La Universidad Europea ha creado un espacio íntimo, seguro y sin prejuicios para abordar algunos de los temas más estigmatizados en el ámbito sanitario. Lo ha hecho a través de “Café Tabú: Consumo de sustancias, salud sexual y diversidad”, una actividad organizada por Pedro Soriano, director del Máster en Salud Digital, en la que han participado estudiantes del Grado en Enfermería durante dos jornadas de tres horas cada una.
Durante esta experiencia, los estudiantes han podido conversar de manera directa con personas que conviven con diferentes condiciones de salud, como el VIH o el consumo de sustancias, generando un diálogo libre de juicios y centrado en la realidad personal y humana. “Las enfermeras tienen que estar preparadas para abordar estos temas con naturalidad, con sensibilidad y con todo el conocimiento científico y toda la atención segura e inclusiva, basada sobre todo en el respeto a las personas”, ha señalado Soriano.
La iniciativa ha contado con la participación de invitados que han enriquecido la experiencia de diálogo con estudiantes: Óliver Marcos Blanco, secretario general de CESIDA y activista VIH positivo; Jonathan Gómez Aparicio, alumni de la Universidad Europea y enfermero en el área de psiquiatría; Alejandro Leal, enfermero en el proyecto PAUSA Chemsex; Manuel Calzada, del grupo Chemsex de Cruz Roja Madrid; e Iván Zaro, cofundador y director del área de Salud de Imagina MAS.
A través del testimonio y el diálogo, los estudiantes han podido profundizar en la dimensión comunicativa de los cuidados, comprendiendo la importancia de generar confianza terapéutica para acompañar con profesionalidad y empatía. “La enfermera es el nexo de unión. Es el centro de confianza del paciente. Y romper tabúes facilita el diálogo”, ha subrayado Soriano.
“Café Tabú” ha demostrado que hablar de salud sexual, diversidad y consumo desde el respeto, la ciencia y el cuidado profesional es posible. Los estudiantes han podido disfrutar de dos sesiones donde la formación conectada con la realidad, la preparación técnica y el desarrollo humano han sido grandes protagonistas. Una experiencia que refuerza el papel clave de las enfermeras como referentes de confianza, empatía y acompañamiento en los cuidados del siglo XXI.