En Darfur, las bombas de agua ayudan a avanzar hacia la paz
Durante los últimos dos años, UNICEF ha cavado y rehabilitado unos 2.000 pozos con sus correspondientes bombas de agua en Darfur. Esas bombas manuales brindan a los niños y niñas, así como al resto de la población, acceso al agua que necesitan para beber y cocinar, para mantener su higiene y para lavar la ropa. Y lo que resulta más importante, en este árido rincón de Darfur el programa de agua y saneamiento ambiental de UNICEF también se encuentra, en sentido literal y figurado, a la vanguardia de la consolidación y el mantenimiento de la paz
Hasta hace poco tiempo, Naimat
Ibrahim, una niña de 7 años de edad, no podía acceder con facilidad
a una bomba manual para recoger agua para su familia. Si trataba de
usar la más cercana a su hogar, la niña terminaba en el epicentro
del conflicto de Darfur. La bomba manual, localizada a apenas 700
metros del hogar de la niña, representaba un peligro mortal porque
se encuentra en el centro de un paraje desolado y castigado por el
sol que en los últimos meses se había convertido en una aterradoratierra de nadie, equidistante de la vivienda de
Naimat y de los cañones de un campamento militar ubicado en una
colina cercana.
«Por lo general, sólo venía al
alba, antes de que saliera el sol», explica Naimat. «Tenía miedo de
que los soldados abrieran fuego si me veían desde la colina».
Desde diciembre, cuando las tropas
del gobierno que invadieron la aldea de Tawila incendiaron las
viviendas y arruinaron los pozos de agua, esta bomba manual era la
única fuente de agua potable en muchos kilómetros a la redonda. El
agua se había convertido en un bien tan preciado que los pobladores
y soldados solían enfrentarse, y a veces matarse, por aplacar su
sed. En las inmediaciones de esta bomba manual se produjeronvarias agresiones y violaciones, y por lo menos
tres muertes, incluso de soldados muertos a tiros por los
rebeldes.
Una solución para todos
Tanto los soldados
como los aldeanos dicen que no buscaban más problemas, pero que
necesitaban contar con acceso al agua potable. La bomba manual deTawila ilustra en gran medida lo que sucede en
toda la región de Darfur, donde las enemistades son tan intensas
que hasta las tareas cotidianas como obtener agua de una bomba
manual dan lugar a agresiones, tensiones y peligro.
Afortunadamente, la colaboración de UNICEF ha posibilitado la
reducción de las tensiones en Tawila.
«En resumidas cuentas, tuvimos que
cavar un pozo e instalar una bomba para los soldados, de manera que
los aldeanos pudieran utilizar la otra bomba», explica Caesar Hall,
Oficial de programas de agua y saneamiento ambiental de UNICEF en
Darfur Septentrional. «Hicimos eso para lograr cierta estabilidad
en la región, de manera que los pobladores del aldea no se tuvieran
que mudar a los campamentos (para refugiados)».
Durante los últimos dos años,
UNICEF ha cavado y rehabilitado unos 2.000 pozoscon sus correspondientes bombas de agua en Darfur. Esas bombas
manuales brindan a los niños y niñas, así como al resto de la
población, acceso al agua que necesitan para beber y cocinar, para
mantener su higiene y para lavar la ropa. Y lo que resulta más
importante, en este árido rincón de Darfur el programa de agua y
saneamiento ambiental de UNICEF también se encuentra, en sentido
literal y figurado, a la vanguardia de la consolidación y el
mantenimiento de la paz.
En Tawila, la separación de las
facciones enfrentadas parece haber logrado dos objetivos: mejorar
las relaciones y reducir la violencia. A pocos días de la
instalación de la nueva bomba manual, en Tawila se vive un ambiente
de mucha mayor calma, y la bomba que había sido motivo de disputa
es ahora el centro de reunión de los pobladores, que acuden durante
el día al lugar para intercambiar novedades y conversar. A 700
metros de distancia, los soldados hacen lo propio alrededor de su
nueva bomba manual.
«Lo que sucede en Darfur no
beneficia a nadie, pero ahora pienso que es muy sabio contar con
dos bombas de agua separadas», afirma Zena Suliman, una mujer de
Tawila, madre de varios hijos.