Siria: la doble crisis del invierno

Mark forma parte de la misión interinstitucional de Naciones Unidas en Homs, Siria, dirigida por la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de los Asuntos Humanitarios (OCHA), la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)  y UNICEF. Aquí comparte su relato de primera mano de la situación y el impacto de la destrucción causada por el conflicto en los niños y las familias.

Homs, Siria, ha sido testigo de algunas de las escenas más intensas de los 22 meses del conflicto en Siria, que ha provocado cientos de miles de desplazados.

Mientras algunas partes de la ciudad viven con una normalidad
aparente, otras áreas muestran signos inequívocos del conflicto:
edificios marcados con agujeros, ventanas rotas y escombros. 
Por lo que he visto en el barrio de Baba Amor, por lo menos dos
tercios de los edificios han sufrido daños, mientras que otros
muchos han sido destruidos. 

Niños con sandalias o calcetines sin
zapatos

Aun así hay señales de vida. Incluso aquí. Baba Amor está
experimentando una relativa calma, con algunas familias que
están retornando para reconstruir sus vidas
. Todavía se
escucha el sonido de las explosiones y los disparos en la
distancia. Es ahora el tiempo del invierno que está contribuyendo a
una nueva crisis. Hace un frío atroz y las temperaturas durante la
noche caen por debajo de los ceros grados. Muchos de los niños que
vi llevaban ropa de poco abrigo y sandalias o calcetines sin
zapatos. Todos se quejaban del frío.  []

Muchas familias están viviendo en condiciones muy básicas en los
interiores de los edificios, utilizando láminas de plástico para
cubrir las ventanas rotas y puertas, y durmiendo en suelos de
hormigón o colchones rudimentarios. Apenas hay
calefacción
y falta combustible diésel. La gente está
tratando de sobrevivir en estas condiciones, pero imagina el frío
que tienen que estar pasando, especialmente por la noche. Otras
familias se van a refugios colectivos, algunos de
los cuales están apoyados por empresarios locales. Aunque había
agua en las áreas a las que fui, la luz llegaba a pequeños
golpes. 

Escasez de suministros médicos y personal de salud

Visité un centro de salud local que había sido
destruido y no está en uso. A pesar de que se está reparando, la
destrucción de las instalaciones comunitarias básicas como estas
están complicando aún más la situación de los refugiados,
particularmente los que están sufriendo enfermedades graves.Hay también una escasez de suministros médicos y personal
de salud porque muchos han dejado la zona
, dejando un
vacío de personal importante. Esta situación se agrava por las
condiciones de frío.

El principal objetivo de esta misión a Homs de la que soy parte
es evaluar las necesidades humanitarias e
identificar cómo puede incrementarse y coordinarse la ayuda para
atender las necesidades urgentes. También estamos trabajando para
ver cómo apoyar a las agencias aliadas y establecer vínculos con
los aliados locales. Una forma de proveer ayuda rápidamente es
distribuir vales a las familias retornadas que pueden usarse para
conseguir suministros básicos de las empresas locales.

Lo que estamos viendo ahora en Homs y otras partes de Siria es
la crisis del invierno. Con 4 millones de personas
en el país afectado, cerca de la mitad de ellos niños, hay una
necesidad masiva de suministros humanitarios que ayudarán a los
niños y sus familias a pasar el invierno.

Las agencias de Naciones Unidas, incluida UNICEF, llegan a la
zona con asistencia con el apoyo de las organizaciones aliadas. Hoy
han llegado a Homs nuevos suministros de emergencia: 5.000
colchas, 1.400 mantas, y 2000 kits de higiene
. UNICEF
también ha proporcionado recientemente galletas energéticas para
6.400 niños en Homs y apoya espacios seguros para permitir a los
niños seguir con su educación.
 

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