UNICEF envía un equipo a Myanmar tras el ciclón Nargis
Pocas horas después que el ciclón Nargis devastara el 3 de mayo varias regiones de Myanmar, UNICEF ha enviado cinco misiones de apoyo para atender las necesidades inmediatas de los niños y sus familias en las zonas afectadas. Tras la aprobación del Gobierno del país a la entrada de ayuda humanitaria, UNICEF y otras instituciones de ayuda humanitaria comienzan las labores de asistencia inmediata. UNICEF es líder en la provisión de agua y saneamiento
Las estimaciones sobre el número de
víctimas mortales de la mayor catástrofe sufrida por este país
asiático en los últimos años aumentan con rapidez. UNICEF lidera
los esfuerzos de ayuda humanitaria para atender las necesidades
básicas, incluyendo la distribución de agua y la intervención en
sistemas de saneamiento, muy afectados por la inundación. El acceso
a agua potable y la gestión de unos sistemas de saneamiento
ambiental que eviten la contaminación de las áreas afectadas son
esenciales para evitar la extensión de epidemias en los primeros
días tras la emergencia.
UNICEF además trabajará para
asegurar que los niños y niñas afectados por la
catástrofe reciban protección y apoyo y para que su educación sea
interrumpida el menor tiempo posible.
Las necesidades más inmediatas
incluyen alimentos, recubrimientos plásticos para refugios,
pastillas purificadoras del agua, utensilios de cocina y de
higiene, mosquiteras y equipos de salud de emergencia. Los
almacenes de suministros de UNICEF se preparan para el envío en las
próximas horas de estos y otros suministros vitales para la
infancia.
Una situación amenazadora para la infancia
“Los niños y niñas han perdido a
sus familias y amigos y han visto cómo sus hogares quedaban
destruidos, así que esta es una situación muy amenazadora para
ellos”, afirma la Subdirectora de Programas de Emergencia de
UNICEF, Kari Egge. El miedo y la indefensión que experimentan los
niños como consecuencia de estas pérdidas tan violentas y
repentinas se suma a la situación de necesidad apremiante provocada
por la falta de alimentos, agua, refugio y otros elementos básicos
de supervivencia.
La television de Myanmar informa de
la muerte de más de 4.000 personas, pero se teme
que las cifras sean mucho mayores en una catástrofe que ya comienza
a compararse con el tsunami que asoló la costa del Índico en
diciembre de 2004. De acuerdo con estimaciones del Gobierno de
Myanmar, la cifra de víctimas mortales podría alcanzar las 10.000
personas.
Determinar las necesidades inmediatas
El ciclón Nargis golpeó las costas
de Myanmar el sábado 3 de mayo, con vientos de más de 150
kilómetros por hora que arrasaron decenas de miles de viviendas y
llevaron a la declaración de estado de emergencia y la solicitud de
ayuda de emergencia en las últimas horas.
UNICEF cuenta con suministros de
emergencia en el país para su inmediata distribución, pero serán
necesarios suministros adicionales
“Ha habido grandes daños en las
edificaciones, las carreteras han quedado bloqueadas, cientos de
árboles han caído y un gran número de escuelas y clínicas han sido
destruidas. Ha habido muchos daños en las infraestructuras”, indica
la Subdirectora de Programas de Emergencia de UNICEF. Las
comunicaciones se encuentran cortadas, las carreteras son
impracticables y los responsables de las Naciones Unidas en el país
estiman que cientos de miles de personas se encuentran sin
cobijo ni agua potable.
Los equipos de UNICEF están
realizando sus estimaciones iniciales de necesidades en Yangon,
Pathein y Bago. Suministros como las pastillas purificadoras de
agua, alimentos, equipos de salud de emergencia y materiales para
refugios se necesitan con urgencia en las áreas afectadas. Desde
antes de la emergencia, UNICEF tiene almacenados suministros de
reserva en varios puntos del país, de tal modo que estos
suministros pueden ser distribuidos con rapidez. Sin embargo, Kari
Egge añade “Por supuesto, no será suficiente. Las últimas cifras
son tan altas que necesitaremos suministros adicionales».