LAS MINAS TERRESTRES: UN GRAVÍSIMO RIESGO PARA LA INFANCIA

Al calificar las minas de «atracción mortal» para los niños y niñas, UNICEF insta a los países que se preocupan por el bienestar de la infancia a que dejen de producir minas terrestres

Millones de minas terrestres
antipersonal y otros restos de explosivos de guerra en todo el
mundo constituyen una perversa amenaza para niños
y niñas a quienes estos artefactos dejan lisiados, muertos y
huérfanos mucho después que las guerras se acaban.

“Las minas terrestres son una
atracción mortal para los niños, cuya innata curiosidad y necesidad
de jugar con frecuencia los conduce directamente al peligro”
,
ha manifestado Carol Bellamy, Directora Ejecutiva de UNICEF, en la
primera Cumbre Mundial sobre un Mundo Libre de Minas que se celebra
en Nairobi. “Las minas terrestres matan, mutilan y dejan
huérfanos a los niños. Los países tienen una responsabilidad moral
de ratificar directamente el Tratado sobre la Prohibición de las
Minas Terrestres y librar al mundo de estas armas
devastadoras”.

Un mundo sembrado de minas

Más del 80% de las 15.000 a 20.000
personas que sufren todos los años las consecuencias de las minas
terrestres son civiles, y por lo menos una de cada cinco son
menores de edad, según la Campaña para la Prohibición de Minas. El
legado mortal de las minas terrestres sobrevive mucho tiempo
después de que terminen los conflictos que les dieron lugar. Entre
los países más contaminados se encuentran Iraq, Camboya,
Afganistán y Angola
.

Por ejemplo, algunos de los países
más afectados por las minas se encuentran en Asia. Las minas
terrestres y las municiones sin detonar son un peligro para los
niños y las niñas en casi la mitad de todas las aldeas deCamboya y en casi una cuarta parte de todas las
aldeas de la República Democrática Popular Lao,
dijo Bellamy. Unas 800.000 toneladas de municiones sin detonar y
3,5 millones de minas terrestres se encuentran esparcidas todavía
en Viet Nam, donde más de 100.000 personas han
resultado muertas o lesionadas desde 1975.

Niños y niñas: los más perjudicados

Los niños y niñas corren un riesgo
particular de resultar lesionados y muertos debido a las minas
terrestres y otros restos de explosivos bélicos, porque el pequeño
tamaño, la forma poco común y los colores de estos artefactos
pueden darles la apariencia de juguetes. Los refugiados y los niños
desplazados que regresan a sus hogares después de la guerra están
particularmente expuestos a las minas terrestres porque, con toda
probabilidad, suelen desconocer los riesgos de
jugar en zonas peligrosas o de cruzar por ellas, señaló
Bellamy.

“El coste de jugar demasiado
cerca de una mina terrestre es brutal”
, dijo Bellamy, quien
citó tragedias tales como la pérdida de miembros, ceguera, sordera
y lesiones en los genitales como algunos de los perjuicios que las
minas terrestres infligen a los niños. En parte por ser físicamente
más pequeños que los adultos, los niños tienen másprobabilidades de morir debido a las lesiones
causadas por una mina terrestre. Se calcula que un 85% de las
víctimas infantiles de minas terrestres mueren antes de llegar al
hospital, añadió Bellamy. En muchos casos, las lesiones producidas
por las minas tienen lugar lejos del hogar y sin que el padre, la
madre o la persona que cuida al niño lo sepan.

Y cuando existe el tratamiento, el
costo puede ser exorbitante para las familias pobres, sobre todo
porque los niños y niñas requieren más atención que los adultos.
Según van creciendo, es preciso ajustarles nuevas prótesis cada
cierto tiempo, y un niño sobreviviente puede tener que someterse a
varias amputaciones.

Sin un adecuado tratamiento médico,
los niños y niñas lesionados por minas terrestres
se ven obligados con frecuencia de abandonar la escuela, algo que
limita sus oportunidades para el intercambio social y la educación.
La discriminación que enfrentan limita sus expectativas de
educación, empleo o matrimonio. A menudo se les percibe como una
carga para sus familias.

“Las minas terrestres dejan
huérfanos a los niños”
, afirmó Bellamy. “Cuando las madres
quedan mutiladas o mueren, los niños tienen menos probabilidades de
recibir una nutrición adecuada, de ser inmunizados o de ser
protegidos contra la explotación. Cuando los padres caen víctimas
de las minas, los niños con frecuencia se ven obligados a dejar la
escuela y ponerse a trabajar para suplementar el ingreso
familiar”
.

La necesidad de un compromiso gubernamental

Desde que entrara en vigor hace
cinco años, 143 estados han ratificado el Tratado sobre la
Prohibición de Minas
, que prohíbe a los signatarios el
uso, almacenaje, producción o transporte de minas terrestres. Según
la Campaña para la Prohibición de Minas, producir una mina
terrestre cuesta 3 dólares; no obstante, una vez plantada puede
costar más de 1.000 dólares encontrarla y desactivarla.

A pesar del progreso alcanzado,
algunos de los países con los mayores arsenales de
minas terrestres –China, la Federación de Rusia y los Estados
Unidos– todavía no se han comprometido a firmar el Tratado sobre la
Prohibición de Minas.

Bellamy invitó a esos países a
suscribir el tratado, a cesar inmediatamente la producción de esos
artefactos y a brindar mayor asistencia a aquellas personas cuyas
vidas se han visto destrozadas por las minas terrestres.

“Las minas terrestres,
destinadas a su utilización contra los soldados en una guerra,
están devastando las vidas de los niños en la paz”
, dijo
Bellamy

Vidas reales

“Los niños no debería ser
castigados, como lo fui yo, por su deseo inocente de jugar y por su
curiosidad”

A la edad de tres años, Nikola
Kokorus fue víctima de una mina terrestre cuando jugaba cerca de su
casa en Bosnia Herzegovina. Como consecuencia de la explosión de lo
que la niña vio como un juguete, perdió tres dedos y su mano tuvo
que ser amputada. Ahora Nikola tiene 14 años, cursa noveno grado en
la escuela y es consciente de que es una afortunada porque el 85%
de los niños que son víctimas de una mina terrestre mueren antes de
llegar al hospital.

Nikola representa a los millones de
niños que han muerto, que han sufrido una amputación o que han
quedado huérfanos a causa de las minas terrestres. Por esta razón,
Nikola acompañará a Carol Bellamy, Directora Ejecutiva de UNICEF
durante la Cumbre de Nairobi, para hacer un llamamiento personal en
nombre de todas las víctimas de minas para que todos los países
firmen el Tratado de Prohibición de Minas.

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