UNA PROMESA QUE AÚN ESTÁ EN PIE: GARANTIZAR EL CUMPLIMIENTO DE LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO
El 20 de noviembre se conmemora el
15 aniversario de la aprobación por la Asamblea General de las
Naciones Unidas de la Convención sobre los Derechos del Niño. Esta
Convención significa un punto de inflexión y
cambio sustancial en la concepción definitiva de los niños y las
niñas comos sujetos activos con plenos derechos (teniendo en cuenta
el proceso evolutivo) para participar plenamente en la construcción
una sociedad basada la paz, la justicia social, la tolerancia y la
solidaridad entre los pueblos.
Además, la Convención no queda en
un mero documento de buenas intenciones sino que se ha convertido
en el instrumento de derechos humanos que más
ratificaciones ha recibido en toda la historia, ya que todos los
países del mundo excepto dos han aprobado sus disposiciones.
La Convención sobre los Derechos
del Niño está compuesta de una serie de normas y
obligaciones aceptadas por todos que no son negociables.
Estipula los derechos humanos básicos que deben disfrutar los niños
en todas partes, sin discriminación alguna: el derecho a la
supervivencia; al desarrollo pleno; a la protección contra las
influencias peligrosas, contra el maltrato y la explotación; y a la
plena participación en la vida familiar, cultural y social.
Al ratificar el instrumento, los
gobiernos nacionales se han comprometido a proteger y asegurar los
derechos de la infancia y han aceptado su responsabilidad ante la
comunidad mundial por el cumplimiento de este compromiso. Del mismo
modo, los Estados Parte tienen la responsabilidad de informar
periódicamente a un organismo compuesto por expertos elegidos
internacionalmente, el Comité de los Derechos del Niño, de laaplicación y seguimiento de las medidas de la
Convención. Este mecanismo de seguimiento y evaluación refuerza el
compromiso asumido por los gobiernos para garantizar el
cumplimiento de la Convención sobe los Derechos del Niño.
Todo lo señalado tiene una
repercusión inmediata en la supervivencia y desarrollo de millones
de niños y niñas en todo el mundo. Gracias a la Convención es
posible observar grandes conquistas en favor de los derechos de la
infancia. Entre otras:
- Los Estados han adquirido un nuevo
impulso para reducir la mortalidad infantil y mejorar los sistemas
de salud que atienden a los niños y las niñas. - Reformas legislativas en favor de
los derechos de la infancia. - Los Estados han comenzado a
reaccionar ante la violencia y la explotación extremas, así como el
maltrato y el abandono, que forman parte de la realidad de millones
de niños. - Los Estados han asumido el reto de
proporcionar educación de calidad a los niños y las niñas. En la
actualidad hay más niños y niñas en la escuela que en ningún otro
periodo de la historia.
También se han alcanzado grandes
progresos en la tarea de asegurar que las opiniones de los niños se
escuchan, se respetan y se toman en cuenta —en el marco de las
familias, las comunidades y los Estados— cuando se llevan a cabo
actividades, se definen las políticas y se evalúan los
resultados.
A pesar de los notables progresos
alcanzados en el avance de los derechos de la infancia, todavía
queda mucho por hacer. Los progresos han sido desiguales, y muchos
países se encuentran a la zaga con respecto a otros en la tarea de
conceder a los derechos de la infancia la importancia que merecen
en los temarios nacionales. EN la actualidad resulta injusto que
sigan muriendo 12 millones de niños menores de cinco años en todo
mundo, la mayoría por causas que pueden prevenirse fácilmente, que
haya unos 130 millones de niños en los países en desarrollo no
reciben enseñanza primaria, y la mayoría de ellos son niñas, que
unos 160 millones de niños padecen de desnutrición grave o
moderada. Unos 250 millones de niños participan en alguna forma de
trabajo. Los conflictos armados en todo mundo
siguen acortando y arruinando las vidas de millones de niños. El
año pasado, unos 300.000 niños sirvieron como soldados de los
ejércitos nacionales.
A principios del siglo XX, hay cada
vez más una mayor toma de conciencia en todo el mundo sobre los
problemas que afectan a los niños y el compromiso para resolverlos.
Pero nuevos problemas —como por ejemplo elVIH/SIDA, que ha dejado ya huérfanos a millones de
niños y afecta diariamente a miles más— amenazan con anular en
numerosos países varias conquistas sanitarias y sociales que
costaron grandes esfuerzos. Pero los niños y las niñas del mundo
han recibido una promesa que todavía está en pie: garantizar el
cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño. Las
vidas de millones de niños y de niñas sufrirán si esta promesa no
se cumple.