El asedio a Misrata y su impacto en los niños
Tras doce semanas incesantes de conflicto urbano, muchas de las calles de Misrata han quedado reducidas a ruinas. Aún se desconoce el número total de víctimas civiles, pero se estima que hay más de un millar de desaparecidos. El conflicto está teniendo un efecto terrible sobre el bienestar de los niños, por lo que UNICEF está trabajando para prestarles apoyo psicosocial.
Los rebeldes han expulsado a las fuerzas gubernamentales a 25
kilómetros al este de Dafniya, y han retomado el
aeropuerto en el sur, por lo que la ciudad ya no es vulnerable a
los bombardeos. Sin embargo, Misrata sigue rodeada
y solo es posible llevar provisiones básicas por vía marítima.
Recrean en dibujos el horror que han visto
UNICEF ha participado en una misión de investigación
conjunta en Misrata para evaluar el impacto de la guerra
sobre los niños e identificar aliados locales para colaborar y
proporcionar vacunas. UNICEF ha distribuido un cargamento de41.500 dosis de vacunas diferentes, incluyendo15.000 dosis contra la poliomielitis.
El equipo visitó una escuela donde 25 familias se habían
refugiado durante semanas después de que sus propias casas fueran
destruidas por los combates. Los niños habían recreado con papel y
plastilina el horror que habían visto en el exterior: tanques,
francotiradores en los tejados y cuerpos abandonados en las
calles.
El peligro de las minas
Saeed Awadalla, Jefe del Depósito de UNICEF sobre el terreno deBengasi, afirmó que el asedio ha tenido un efecto
terrible sobre el bienestar de los niños.
«Fue un periodo de asedio largo, con continuos bombardeos, tiroteos
y francotiradores, por lo que fue muy duro para los niños»,
comenta.
Awadalla afirmó que muchos niños necesitarán
ayuda para superar las heridas psicológicas causadas por la
violencia. En Bengasi se han instalado Espacios Amigos de
la Infancia, que se ampliarán a Misrata y a otras zonas de
Libia, cuando la situación en materia de seguridad lo permita.
Los niños de Misrata ansían volver a la
normalidad y quieren volver a jugar en la calle, pero sus padres
están preocupados por las bombas de racimo sin detonar y las minas
terrestres, tal y como informa el especialista.
UNICEF y sus aliados están ofreciendo mensajes educativos en las
estaciones de radio locales para crear conciencia sobre los
peligros de recoger estos dispositivos. Además, se está dando
prioridad a la remoción de minas.