Tsunami: dos años después
Dos años después que un tsunami en el Océano Índico provocara más de 200.000 muertes y destruyera viviendas, escuelas y comunidades en una vasta región, UNICEF continúa trabajando para reconstruir las vidas de los niños y niñas y ofrecerles un futuro más prometedor
Por primera vez desde el tsunami,
las hermanas Sivaranjini, 13, y Bhanpriya, 10, visitan la playa,
cerca de donde su madre fue murió. Su antigua casa estaba en el
pueblo de Pudupettai al sur de la India en el estado de Tamil
Nadu.
En su nuevo informe, titulado
«Grandes logros, grandes retos», con datos actualizados sobre los24 meses de labores de ayuda para la
reconstrucción de las comunidades afectadas por el tsunami, UNICEF
brinda un recuento detallado de las actividades que comenzaron el
26 de diciembre 2004, cuando se produjo el desastre, y que
continuará durante muchos años. El informe hace un balance de losprogresos logrados en los países más afectados por
el desastre, como la India, Indonesia, Malasia, las Maldivas,
Myanmar, Somalia, Sri Lanka y Tailandia.
«Desde el inicio de la respuesta al
tsunami, UNICEF ha logrado prestar ayuda a unos 4,8
millones de niños, niñas y mujeres en ocho países», indica
el informe. «Casi dos años más tarde, mucho es lo que se ha hecho,
pero queda también mucho por hacer».
Entre los logros obtenidos hasta la fecha en las zonas
afectadas figuran los siguientes:
- UNICEF ha respaldado la
reconstrucción y renovación de más de 50 establecimientos de
atención de la salud y ha distribuido equipos y materiales médicos
a unos 6.100 hospitales y clínicas. - Más de un millón de personas
cuentan ahora con acceso a las fuentes de agua potable instaladas
con ayuda de UNICEF, entre ellas unos 250.000 estudiantes escolares
que disponen de nuevas instalaciones de agua y saneamiento
ambiental. - Casi un millón de niños, niñas y
mujeres han recibido mosquiteros tratados con insecticida que les
protegen del paludismo.
Otro indicador importante del progreso logrado es la
reconstrucción de las escuelas que resultaron dañadas o destruidas
por el tsunami.
Hace pocas semanas, Mouri Yuniar,
de 10 años de edad, y sus compañeros de escuela comenzaron aasistir a clases en un aula flamante de la escuela
primaria Kampong Baro, que funciona en la Provincia de Aceh, en
Indonesia. La escuela a la que asiste Mouri forma parte del grupo
de 36 nuevas escuelas permanentes construidas con el respaldo de
UNICEF en la región afectada por el tsunami.
«La escuela anterior se inundaba
con frecuencia y siempre estábamos incómodos», explica Mouri. «No
era un sitio muy bueno para estudiar. En la escuela nueva, en
cambio, estamos muy cómodos, y no es ruidosa».
Al igual que Mouri y sus compañeros
y compañeras, decenas de miles de niños de la región estudian ahora
en nuevas escuelas permanentes, en 145 escuelas provisionales y en
unas 900 escuelas reconstruidas. A fin de ayudar a las familias a
que puedan mantener a sus hijos e hijas en la escuela, UNICEF ha
suministrado a más de un millón de alumnos elementos escolares
suficientes para el nuevo año escolar.
«La reconstrucción de escuelas es uno de los aspectos más
importantes de nuestra actividad«, explica
Gianfranco Rotigliani, Representante de UNICEF en Indonesia. «Los
niños y niñas ya no asisten a clases en tiendas de campañas».
El Sr. Rotigliani agregó que tanto las escuelas nuevas como las que
se repararon fueron «reconstruidas mejor» y cuentan con
instalaciones sanitarias, patios de recreo y otras instalaciones y
características acogedoras para los niños y niñas.
Fortalecimiento de las alianzas
UNICEF y sus aliados continúan
prestando servicios a casi 5.000 niños y niñas que quedaron
huérfanos debido al tsunami. A tal fin, brinda apoyo a la
elaboración de directrices mejoradas para la atención de los
huérfanos y otros niños y niñas vulnerables, incluso aquellos
afectados por el VIH y el SIDA. Unos 400.000 niños y
niñas que sufrieron traumas debido al desastre han
obtenido los beneficios de los servicios psicosociales a los que
UNICEF brinda respaldo.
Los programas del organismo
internacional dirigidos a esos y otros niños y niñas en los países
afectados por el tsunami le han dado a UNICEF la oportunidad de
ampliar su colaboración con las comunidades y los aliados
locales.
«Con la ayuda de las organizaciones
aliadas en pro del desarrollo, los gobiernos pueden fortalecer los
sistemas y las políticas que resultan fundamentales para la
infancia al mismo tiempo que mejoran las condiciones de vida de los
niños y niñas», apunta el informe sobre los 24 meses de
actividades. «Gracias a esos esfuerzos, la mayoría de los niños y
niñas no sólo tiene acceso a los servicios sociales básicos que
existían antes del tsunami, sino también a otros de importancia
fundamental de los que carecían, o que no estaban a disposición de
todos».
En el informe se advierte, sin
embargo, que «la construcción de sistemas en el entorno
post-tsunami es un proceso a largo plazo que
requerirá tiempo».