. “Todos los niños a la
escuela” promueve mejorar la calidad de la educación y crear las
condiciones para asegurar que todos los niños asistan y permanezcandentro de la escuela. Se busca que la educación
sea una prioridad del país y que se sumen los esfuerzos de todos
los sectores de la sociedad.

La participación de distintos
sectores ha sido fundamental para los avances logrados por “Todos
los niños a la escuela” y Carol Bellamy ha hecho un llamamiento
para que la sociedad en su conjunto siga implicándose en el
desarrollo de iniciativas que favorecen la educación de calidad
para todos: “La Educación no sólo es responsabilidad del gobierno,
también requiere la participación de los maestros, los
padres de familia, los propios niños
y de otros sectores
de la sociedad… La Educación no es un fin en si mismo, es un factor
para crear una sociedad más democrática, más justa y mejor”.

Educación multicultural

“No queremos hijos analfabetos, no
queremos hijos que emigren, no queremos hijos que golpeen a sus
mujeres”

En el Estado de Chiapas conviven 12
pueblos indígenas, lo que hace necesaria una educación
intercultural, que promueva el respeto y el aprecio por las
diferencias. Las acciones realizadas en Chiapas han sido vistas
como ejemplo de lo que podría hacerse en otras áreas del país para
atraer a los niños a la escuela, ya que México es uno de los países
del mundo con mayor cantidad de pueblos indígenas, cada uno con su
propia lengua y costumbres.

En México, según datos del gobierno
mexicano, 2 millones de niños no asisten a la escuela, 3 millones
de niños trabajan y alrededor de 1,5 millones de niños menores de
cinco años presentan retrasos en el crecimiento. Más del 60% de los
niños y niñas viven en la pobreza.

La educación es vista por los
pueblos de Chiapas como una oportunidad para que los niños
y niñas vivan mejor
, respeten la naturaleza, amen la
tierra y su cultura y se queden en sus comunidades: “No queremos
hijos analfabetos, no queremos hijos que emigren, no queremos hijos
que golpeen a sus mujeres”, dice Rodrigo Gálvez, de la Federación
Indígena Ecológica de Chiapas.

Para asegurar el derecho de todo
niño a un nombre propio y a una identidad, Carol Bellamy ha hecho
entrega en su reciente visita de dos camionetas destinadas al
Registro Civil. Estas camionetas proporcionadas por UNICEF
facilitarán el acceso de los registradores a las comunidades
indígenas ubicadas en zonas de difícil acceso.

El drama de Chiapas

Chiapas fue conocido
internacionalmente en 1994, cuando la insurrección popular liderada
por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional hizo que la
atención internacional se dirigiera a este Estado del sur de
México, limítrofe con Guatemala. Chiapas, región principalmente
agrícola y cafetalera, es el Estado más pobre de México, situación
provocada por varios factores socio-económicos, entre ellos:

  • La tradicional marginación del
    campesinado indígena, empeorado por la privatización de sus tierras
    y las presiones de los grandes productores de café;
  • La extensión del monocultivo
    cafetalero, que priva a los pequeños agricultores de medios de
    subsistencia alternativos y merman la capacidad productiva de las
    tierras;
  • Serios problemas medioambientales,
    como la destrucción progresiva de la selva Lacandona, para la venta
    de maderas tropicales y el cultivo de café.

La situación de la pobreza y de
desarraigo indígena supone un grave riesgo para los niños y niñas
chiapanecos, que ven limitadas sus posibilidades de futuro por los
vaivenes del precio internacional del café y por la situación deconflicto latente que aún existe en la zona. Unos
treinta municipios autónomos se encuentran en estos momentos en
disputa con el gobierno central, lo que condiciona el acceso de los
niños y niñas a la sanidad o la educación públicas.

Actualmente UNICEF trabaja con
gobiernos estatales y locales, instituciones públicas y privadas,
organizaciones de la sociedad civil, sector empresarial e
instituciones académicas para proteger los derechos de todos los
niños y niñas mexicanos.

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