República Centroafricana: la situación se recrudece
Pueblos fantasmas convertidos en cenizas cerca de Bouar, en el noroeste de la República Centroafricana. Miles de personas, musulmanas y cristianas, se refugian junto a una iglesia.
Huyen de lasluchas entre las milicias
anti-Balaka y
los excombatientes
Seleka. «Ambas comunidades han sufrido», cuenta una mujer
llamada Monique; «tanto con los Seleka como con los anti-Balaka,
musulmanes y cristianos han sufrido en el mismo grado».
El conflicto étnico-religioso entre ambos
grupos está causando una crisis humanitariacrónica y compleja, caracterizada por una granviolencia. Ya hay 2,3 millones de niños
afectados, que se están convirtiendo en víctimas de la
violencia.
«Es una situación que ha ido de mal en peor«.
Así lo resume Robert McCarthy, coordinador de Emergencias de
UNICEF. Hay decenas de miles de personas desplazadas, que se
sienten aisladas y desprotegidas. «Estamos viendo cosas
terribles de las que los niños también
son los objetivos«.
Las comunidades musulmanas estánabandonando el país por
seguridad, rumbo a países como Camerún. Quienes esperan su turno
para salir de la República Centroafricana están bajo la protección
de la Unión Africana, la Misión Internacional de Ayuda a la
República Centroafricana y los cascos azules de la ONU.
Pero estar semanas virtualmente atrapados en el país tieneconsecuencias. Ya hay 21 niñosdiagnosticados con desnutrición severa aguda.
UNICEFy sus aliados los están tratando, pero se teme que esto es
solo sea el principio.
República Centroafricana: la desnutrición será un problema
«La gente desplazada no busca tratamiento para
los niños con desnutrición debido a la crisis que tenemos aquí»,
explica el director del hospital del distrito de Bouar, Wilfried
Komoyo. Esto hace empeorar a los que ya están desnutridos. Por eso
«la desnutrición será un gran
problema«, alerta Komoyo.
Se espera que este año miles de niños sufrandesnutrición moderada aguda a severa aguda. Este
va a ser el gran reto para los actores
humanitarios durante los próximos meses.
Cientos de miles de personas sedesplazan en el país, pierden sus
tierras de cultivo, sus escasos alimentos ycarecen de servicios básicos. Las
organizaciones, UNICEF entre ellas, trabajan para darles apoyo.
También en Bouar y otras regiones a las que es difícil
acceder.
El trabajo se centra ahora en lareapertura de las instalaciones de
salud, el acceso a agua potable y la
identificación de los niños que necesitan unaprotección especial.
Pero uno de los mayores desafíos es tratar de curar a unasociedad muy traumatizada y
fracturada debido a la violencia.