LA REINSERCIÓN DE NIÑOS Y NIÑAS ASOCIADOS A LAS FUERZAS COMBATIENTES DE LIBERIA HA SIDO UN ÉXITO
La readaptación de los niños y niñas es fundamental para la estabilidad nacional y permitirá romper el círculo de las guerras en que participan niños y niñas en África nacional y permitirá romper el círculo de las guerras en que participan niños y niñas en África
Apenas cuatro meses después de que
se iniciará una importante campaña de desarme, cerca de un 85% de
los aproximadamente 5.800 jóvenes desmovilizados en Liberia han
regresado a casa. Solamente esta semana, alrededor de 115
niños excombatientes se reencontraron con sus
familias.
«Los niños y niñas secuestrados o
reclutados por la fuerza han podido regresar a sus hogares, de
donde nunca tendrían que haber salido», dijo Carol Bellamy,
Directora Ejecutiva del UNICEF. «Estos niños han emitido un sonoro
‘sí’ en favor de la paz y merecen que les ofrezcamos todos los
medios posibles para luchar por ello».
La Sra. Bellamy realiza una visita
de tres días a Liberia para conmemorar el primer aniversario delAcuerdo General de Paz que se firmó en el país.
Durante su estancia se reunió con niños y niñas que anteriormente
habían estado asociados a las fuerzas combatientes y que en la
actualidad viven en centros de tránsito. También visitó un
campamento donde habitan 20.000 personas desplazadas por el
conflicto.
Los niños y niñas asociados a las
fuerzas combatientes se vieron obligados a portar
armas y a servir como espías, porteadores, cocineros o
esclavos sexuales. Los que viven en la actualidad en los centros de
tránsito (alrededor de 970) pueden regresar a casa cuando los
responsables encuentran a sus familias. De los cerca de 5.800
jóvenes ya desmovilizados, hay 1.175 niñas, 15 de ellas
embarazadas. Estas cifras no incluyen a alrededor de 50 niños y
niñas de corta edad. Cerca de 85 extranjeros menores de edad, que
provienen básicamente Guinea y de Sierra Leona, esperan su
repatriación.
Los niños y niñas participan en un
programa de desarme, de desmovilización, de readaptación y de
reinserción organizado por la Misión de las Naciones Unidas en
Liberia. Este programa prevé la desmovilización sistemática de
todos los pequeños asociados a las fuerzas combatientes y alienta
su reinserción. La fase de reinserción (que se produce cuando los
niños y niñas regresan a sus casas) se centra en el acceso a la
educación y la formación profesional con una firme implicación de
la comunidad.
Según la Sra. Bellamy, la puesta en
vigor de este programa en Liberia recuerda lo que ocurrió en la
vecina Sierra Leona, donde cerca de 7.000 niños y niñas han sido
desmovilizados y más de 6.700 se reencontraron con sus familias
desde 1999 hasta 2004.
La experiencia de Sierra Leona
muestran que el éxito a largo plazo del programa (es decir, que no
se secuestre ni se reclute a los niños y niñas para otras guerras,
y que los menores puedan esperar un mejor porvenir) reside en el
hecho de que las comunidades locales y los niños reciben el apoyo
que necesitan no solamente para reconstruir, sino también para
hacerlo desde unas bases mejores, explicó la Sra. Bellamy.
Un seguimiento sistemático por
parte de los organismos de protección de la infancia, con servicios
como mediación, asistencia psicosocial, cursos de recuperación y
formación profesional, constituyen algunos de los factores más
importantes, añadió.
«Para empezar, estos niños nunca
deberían haber estado mezclados en este conflicto. Nunca debieron
haber sido testigos de los asesinatos y las violaciones o la
destrucción intencional de escuelas y hospitales. Después de 15
años de guerra, Liberia tiene a la vez la ocasión y la
responsabilidad de garantizar que estos niños y niñas no vuelvan a
conocer nunca más los horrores de la guerra».
«Es el momento de invertir en la
infancia, de considerar el porvenir de los jóvenes (y el del país
mismo) como un elemento esencial de la planificación para el
desarrollo», dijo Bellamy. «Los jóvenes de Liberia tienen la
necesidad de vislumbrar el porvenir con confianza y esperanza. Esto
quiere decir como mínimo que es necesario armarles de una buena
educación y de aptitudes profesionales».
Una campaña de «Regreso a clase»,
iniciada en noviembre por el UNICEF, ha permitido regresar a la
escuela a más de 800.000 niños y niñas y a 20.000 maestros, de los
cuales 12.000 han recibido una formación acelerada, anunció la Sra.
Bellamy. El UNICEF proporcionó a las escuelas el material
escolar y el agua potable y las instalaciones de
saneamiento necesarias, así como la asistencia para la capacitación
de maestros.
Durante los próximos 18 meses, en
las escuelas públicas se introducirá un programa de enseñanza
acelerada que permitirá reducir a tres años los seis años de la
escolaridad primaria, especialmente en las regiones donde se
registra un gran número de niños y niñas que regresan a clase.
Antes de la guerra, cerca de la
mitad de los niños y niñas en edad escolar carecían de
escolarización y había la mitad de niñas que de niños en la escuela
primaria. En Liberia, solamente un 25% de las mujeres y un hombre
de cada cinco saben leer.