Una exposición recupera el arte dispersado por el franquismo

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Cultura
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Divulgación
La muestra presenta las obras depositadas en la Universidad de Barcelona por el régimen después de la Guerra Civil e inicia una investigación sobre su origen, significado y uso ideológico.

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La muestra presenta las obras depositadas en la Universidad de Barcelona por el régimen después de la Guerra Civil e inicia una investigación sobre su origen, significado y uso ideológico.
Del 16 de junio al 18 de julio, el aula Capilla del Edificio Histórico acogerá la exposición «Arte dispersado por el franquismo. Las obras depositadas en la Universidad de Barcelona», una propuesta que abre al público una colección de arte desconocida, silenciosa y, hasta hace poco, prácticamente olvidada. La exposición se podrá visitar de lunes a viernes, de 10:00 a 20:00, hasta el 18 de julio, y se enmarca en la estrategia de poner en valor el patrimonio universitario que impulsa el Vicerrectorado de Cultura, Memoria y Patrimonio.
Antes de visitarla, es recomendable consultar los horarios actualizados en la web de Cultura de la UB, ya que puede permanecer cerrada algunos días puntuales por coincidencia con otras actividades.
El acto de inauguración tendrá lugar el martes 10 de junio, a las 13:30, y contará con la participación del rector, Joan Guàrdia, y de los comisarios de la muestra, los profesores Arturo Colorado, de la Universidad Complutense de Madrid, y Santos M. Mateos, de la Universidad de Vic – Universidad Central de Cataluña.
La muestra da a conocer un conjunto de nueve obras de arte depositadas en la universidad en 1942 por el Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional (SDPAN), el organismo creado por el régimen franquista para gestionar el patrimonio requisado durante la Guerra Civil. Aunque los inventarios originales incluían también varios objetos litúrgicos, estos no se han conservado. Algunas de las piezas desaparecidas se reproducen en imagen en uno de los paneles informativos de la exposición.
Estas obras, procedentes de colecciones privadas, instituciones políticas y religiosas o espacios incautados por el bando rebelde, fueron redistribuidas por el nuevo Estado con el objetivo de «restaurar» un orden simbólico e institucional que encajara con la ideología del régimen.
Los comisarios han reconstruido, a partir de documentación procedente del Archivo de la Corona de Aragón, el Archivo Nacional de Cataluña y el Archivo Fotográfico de Barcelona, el itinerario de muchas de estas piezas: cuándo fueron requisadas, cómo llegaron a manos del SDPAN y qué papel jugaron en el proyecto simbólico de las autoridades franquistas. En el caso de la UB, las dos entregas de obras (enero y junio de 1942) fueron a parar, en parte, a la capilla universitaria creada por el rectorado para institucionalizar la presencia de la Iglesia en el espacio académico. Otras obras, integradas hoy en el fondo artístico de la universidad, han pasado décadas sin contextualización pública.
Entre las piezas más destacadas hay una escultura del Sagrado Corazón de Josep Llimona, recientemente identificada como procedente del Fomento de la Piedad Catalana; La continencia de Escipión, atribuida a la escuela de Luca Giordano, que se exhibirá en proceso de restauración, y otras obras de arte sacro y de temática civil, como San Francisco de Asís recibiendo los estigmas, La Virgen de la Misericordia, La Inmaculada del Brazo Militar, Paisaje de invierno, de Ramiro Lafuente, o La Sagrada Familia del pajarito, copia de Antonio Estrada del original de Murillo.
El proyecto expositivo no se limita a mostrar pintura: ofrece también documentos de archivo, etiquetas originales, números de registro y otros elementos que revelan la trazabilidad de las piezas y su uso institucional. El recorrido está concebido como un relato histórico crítico e incorpora paneles interpretativos que contextualizan tanto las obras como su recorrido administrativo e ideológico.
Paralelamente a la muestra física, se ha preparado una versión virtual dentro del Museo Virtual de la Universidad de Barcelona, y está previsto que este conjunto de obras forme parte del segundo volumen del catálogo de pinturas de la UB, que se encuentra en proceso de elaboración. Todo ello responde a la apuesta de la universidad por revisar, documentar y poner al alcance de la ciudadanía su legado histórico y artístico, también en sus facetas más incómodas.
«Arte dispersado por el franquismo» propone, en definitiva, una mirada crítica y contextualizada sobre las obras de arte que quedaron atrapadas en el conflicto bélico y en la política simbólica del régimen. El proyecto quiere abrir una línea de investigación sobre el papel de las instituciones universitarias en la gestión del patrimonio intervenido y, a la vez, invitar a una revisión colectiva de los relatos históricos asociados al expolio, la memoria y la construcción institucional del franquismo.